«Los datos del crecimiento económico del primer semestre, de enero a junio, son datos verdaderamente auspiciosos, contundentes. Es el crecimiento económico más grande de América Latina y el Caribe y lo tiene la economía venezolana, la economía real, no la economía de papeles, de especulación, de mentirita. Es la economía que produce bienes, bienes reales, que produce riqueza».
La frase la dijo el mandatario Nicolás Maduro el pasado 4 de agosto, durante una jornada con distintos emprendedores del país. Allí aseguró que la economía de Venezuela no solo está creciendo, sino que lo hará a niveles no vistos en la región durante este año. Sin embargo, no dio datos concretos ni detalles adicionales sobre el asunto.
#EnVideo📹| Jefe de Estado, @NicolasMaduro acentuó que Venezuela tuvo en el primer semestre del año "el crecimiento económico más grande de América Latina y el Caribe y lo tiene la economía venezolana, la economía real", afirmó.#VivaElTricolorNacional pic.twitter.com/P9SJ0TZJXg
— VTV CANAL 8 (@VTVcanal8) August 3, 2022
La Unidad de Verificación de Datos y Fact-cheking de Efecto Cocuyo consultó a la economista Tamara Herrera, directora de la firma Síntesis Financiera, para corroborar lo dicho por el Presidente y esclarecer el panorama en medio de la opacidad oficial.
Si bien existe un consenso en torno al crecimiento de la economía venezolana, las proyecciones no son tan altas como las que asomó el jefe de Estado. Por ejemplo, mientras el mandatario sitúa el incremento entre un 10% y 20%, las estimaciones de Herrera lo ubican en un 7% al cierre de 2022.
«Creemos que hay una reanimación importante, sobre todo en el arranque de este año (2022) y todavía en el segundo trimestre», dijo Herrera. No obstante, explica que ese crecimiento ha estado basado más en un mayor consumo producto de las importaciones que en inversiones a largo plazo que permitan reactivar la producción nacional. «No hay lo que uno pueda llamar camino a desarrollar y tengo la impresión de que esa reanimación está perdiendo fuerza».
Su observación sobre la desaceleración se basa, principalmente, en el estancamiento en el recaudación del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat), que viene a ser un reflejo del desarrollo de la actividad económica.
«En la segunda parte del año va a haber una desaceleración; no una caída, sino una desaceleración. Nuestra estimación es que en el primer trimestre (de 2022) tocó el 10%, pero en el segundo va a bajar», afirmó la economista.
La crisis económica de Venezuela, que oficialmente inició en 2014 e hizo al país perder al menos el 80% de su Producto Interno Bruto (PIB), ha sido la de mayor envergadura en la región americana y uno de los colapsos más severos en la historia moderna. En números, pasó de producir al menos $350.000 millones anuales a un estimado $46,5 millones, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Eso provoca que las mejoras, por más puntuales que puedan ser, reflejen un aumento porcentual muy significativo.
«La razón por la que destaca Venezuela es, obviamente, porque la base de comparación era tan baja que cualquier aumento desde una base tan chiquita resulta en una cifra alta», explica Herrera. Así, de acuerdo con la economista, la dolarización y las flexibilizaciones comerciales fomentaron una agilización que ha favorecido el crecimiento económico.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) precisó la mejora de la economía venezolana en un 5%. Mientras que el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) lo proyecta en 12,3% en el primer semestre de este año (enero-junio).
Por ahora, según las actualizaciones más recientes de la Cepal, las economías de Panamá y República Dominicana serán las que más crecerán en la región este año, con expansiones de 6,3% y 5,3%, respectivamente.
Son estimaciones que contrarían con las de Nicolás Maduro, pues, de acuerdo con el organismo internacional, Venezuela no tendrá el mayor crecimiento de América Latina y el Caribe ni su economía aumentará en dos dígitos.
Puede que la economía venezolana crezca este año, pero otra cosa es que lo pueda hacer de forma sostenida en el tiempo. Para ello, sostiene Herrera, debe haber importantes inversiones que ayuden a mejorar la productividad.
