El dirigente opositor y exgobernador de Nueva Esparta Alfredo Díaz falleció en prisión este sábado, 6 de diciembre, y las autoridades confirmaron su muerte por un infarto, una razón que activistas y familiares desestiman, pues consideran que las condiciones de reclusión deterioraron paulatinamente su condición de salud
Caracas.- La muerte del exgobernador de Nueva Esparta Alfredo Díaz, quien tenía un año y 12 días preso en El Helicoide, sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), “no es natural”, sino que “fue inducida por el deterioro que le causó el trato cruel, inhumano y degradante al que fue sometido”, afirmó Humberto Prado, director del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).
“No es una muerte natural, independientemente de que haya sido un ataque al corazón, fue inducido por el trato cruel, degradante e inhumano al que fue sometido Alfredo”, dijo a Crónica Uno el defensor de Derechos Humanos (DD. HH.).
Díaz, quien fue detenido en noviembre de 2024 en medio de la represión poselectoral y acusado de «terrorismo» e «instigación al odio», falleció la mañana del sábado, 6 de diciembre, de “un infarto de miocardio”, según reportó el Ministerio de Servicios Penitenciarios.
En un comunicado, la cartera del Ejecutivo explicó que “el día sábado 6 diciembre de 2025, aproximadamente a las 06:33 horas, el ciudadano Alfredo Javier Díaz manifestó síntomas compatibles con un infarto del miocardio” y fue “auxiliado por sus compañeros de recinto”.
Indicó que posteriormente, “fue trasladado al Hospital Clínico Universitario, donde ingresó y al tratar de estabilizarlo, lamentablemente falleció minutos después”.
“Una muerte inducida”
El vocero del OVP explicó que a cualquier persona privada de libertad, político o no, el Estado debe garantizar al menos cinco aspectos básicos para respetar sus garantías. La primera de ellas es asistencia médica y seguimiento y atención a cualquier requerimiento de salud previo o posterior a su reclusión.

Gobernador de e Nueva Esparta Alfredo Díaz
Además, debe garantizar una alimentación balanceada, condiciones de salubridad y espacios adecuados, visita y contacto con sus seres queridos y una defensa de su confianza.
Prado aseveró que en el caso del dirigente opositor fallecido “jamás” se cumplieron esos requisitos, pues fue detenido de forma arbitraria, sometido a un proceso irregular, aislado de su familia durante casi un año y sin acceso a las medicinas o asistencia médica que pudiera requerir.
“Al vivir eso, independientemente de la fuerza de voluntad de un ser humano, se afecta el cuerpo, la mente y trae como consecuencia un deterioro que compromete sus órganos vitales, y si no hay un control eso empeora”, cuestionó el abogado.
En este sentido, agregó que no es viable aseverar que está muerte fue “por causas naturales” e insistió en que el Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo están obligadas a pronunciarse e investigar la muerte del opositor.
“Alfredo Díaz murió por esa privación ilegítima a la que era sometido, a la falta de atención médica. Alfredo fue asesinado. Durante su detención fue víctima de aislamiento prolongado y se le negó el permiso para estar al lado de su padre cuando falleció”, remarcó el OVP en sus redes sociales.
Justicia para “Alfredito”
En redes sociales, una de las hijas de Alfredo Díaz, a quien conocían en Nueva Esparta como “Alfredito”, aseguró que a su padre “lo mataron lentamente”.
“En un año y días lo mataron. Mi padre diariamente sufría secuelas como desmayos, falta de oxígeno, fuertes dolores en el pecho e incluso convulsionaba”, dijo la joven, quien detalló que antes de la detención, el político estaba gestionando su salida del país para tratar una enfermedad que no especificó.
Diego Casanova, familiar y miembro del Comité por la Liberación de los Presos Políticos en Venezuela (Clipve), calificó de “inaceptable y dolorosa” la muerte del dirigente opositor y aseguró que el trato que el Estado le da a los presos por razones políticas y a sus familiares busca “desgastar” y “torturarlos” por su forma de pensar.
“Esto remarca la idea de que eso (el Helicoide) es un lugar muy de tortura, es un lugar donde se cometen crímenes atroces y deja en evidencia mucho más el sistema que hemos venido denunciando, la gravedad de lo que estamos viviendo (…) Además de eso, devela la crueldad de un sistema”,
dijo a Crónica Uno.
Recordó que la familia de Alfredo estuvo durante más de un año luchando por los derechos de su padre y que no fue sino hasta 10 meses después de su detención que pudieron verlo algunas veces.
Ante las irregularidades en el caso, desde el OVP exhortan al Estado a investigar la muerte de Díaz siguiendo los lineamientos del Protocolo de Minnesota, una guía de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que establece normas y directrices para la investigación de muertes potencialmente ilícitas o sospechas de desapariciones forzadas.
El observatorio ha enviado comunicaciones para informar del cason de Díaz a organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Oficina del Alto Comisionado para los DD. HH. de ONU, la Misión independiente que investiga hechos en Venezuela de ONU u otras organizaciones como Amnistía Internacional y la Organización Mundial contra la Tortura.
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