Un asistente al duelo del martes en el estadio Olímpico aseguró que el dispositivo habitual se vio muy reducido en cuanto al control en los accesos y la presencia policial.
Caracas. El clásico del fútbol nacional entre el Caracas FC y el Deportivo Táchira tuvo un desenlace lamentable, donde la violencia ganó por goleada y la imagen de la Liga Futve quedó nuevamente en entredicho.
Y es que distintos medios deportivos internacionales reseñaron la invasión de cancha de un grupo de presuntos miembros de la barra de los avileños. Los hinchas insultaron e intentaron agredir a sus propios jugadores en el campo. Luego se dirigieron, con muy poca oposición, al sector de la parcialidad visitante para arremeter contra los seguidores aurinegros.
El hecho se registró en el estadio Olímpico de la Ciudad Universitaria durante el segundo tiempo del compromiso que los tachirenses ganaron 4-0, el martes por la noche en duelo correspondiente a la ronda final del torneo Clausura 2024.
Tras los graves incidentes, la Liga Futve anunció que «los organismos competentes llevarán las investigaciones pertinentes y establecerán responsabilidades».
El Caracas FC, por su parte, repudió los «lamentables hechos» e informó que «presentará la denuncia ante las autoridades» y colaborará con las indagaciones. Por último, Jorge Silva, presidente del Deportivo Táchira, criticó el operativo de seguridad local y lo calificó de «mediocre e irresponsable».
La visión de un testigo
Crónica.Uno conversó con un asistente al partido que estuvo sentado en el área de gradas, desde donde saltó el grupo violento al campo. Cándido Rojas, nombre del aficionado, aseguró que la mala y escasa seguridad y un mal comportamiento generaron el caos en el coso de Los Chaguaramos.
«Cuando llegué vi que había poca gente y que había poca seguridad, tanto en el control de los accesos como del operativo policial. Vi incluso menos policías que en otros partidos no tan importantes como el clásico», recordó Rojas.
«Adentro en la grada observé la conducta habitual de los barristas, pero me di cuenta de que metieron demasiados fuegos artificiales, era algo que aturdía», continuó el aficionado.
«Los ánimos se caldearon desde temprano y hubo un gol tempranero del equipo visitante. Eso caldeó mucho más los ánimos. Yo observé todo esto porque andaba con mi hijo menor de edad y le metí la lupa a los comportamientos de la barra«, explicó Rojas.
«Hubo varios avisos de algunos miembros de la barra y después nos sorprendieron al saltar al campo. Ingresaron superfácil. Los policías estaban muy expuestos y había una segunda línea de seguridad con efectivos completamente desarmados. No eran más de 30 los invasores, pero no pareció algo espontáneo, sino una movida ya planeada para los últimos minutos del juego».
Para cerrar, Rojas reiteró que para el clásico del fútbol nacional «había una seguridad escasa y desarmada» y que la «salida del estadio no fue tan accidentada porque no había tanta gente».
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