«No es un crecimiento que uno pueda decir que va hacia el desarrollo porque no está acompañado de inversión. No hay una mejora de la productividad», asegura la directora de Síntesis Financiera.
Para conseguir esas inversiones, Herrera sostiene que se deben cumplir al menos estos pasos:
1⃣ Los inversionistas necesitan evaluar los riesgos de inversión y para ello requieren mayor transparencia gubernamental. Por ejemplo, que el Banco Central de Venezuela (BCV) publique cifras actualizadas.
2⃣ Tener condiciones jurídicas favorables y seguridad administrativa.
3⃣ «Tienes que hacer que se olviden del legado de faltas gravísimas de respeto a la propiedad privada, como fue el incumplimiento de tratados bilaterales». Por ejemplo, las nacionalizaciones y expropiaciones hechas por el Gobierno chavista.
4⃣ Dependiendo del sector donde se quiera hacer la inversión, deberá asegurarse de no violar las sanciones internacionales.
Entre las medidas que ha tomado el gobierno de Maduro para buscar esas inversiones destaca la aprobación de la Ley Antibloqueo. Pero, a juicio de Herrera, ésta ni será suficiente para atraer a grandes empresas ni es atractiva.
«No son atractivas porque las empresas serias, grandes, no pueden invertir a oscuras porque tienen rendición de cuentas y no pueden invertir bajo el amparo de una ley que lo que promueve es, precisamente, la oscuridad», sostiene la economista.
Uno de los sectores que más requieren inversión es el de los servicios públicos. Esto ayudaría a mejorar la productividad y los costos de producción. Y así, una de esas tantas inversiones necesarias sería en el servicio de energía eléctrica. «Sería fundamental para entonces poder decir que sí podemos crecer. De lo contrario, vamos a ver una reanimación económica donde las importaciones tienen un papel importante y, al mismo tiempo, restan un espacio al crecimiento del PIB».
¿Cuánto debe crecer la economía venezolana para alcanzar los niveles anteriores a la crisis?
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«Los datos del crecimiento económico del primer semestre, de enero a junio, son datos verdaderamente auspiciosos, contundentes. Es el crecimiento económico más grande de América Latina y el Caribe y lo tiene la economía venezolana, la economía real, no la economía de papeles, de especulación, de mentirita. Es la economía que produce bienes, bienes reales, que produce riqueza».
La frase la dijo el mandatario Nicolás Maduro el pasado 4 de agosto, durante una jornada con distintos emprendedores del país. Allí aseguró que la economía de Venezuela no solo está creciendo, sino que lo hará a niveles no vistos en la región durante este año. Sin embargo, no dio datos concretos ni detalles adicionales sobre el asunto.
#EnVideo📹| Jefe de Estado, @NicolasMaduro acentuó que Venezuela tuvo en el primer semestre del año "el crecimiento económico más grande de América Latina y el Caribe y lo tiene la economía venezolana, la economía real", afirmó.#VivaElTricolorNacional pic.twitter.com/P9SJ0TZJXg
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La Unidad de Verificación de Datos y Fact-cheking de Efecto Cocuyo consultó a la economista Tamara Herrera, directora de la firma Síntesis Financiera, para corroborar lo dicho por el Presidente y esclarecer el panorama en medio de la opacidad oficial.
Si bien existe un consenso en torno al crecimiento de la economía venezolana, las proyecciones no son tan altas como las que asomó el jefe de Estado. Por ejemplo, mientras el mandatario sitúa el incremento entre un 10% y 20%, las estimaciones de Herrera lo ubican en un 7% al cierre de 2022.
«Creemos que hay una reanimación importante, sobre todo en el arranque de este año (2022) y todavía en el segundo trimestre», dijo Herrera. No obstante, explica que ese crecimiento ha estado basado más en un mayor consumo producto de las importaciones que en inversiones a largo plazo que permitan reactivar la producción nacional. «No hay lo que uno pueda llamar camino a desarrollar y tengo la impresión de que esa reanimación está perdiendo fuerza».
