Sakhan Dosova, la kazaja que ostentaba el récord de longevidad con 130 primaveras, ha muerto después de resbalarse en el baño de su nuevo apartamento, un regalo que le hicieron las autoridades para celebrar su edad. Sakhan, nacida oficialmente el 27 de marzo de 1879, fue recientemente descubierta en el último censo, cuando los sorprendidos demógrafos comprobaron que en la primera lista de población que elaboró Stalin, en 1926, la señora ya contaba con 47 años.

Para celebrarlo, y dado que Sakhan vivía en condiciones de extrema pobreza, la municipalidad le regaló un pisito nuevo para vivir. Una caída en el baño del apartamento le provocó una rotura de cadera que la llevaría, a la postre, al otro mundo. En una entrevista en marzo, la mujer más anciana del mundo reveló el secreto de su semi-eterna juventud (a parte de bañarse con una palangana): "No tengo ningún secreto especial. Nunca he tomado pastillas y si me ponía enferma usaba remedios de abuela para curarme. Eso sí, nunca he comido dulces".

Si su edad es correcta, nació el mismo año que Stalin o Einstein, justo para ver la bombilla de Edison encenderse y sin casi tiempo de despedirse del último zar de Rusia, que también se fue al otro mundo empujado por las autoridades del momento. En la Segunda Guerra Mundial Sakhan debería haberse jubilado, momento en que enviudó al caer su marido en la batalla de Stalingrado.

Ahora, oficialmente, la persona viva más antigua del mundo es Edna Parker, americana de los EE.UU que cuenta con 114 años de edad. Aunque, oficiosamente, la brasileña María Olivia da Silva tenga 127 y todavía espere a que los comisarios del Guinness llamen a su puerta. Ojalá no le dé en probar un hidromasaje antes...

Vía Daily Express