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“Necesito mantenerme fuerte, no necesito quiebre”, dice del activista Edward Ocariz a sus familiares desde la prisión

Edward Ocariz, defensor de derechos humanos y activista del partido político Primero Justicia, forma parte de las 1229 personas detenidas tras los operativos postelectorales. Sus familiares desconocen qué delitos le imputarán. Fue detenido en su vivienda, en Coche.

Caracas. Estoy chévere dentro de lo que cabe, le digo a la familia que se mantenga fuerte. No son situaciones fáciles, pero tengo la fortaleza cerebral y la psiquis muy bien, que es lo fundamental, dijo Edward Ocariz a sus familiares, en una comunicación, la tarde del 8 de agosto.

Con la voz quebrada agradeció a las organizaciones con las que trabajó porque gracias a esa labor y formación que recibió puede mantenerse bien psicológicamente “dentro de lo que cabe”.

Lo que yo no necesito es quebrarme, yo me mantengo fuerte, no necesito a mi alrededor quiebre. En Yare espero que las cosas sean más tranquilas para todos y todas, dice el defensor de derechos humanos y activista político de Primero Justicia, en Coche, en referencia a la cárcel a la que presume será trasladado, como lo hicieron con otros detenidos en el marco de las protestas postelectorales y la “operación tun tun”.

Edward cumplió una semana detenido este viernes, 9 de agosto. Se encuentra en las celdas de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), en Boleíta, conocida como la antigua zona 7 de la extinta Policía Metropolitana.

También pidió a sus familiares y amigos difundir todo lo necesario para que las personas conozcan  sobre su situación.

Mientras tanto, su familia espera confirmar lo dicho por Edward: “No sabemos si irá a Yare porque también nos dijeron que quizás lo llevaban a Tocuyito”, sostiene su hermana, Sol, sobre una de las cárceles que Nicolás Maduro dijo que adecuaría para llevar a los detenidos por protestas, que hasta el viernes 9 de agosto llegaba a 1229, según el Foro Penal Venezolano.

La detención

¿Qué vínculo tiene usted con Edward Ocariz?, preguntaron efectivos de la PNB a los vecinos que abrían su puerta ante la insistencia de los funcionarios, quienes buscaban al activista y defensor de derechos humanos.

Aproximadamente a la 1:00 p. m. del 2 de agosto tocaron el timbre de casa de la sobrina de Edward, en múltiples ocasiones. Sin embargo, ella no les abría porque los policías tapaban el ojo mágico.

No la buscaban a ella. Su propósito era encontrar al activista. A pesar de que los policías comprobaron que Edward no estaba en ese apartamento, revolvieron todas las pertenencias de su sobrina y se llevaron un dinero que estaba en una de las habitaciones.

Fueron un poco agresivos. Ellos entraron molestos porque ella no les abrió enseguida. Lo que pasa es que al tocar, le tapaban el ojo mágico para que no vieran quién era. A la tercera lo hicieron con más fuerza y le gritaron: Abre que es la policía, recuerda Ysmelda, tía y madrina de Edward.

Luego, llegaron al apartamento del activista, quien sin poner resistencia, se identificó y accedió a irse con los efectivos de seguridad del Estado.

Durante la detención de Edward, en su apartamento ubicado en Coche, los funcionarios no mostraron ninguna orden judicial, ni argumentos para justificarla.

Cuando lo sacaron no lo golpearon. Hubo un forcejeo porque él no quería entregarles su teléfono porque me lo quería dar a mí. Cuando se iban yo les pregunté: ¿A dónde se lo llevan? No me lo vayan a matar. Ellos me dijeron que entrara a la casa, pero como insistí, me dijeron que El Helicoide, cuenta Ysmelda.

El sitio le resultaba familiar  Edward, ya que en muchas ocasiones, como parte de su labor como activista de Primero Justicia, hizo campañas de preparación de comida para llevarle a los presos que están el las celdas del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) con sede en El Helicoide.

Sus familiares, afirman que algunos de los funcionarios lo saludaron de forma amigable y hasta le dieron café y agua.

La encerrona

La madrugada del 3 de agosto, trasladaron a Edward la PNB de Maripérez. Luego, a la sede de la PNB en Boleíta.

Adolescente detenidos zona 7
Fotografía: Crónica.Uno

Su hermana Sol, quien viajó desde el estado Anzoátegui hasta Caracas, pudo verificar su estado de salud y darle sus medicinas. El activista de los derechos humanos, de 53 años de edad, padece de enfermedades como hipertensión, artritis y otra que afecta su columna.

A diferencia de los otros lugares, ahí en zona 7 le hicieron una encerrona de más de dos horas, en la que quisieron obligarlo a que firmara y grabara en contra de varios actores políticos de oposición, añade Sol.

Agrega que, aunque simularon que le iban a pegar no lo hicieron. Posteriormente, le pidieron firmar un papel que, de acuerdo con el testimonio de sus parientes, decía que le garantizaron todos sus derechos. Tampoco lo firmó.

Al principio tenían las caras tapadas, con cascos, pero como fue tanto tiempo, se los tuvieron que quitar. Ahí se dejaron ver. Eran personas de la misma policía.

Condiciones infrahumanas

Cuando Sol e Ysmelda han visitado a Edward, él “bañado en sudor”. Sostienen a que esto se debe a que las celdas en zona 7 están situadas en el sótano y no tienen ningún tipo de ventilación.

El único momento en el que los detenidos ven la luz del día, es cuando tienen visitas de los familiares.

Foto: Crónica Uno

Él dice que cuando llegó había más o menos una población 80 personas junto con él, en un espacio de cinco por cinco metros. Ahora son aproximadamente 30 personas. Las condiciones son horribles, dice Sol.

La hermana critica la insalubridad del centro de detención preventiva, los detenidos hacen  sus necesidades fisiológicas en bolsas plásticas y se quedan allí por tres días, tiempo que tardan en recoger la basura. En ese mismo espacio comen y duermen.

Para bañarse, hay reglamentos entre los mismos reclusos:Si pasas una línea pierdes los zapatos. De hecho Edward, por desconocimiento perdió unos zapatos. Ya no le pasa más.

Con la comida, un recluso al que le dicen “el caminante”, quien presumen tiene mucho tiempo en el sitio, es el encargado de subir y buscar las comidas de los detenidos, para luego entregárselas.

Fotografía: Crónica.Uno
La incertidumbre

La familia de Edward desconoce a dónde lo van a trasladar. Tampoco saben los cargos que le serán imputados, ya que él no participó en las protestas en rechazo a los resultados electorales del Consejo Nacional Electoral (CNE), que dieron como ganador a Nicolás Maduro.

Lo único que hizo fue publicar en sus redes sociales sobre la violación de los derechos de las personas y por publicar su trabajo, dice su hermana.

Sus familiares cuentan que la incertidumbre que viven “es total” porque muchas veces, los detenidos son  trasladados durante la noche y sin ningún tipo de aviso a los parientes.

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