El juez federal argentino Federico Villena ordenó la liberación de la carga introducida en el país a bordo del avión venezolano-iraní Boeing 747-300 incautado en el aeropuerto internacional de Ezeiza, después de que la naturaleza del vuelo y el tamaño de la tripulación levantaran sospechas.
La aeronave, de bandera venezolana, pertenece a Emtrasur, una filial de carga de la compañía estatal Conviasa y anteriormente volaba para la iraní Mahan Air. Las tres aerolíneas están en la lista negra de las autoridades estadounidenses por su presunta implicación en el terrorismo patrocinado por Irán en todo el mundo.
El avión aterrizó en Buenos Aires el 8 de junio procedente del aeropuerto internacional de Querétaro con una tripulación de 19 personas (14 venezolanos y 5 iraníes). La carga consistía en piezas de automóviles procedentes de México para una fábrica de Volkswagen en Argentina.
La semana pasada, el gobierno iraní exigió que los 5 miembros de la tripulación que siguen retenidos en Buenos Aires, sin poder salir del país pero con libertad para deambular a discreción, sean autorizados a regresar a su país.
“No hay ninguna razón para que nuestros ciudadanos estén detenidos, son personal civil de alto nivel que estaba cooperando en el entrenamiento de venezolanos para operar uno de los aviones que fueron comprados a Irán”, afirmó Teherán.
Las autoridades argentinas tienen hasta el miércoles para pronunciarse al respecto. Hasta el momento, no hay pruebas suficientes para pasar a una acusación formal, según se informó, mientras que los exhortos enviados a Estados Unidos, Paraguay y Uruguay siguen sin respuesta.
El avión de Emtrasur transportaba asientos para el modelo Taos fabricado por Volkswagen en Argentina.
Se espera que el juez permita este martes a la tripulación abandonar el país, según informes de la prensa local.
Dirigentes judíos afirmaron que el avión operaba con un manifiesto que presentaba irregularidades. Mahan Air fue sancionada por Estados Unidos, que la considera un brazo logístico de la Fuerza Quds, una rama de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica especializada en la guerra asimétrica y en operaciones de inteligencia militar, incluyendo probablemente el atentado de 1994 contra la asociación israelí AMIA en Buenos Aires.
Con información de Mercopress
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El juez federal argentino Federico Villena ordenó la liberación de la carga introducida en el país a bordo del avión venezolano-iraní Boeing 747-300 incautado en el aeropuerto internacional de Ezeiza, después de que la naturaleza del vuelo y el tamaño de la tripulación levantaran sospechas.
La aeronave, de bandera venezolana, pertenece a Emtrasur, una filial de carga de la compañía estatal Conviasa y anteriormente volaba para la iraní Mahan Air. Las tres aerolíneas están en la lista negra de las autoridades estadounidenses por su presunta implicación en el terrorismo patrocinado por Irán en todo el mundo.
El avión aterrizó en Buenos Aires el 8 de junio procedente del aeropuerto internacional de Querétaro con una tripulación de 19 personas (14 venezolanos y 5 iraníes). La carga consistía en piezas de automóviles procedentes de México para una fábrica de Volkswagen en Argentina.
La semana pasada, el gobierno iraní exigió que los 5 miembros de la tripulación que siguen retenidos en Buenos Aires, sin poder salir del país pero con libertad para deambular a discreción, sean autorizados a regresar a su país.
“No hay ninguna razón para que nuestros ciudadanos estén detenidos, son personal civil de alto nivel que estaba cooperando en el entrenamiento de venezolanos para operar uno de los aviones que fueron comprados a Irán”, afirmó Teherán.
Las autoridades argentinas tienen hasta el miércoles para pronunciarse al respecto. Hasta el momento, no hay pruebas suficientes para pasar a una acusación formal, según se informó, mientras que los exhortos enviados a Estados Unidos, Paraguay y Uruguay siguen sin respuesta.
El avión de Emtrasur transportaba asientos para el modelo Taos fabricado por Volkswagen en Argentina.
Se espera que el juez permita este martes a la tripulación abandonar el país, según informes de la prensa local.
Dirigentes judíos afirmaron que el avión operaba con un manifiesto que presentaba irregularidades. Mahan Air fue sancionada por Estados Unidos, que la considera un brazo logístico de la Fuerza Quds, una rama de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica especializada en la guerra asimétrica y en operaciones de inteligencia militar, incluyendo probablemente el atentado de 1994 contra la asociación israelí AMIA en Buenos Aires.
Con información de Mercopress