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La Organización Mundial de la Salud (OMS) inauguró este 22 de mayo la 75ª Asamblea Mundial de la Salud, en Suiza, con la advertencia de que la pandemia no terminará hasta que las vacunas contra COVID-19 lleguen a los países más pobres, pese a que muchas naciones ya han levantado medidas de restricción.

«No acabará hasta que lo haya hecho en todos los países», afirmó en el discurso inaugural el director general del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ante ministros de salud de todo el mundo. «La pandemia no desaparecerá mágicamente».  

El vocero afirmó que 60% de la población mundial ya está vacunada contra el COVID-19, lo que ayudó a disminuir las hospitalizaciones y muertes, pero advirtió que mil millones de personas en países de bajos ingresos aún no están vacunadas, mientras los contagios están en alza en casi 70 países en todas las regiones. 

Solo 57 países han alcanzado la meta de vacunar a 70 % de su población. «Pedimos a esos países que han alcanzado ese 70 % que ayuden a los que aún no lo han conseguido», añadió durante la primera edición presencial de la asamblea de la OMS desde el inicio de la emergencia global.

Igualmente aseguró que la sensación de normalidad que hay en algunos países puede hacer que el mundo «baje la guardia peligrosamente», justo en un momento marcado por la reducción de pruebas diagnósticas, lo que impide conocer la verdadera incidencia de la enfermedad.

El representante de la OMS destacó que la pandemia no es el único problema de salud pública en el mundo: expertos están respondiendo a brotes de ébola en el Congo, la viruela del mono y casos de hepatitis aguda de origen desconocido en diversos países, al igual que otras emergencias humanitarias complejas en países como Afganistán y Siria.

Tedros Adhanom Ghebreyesus además resaltó el impacto de la guerra en Ucrania y recordó que los conflictos «privan a poblaciones enteras de servicios de salud esenciales», y dejan a niños sin vacunar y a personas sin tratamientos vitales.

«La guerra además crea las condiciones ideales para que las enfermedades se expandan», subrayó al destacar que la gripe de 1918, una de las peores pandemias de la historia, coincidió con la Primera Guerra Mundial.

El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó en un mensaje en video que la asamblea debe debatir un aumento de la financiación de la OMS, luego de que la pandemia evidenciara que no contaba con recursos necesarios para responder a una crisis sanitaria mundial como la generada por el COVID-19.

Con información de EFE y OMS.