A través de un tuit se difundió y viralizó un estudio supuestamente financiado por el labortorio Moderna, que afirma que la vacuna del COVID-19 induce la infección por SARS–CoV–2 en los pacientes días después de haber recibido la dosis. Esto es falso.
El usuario @bell00david, quien hizo la publicación, suele compartir desinformación relacionada con las vacunas y con la pandemia a través de su cuenta en Twitter. El trino contiene una imagen en la que se compara la efectividad de la vacuna contra las distintas variantes de la enfermedad.
La Unidad de Verificación de Datos y Fact-checking de Efecto Cocuyo consultó organismos internacionales de salud para conocer sobre la efectividad de la vacuna de Moderna (también conocida como Spikevax) y verificar la veracidad de la información.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), antes de sacar las vacunas al mercado, se realizan pruebas que se orientan a certificar la seguridad y la eficacia para prevenir la enfermedad. En el caso de la inyección contra COVID-19 también se evalúa la protección ante síntomas graves.
El organismo internacional explica que, además, de proveer inmunidad ante afecciones adversas para el organismo, las vacunas previenen los efectos graves de la enfermedad en el paciente, entre ellos la hospitalización y la muerte. Pero no sugiere que la inyección promueve la infección por SARS–CoV–2.
En su página web, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) describe el funcionamiento de Spikevax de la siguiente manera:
La EMA detalla que, de acuerdo con Moderna, la vacuna demostró 94,1% de eficacia con dos dosis durannte los ensayos clínicos. La efectividad del inmunizante fue de 90,9% en pacientes con riesgo de enfermedad grave; es decir, aquellos con patologías como enfermedad pulmonar crónica, enfermedad cardíaca, obesidad, enfermedad hepática, diabetes o infección por VIH.
Con respecto a la respuesta inmunitaria, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos explican que la efectividad de vacuna COVID-19 de Moderna tiene una duración aproximada de cinco meses después de la vacunación; y que ante hospitalizaciones o enfermedad grave, la inyección es segura hasta seis meses después.
Ni los fabricantes de vacunas ni los organismos de salud han estudiado la probabilidad de que la vacuna facilite en los pacientes la infección por SARS–CoV–2. En conclusión, es falso que la farmacéutica Moderna hizo un estudio que demuestra esto.
Si recibes cadenas o ves información sospechosa en las redes sociales, puedes reenviarlas a chequea@efectococuyo.com o al número de WhatsApp (0412) 015-0022, y así estarás ayudando a combatir la desinformación.
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A través de un tuit se difundió y viralizó un estudio supuestamente financiado por el labortorio Moderna, que afirma que la vacuna del COVID-19 induce la infección por SARS–CoV–2 en los pacientes días después de haber recibido la dosis. Esto es falso.
El usuario @bell00david, quien hizo la publicación, suele compartir desinformación relacionada con las vacunas y con la pandemia a través de su cuenta en Twitter. El trino contiene una imagen en la que se compara la efectividad de la vacuna contra las distintas variantes de la enfermedad.
La Unidad de Verificación de Datos y Fact-checking de Efecto Cocuyo consultó organismos internacionales de salud para conocer sobre la efectividad de la vacuna de Moderna (también conocida como Spikevax) y verificar la veracidad de la información.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), antes de sacar las vacunas al mercado, se realizan pruebas que se orientan a certificar la seguridad y la eficacia para prevenir la enfermedad. En el caso de la inyección contra COVID-19 también se evalúa la protección ante síntomas graves.
El organismo internacional explica que, además, de proveer inmunidad ante afecciones adversas para el organismo, las vacunas previenen los efectos graves de la enfermedad en el paciente, entre ellos la hospitalización y la muerte. Pero no sugiere que la inyección promueve la infección por SARS–CoV–2.
En su página web, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) describe el funcionamiento de Spikevax de la siguiente manera:
La EMA detalla que, de acuerdo con Moderna, la vacuna demostró 94,1% de eficacia con dos dosis durannte los ensayos clínicos. La efectividad del inmunizante fue de 90,9% en pacientes con riesgo de enfermedad grave; es decir, aquellos con patologías como enfermedad pulmonar crónica, enfermedad cardíaca, obesidad, enfermedad hepática, diabetes o infección por VIH.
Con respecto a la respuesta inmunitaria, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos explican que la efectividad de vacuna COVID-19 de Moderna tiene una duración aproximada de cinco meses después de la vacunación; y que ante hospitalizaciones o enfermedad grave, la inyección es segura hasta seis meses después.
Ni los fabricantes de vacunas ni los organismos de salud han estudiado la probabilidad de que la vacuna facilite en los pacientes la infección por SARS–CoV–2. En conclusión, es falso que la farmacéutica Moderna hizo un estudio que demuestra esto.
Si recibes cadenas o ves información sospechosa en las redes sociales, puedes reenviarlas a chequea@efectococuyo.com o al número de WhatsApp (0412) 015-0022, y así estarás ayudando a combatir la desinformación.