El huracán Ian, de categoría 3 y vientos de más de 200 km/h, atravesó en la madrugada del martes Cuba por la provincia de Pinar del Río y se dirige ahora por el golfo de México hacia la península de Florida, en Estados Unidos.
Las autoridades de la isla avanzaron que los daños materiales son «considerables» y se informó de la muerte de una mujer de 43 años cuya casa se derrumbó.
Un millón de personas se quedaron sin electricidad.
En las provincias occidentales de Pinar del Río y Mayabeque se produjeron daños en viviendas, edificios públicos, fábricas, campos, casas de tabaco y carreteras, debido a inundaciones -tanto por las precipitaciones como por la entrada del mar en áreas costeras- y a la caída de árboles y postes eléctricos derribados por los fuertes vientos.
Colegios y otros servicios públicos quedaron suspendidos, como la inmensa mayoría del transporte terrestre y marítimo.
En cuanto Ian se fortaleció el lunes, las autoridades del estado de Florida (EE.UU.) instaron a los residentes a «hacer sus preparativos» para enfrentar la tormenta.
Se pronostica que, tras su paso por Cuba, Ian siga su ruta por el noroeste del Caribe y llegue el miércoles a la costa oeste de Florida.
El las últimas horas los pronósticos han cambiado y es probable que no impacte directamente como se esperaba en la ciudad de Tampa, sino más al sur.
Lo cierto es que la trayectoria exacta del huracán es incierta, pero el gobernador Ron DeSantis advirtió sobre «amplios impactos en todo el estado».
A lo largo de la costa oeste de Florida, los estantes de las tiendas de comestibles se vaciaron rápidamente y hubo largas colas en las gasolineras.
Funcionarios locales están distribuyendo sacos de arena gratuitos para ayudar a los residentes a proteger sus hogares de las inundaciones.
Meteorólogos dijeron que es posible que se produzcan inundaciones repentinas en gran parte la península de Florida y los Cayos.
El gobernador declaró el estado de emergencia para todo Florida durante el fin de semana y activó a 5.000 soldados de la Guardia Nacional para ayudar con los esfuerzos de socorro.
DeSantis dijo que Ian representa un riesgo de «marejadas ciclónicas peligrosas, fuertes lluvias, inundaciones repentinas, vientos fuertes, mares peligrosos y actividad aislada de tornados».
«Este es un huracán realmente grande en este momento», dijo en conferencia de prensa este lunes, instando a los residentes a «mantener la calma», pero «hacer lo que sea necesario para estar preparados».
La Casa Blanca también brindará su apoyo en caso de desastre.
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El huracán Ian, de categoría 3 y vientos de más de 200 km/h, atravesó en la madrugada del martes Cuba por la provincia de Pinar del Río y se dirige ahora por el golfo de México hacia la península de Florida, en Estados Unidos.
Las autoridades de la isla avanzaron que los daños materiales son «considerables» y se informó de la muerte de una mujer de 43 años cuya casa se derrumbó.
Un millón de personas se quedaron sin electricidad.
En las provincias occidentales de Pinar del Río y Mayabeque se produjeron daños en viviendas, edificios públicos, fábricas, campos, casas de tabaco y carreteras, debido a inundaciones -tanto por las precipitaciones como por la entrada del mar en áreas costeras- y a la caída de árboles y postes eléctricos derribados por los fuertes vientos.
Colegios y otros servicios públicos quedaron suspendidos, como la inmensa mayoría del transporte terrestre y marítimo.
En cuanto Ian se fortaleció el lunes, las autoridades del estado de Florida (EE.UU.) instaron a los residentes a «hacer sus preparativos» para enfrentar la tormenta.
Se pronostica que, tras su paso por Cuba, Ian siga su ruta por el noroeste del Caribe y llegue el miércoles a la costa oeste de Florida.
El las últimas horas los pronósticos han cambiado y es probable que no impacte directamente como se esperaba en la ciudad de Tampa, sino más al sur.
Lo cierto es que la trayectoria exacta del huracán es incierta, pero el gobernador Ron DeSantis advirtió sobre «amplios impactos en todo el estado».
A lo largo de la costa oeste de Florida, los estantes de las tiendas de comestibles se vaciaron rápidamente y hubo largas colas en las gasolineras.
Funcionarios locales están distribuyendo sacos de arena gratuitos para ayudar a los residentes a proteger sus hogares de las inundaciones.
Meteorólogos dijeron que es posible que se produzcan inundaciones repentinas en gran parte la península de Florida y los Cayos.
El gobernador declaró el estado de emergencia para todo Florida durante el fin de semana y activó a 5.000 soldados de la Guardia Nacional para ayudar con los esfuerzos de socorro.
DeSantis dijo que Ian representa un riesgo de «marejadas ciclónicas peligrosas, fuertes lluvias, inundaciones repentinas, vientos fuertes, mares peligrosos y actividad aislada de tornados».
«Este es un huracán realmente grande en este momento», dijo en conferencia de prensa este lunes, instando a los residentes a «mantener la calma», pero «hacer lo que sea necesario para estar preparados».
La Casa Blanca también brindará su apoyo en caso de desastre.