Su observación sobre la desaceleración se basa, principalmente, en el estancamiento en el recaudación del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat), que viene a ser un reflejo del desarrollo de la actividad económica.
«En la segunda parte del año va a haber una desaceleración; no una caída, sino una desaceleración. Nuestra estimación es que en el primer trimestre (de 2022) tocó el 10%, pero en el segundo va a bajar», afirmó la economista.
La crisis económica de Venezuela, que oficialmente inició en 2014 e hizo al país perder al menos el 80% de su Producto Interno Bruto (PIB), ha sido la de mayor envergadura en la región americana y uno de los colapsos más severos en la historia moderna. En números, pasó de producir al menos $350.000 millones anuales a un estimado $46,5 millones, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Eso provoca que las mejoras, por más puntuales que puedan ser, reflejen un aumento porcentual muy significativo.
«La razón por la que destaca Venezuela es, obviamente, porque la base de comparación era tan baja que cualquier aumento desde una base tan chiquita resulta en una cifra alta», explica Herrera. Así, de acuerdo con la economista, la dolarización y las flexibilizaciones comerciales fomentaron una agilización que ha favorecido el crecimiento económico.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) precisó la mejora de la economía venezolana en un 5%. Mientras que el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) lo proyecta en 12,3% en el primer semestre de este año (enero-junio).
Por ahora, según las actualizaciones más recientes de la Cepal, las economías de Panamá y República Dominicana serán las que más crecerán en la región este año, con expansiones de 6,3% y 5,3%, respectivamente.
Son estimaciones que contrarían con las de Nicolás Maduro, pues, de acuerdo con el organismo internacional, Venezuela no tendrá el mayor crecimiento de América Latina y el Caribe ni su economía aumentará en dos dígitos.
Puede que la economía venezolana crezca este año, pero otra cosa es que lo pueda hacer de forma sostenida en el tiempo. Para ello, sostiene Herrera, debe haber importantes inversiones que ayuden a mejorar la productividad.
«No es un crecimiento que uno pueda decir que va hacia el desarrollo porque no está acompañado de inversión. No hay una mejora de la productividad», asegura la directora de Síntesis Financiera.
Para conseguir esas inversiones, Herrera sostiene que se deben cumplir al menos estos pasos:
1⃣ Los inversionistas necesitan evaluar los riesgos de inversión y para ello requieren mayor transparencia gubernamental. Por ejemplo, que el Banco Central de Venezuela (BCV) publique cifras actualizadas.
2⃣ Tener condiciones jurídicas favorables y seguridad administrativa.
3⃣ «Tienes que hacer que se olviden del legado de faltas gravísimas de respeto a la propiedad privada, como fue el incumplimiento de tratados bilaterales». Por ejemplo, las nacionalizaciones y expropiaciones hechas por el Gobierno chavista.
4⃣ Dependiendo del sector donde se quiera hacer la inversión, deberá asegurarse de no violar las sanciones internacionales.
Entre las medidas que ha tomado el gobierno de Maduro para buscar esas inversiones destaca la aprobación de la Ley Antibloqueo. Pero, a juicio de Herrera, ésta ni será suficiente para atraer a grandes empresas ni es atractiva.
«No son atractivas porque las empresas serias, grandes, no pueden invertir a oscuras porque tienen rendición de cuentas y no pueden invertir bajo el amparo de una ley que lo que promueve es, precisamente, la oscuridad», sostiene la economista.
Uno de los sectores que más requieren inversión es el de los servicios públicos. Esto ayudaría a mejorar la productividad y los costos de producción. Y así, una de esas tantas inversiones necesarias sería en el servicio de energía eléctrica. «Sería fundamental para entonces poder decir que sí podemos crecer. De lo contrario, vamos a ver una reanimación económica donde las importaciones tienen un papel importante y, al mismo tiempo, restan un espacio al crecimiento del PIB».