La escasez de dólares oficiales, la desconfianza en el bolívar y su poca capacidad de compra, son algunas de las razones por los cuales los venezolanos se enfrentan a nuevas tasas no oficiales para la fijación de precios.
Caracas. Desde que se disparó la brecha cambiaria entre el dólar cotizado por el Banco Central de Venezuela (BCV), el cual asciende a 41,04 bolívares al momento de la redacción de esta nota y la del paralelo que se ubica en 48,96 bolívares, los venezolanos tienen que convivir con cuatro tipos de tasas al momento de pagar productos y servicios.
Precios expresados en euros, dólar oficial, dólar paralelo y dólar promedio, son algunas de las novedades que se empiezan a observar en comercios y cotizaciones de pagos, incluso el bolívar también regresa a la palestra.
El economista y fundador del Observatorio Venezolano de Finanzas, José Guerra, explica que desde hace mucho tiempo en nuestro país existen dos tasas de cambio, la oficial dictada por el BCV y la paralela que se forma a través de distintas transacciones que se hacen entre particulares.
“En Venezuela hay dos tasas de cambio, la oficial y la paralela, que la podemos ver en algunos portales web que recogen información de las transacciones que se hacen entre particulares, ahora bien por qué estamos viendo que se están manejando otras tasas de cambio, básicamente porque no hay dólares oficiales suficientes para la alta demanda de divisas que existe. Si los que quieren dólares los pudieran comprar a la tasa oficial no existiría el mercado paralelo y mucho menos este dólar promedio que estamos viendo hoy en día”, precisó.

Destaca que en algunas regiones de Venezuela también se expresan los precios en pesos colombianos y esto es consecuencia igualmente de la falta de dólares que suministra el ente emisor.
“La brecha está creciendo es por un tema de escasez, así funciona el mercado, cuando no hay divisas para comprar a tasa oficial, los particulares colocan una tasa con un mayor precio simplemente para protegerse, porque a la hora de ellos comprar dólares en un futuro habrá la misma escasez y el precio seguirá al alza”, explicó.
Sostiene que la política seguida por el BCV ha sido evidente, al anclar el tipo de cambio con el propósito de contener las expectativas de la devaluación y con ello disminuir la inflación y en esta tarea ha tenido éxito relativo “toda vez que la inflación ha bajado significativamente, pero no lo suficiente para hacer creíble es cuasi fijación del tipo de cambio oficial”.
El economista agrega que “una buena parte de los programas económicos que intentaron estabilizar la tasa de cambio recurriendo exclusivamente a la intervención de los bancos centrales concluyeron en el colapso de la moneda nacional”.
Insiste que si el BCV no cubre la demanda “la presión de mercado se voltea hacia la tasa paralela, de allí que la brecha cambiaria aumenta, gradual pero sostenidamente.
Advirtió que es posible, aunque no seguro que el Gobierno vaya corrigiendo la brecha gradualmente, mediante una devaluación paulatina de la tasa oficial que ya se observa.
“Esta situación va a tener un impacto directo en la inflación, debido a la incidencia casi lineal del ajuste del tipo de cambio sobre los precios”, dijo.
Ilícitos cambiarios
Por su parte, el administrador y analista financiero José Ignacio Guarino, aseguró estas tasas de pago han surgido de manera totalmente orgánica ante la gran diferencia que existe entre los promedios oficiales y los no oficiales, sin embargo, toda tasa distinta a la del BCV es ilegal.
“El tipo de cambio implícito que tiene Venezuela en este momento es de 62,6 bolívares por dólar, ese cálculo lo podemos obtener sí dividimos la liquidez monetaria por el monto de las reservas internacionales. Ahora bien existe un clima de incertidumbre en el país y la demanda de divisas en este momento es prácticamente infinita, porque no se ha logrado construir confianza en el bolívar, esto ha traído como consecuencia que nuevamente estemos en presencia de los ilícitos cambiarios, porque toda tasa que no sea regulada por el BCV, incurre en este delito”, explicó.

Sostiene que ante este resurgir de los ilícitos cambiarios, el gobierno de Nicolás Maduro viene activando operativos de control de tasas a través del Seniat y la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundee) a fin de garantizar que se respete el tipo de cambio oficial y una clara marcación de precios para el consumidor.
“Algo que sí está sucediendo en esta coyuntura que estamos viviendo es que los comerciantes están fijando precios en bolívares y este monto puede traer consigo una protección de tasa, eso es algo totalmente distinto de incurrir en un ilícito cambiario y el comerciante utiliza ese tipo de mecanismos para evitar que la brecha cambiaria lo afecte de forma estructural en su negocio”, precisó.
Guarino sostiene que mientras se mantenga la incertidumbre por la crisis política y no haya una mejoría en la capacidad de compra del bolívar, hay muchas probabilidades que los ciudadanos tengan que enfrentar escenarios económicos complejos como el que estamos viviendo.
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