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Chevron declaró que su producción de crudo en Venezuela podría aumentar en un 50 % este año, desde los niveles actuales de unos 100.000 barriles diarios «si todo va bien». 

A finales del año pasado, el Gobierno de EE. UU. autorizó a la empresa a reanudar algunos trabajos en sus empresas conjuntas con la estatal venezolana Pdvsa tras la relajación de las sanciones contra el país. 

«Tenemos que ir paso a paso», dijo Mike Wirth, Consejero Delegado, a los inversores en una llamada telefónica. «Hay una gran cantidad de actividades de reacondicionamiento relativamente sencillas que pueden ayudar a aumentar la producción, sin grandes compromisos de capital». 

A la pregunta de si Chevron estaba buscando una prórroga de su actual licencia de seis meses, Wirth dijo que cualquier otra exención de sanciones se decidiría en Washington. «Esa es una decisión que toma el gobierno de EE. UU., no es realmente una negociación, es su decisión», dijo. 

Chevron también ha comenzado a extraer crudo de Venezuela, suministrando 8,7 millones de barriles a EE. UU. durante los tres primeros meses del año. 

La producción mundial de Chevron descendió ligeramente en el primer trimestre debido a la expiración de un contrato en Tailandia y a la venta de sus activos de esquisto Eagle Ford en Texas. 

La producción mundial disminuyó 3 puntos porcentuales respecto a los tres primeros meses de 2022, hasta 2,98 millones de barriles diarios equivalentes de petróleo (bpe/d). El descenso se vio parcialmente compensado por un aumento del 4% en la producción de la cuenca del Pérmico en Texas y Nuevo México. 

«Esperamos que el crecimiento de la producción de 2023 en el Pérmico se produzca en la parte final, a medida que aumenten los pozos puestos en producción tanto en las áreas operadas como en las no operadas», dijo la compañía.  

Se espera que la producción de todo el año en el Pérmico aumente un 10% con respecto a 2022. 

Los beneficios del primer trimestre ascendieron a 6.600 millones de dólares, frente a los 6.300 millones del año anterior. 

Chevron atribuyó el aumento a los mayores márgenes de las ventas de productos refinados, compensados en parte por los menores precios del petróleo y el gas natural. 

Durante el primer trimestre, la empresa puso en marcha el proyecto Mad Dog 2 en el Golfo de México. 

El productor aumentó su dividendo en torno a un 6% en el trimestre, y también incrementó el ritmo anual de recompra de acciones hasta los 17.500 millones de dólares. 

«Estamos obteniendo sólidos resultados financieros y aumentando el efectivo devuelto a los accionistas», declaró Wirth. 

Chevron contabilizó durante el trimestre un cargo de 130 millones de dólares relacionado con los cambios en el impuesto sobre los beneficios de la energía en el Reino Unido. 

Con información de Argus Media