La negociación colectiva ha jugado un papel crucial a la hora de mitigar el impacto de la pandemia de COVID, protegiendo a millones de trabajadores, destacó este 5 de mayo la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que animó a extender esta práctica para afrontar los desafíos que enfrenta el empleo en el futuro.
Las negociaciones entre trabajadores y empleadores «han sido capitales a la hora de crear resiliencia, proteger a empleados y empresas, asegurar la continuidad de los negocios y salvar empleos y sueldos», destacó en la presentación de un informe sobre diálogo social el director general de la OIT, Guy Ryder.
Según la OIT, la negociación colectiva ha contribuido a implementar las medidas de protección sanitaria que requirió la pandemia, incluyendo el teletrabajo, que a través de este diálogo social «está evolucionando a modelos más duraderos», señaló el informe.
Muchas de estas negociaciones incluyen acuerdos de bajas por enfermedad remuneradas que también han sido importantes para proteger a millones de empleados en la crisis sanitaria, indica la OIT.
En el informe, la centenaria organización destaca que en los países donde más empleados son cubiertos por estas negociaciones colectivas las diferencias salariales son menores, y también se reduce la brecha de género en el mundo del trabajo.
Un 59 % de los acuerdos colectivos analizados en el informe por la OIT reflejan en este sentido un compromiso para reducir esa brecha de género mediante medidas como garantías de igual remuneración a hombres y mujeres, permisos de paternidad y maternidad, y lucha contra el acoso y la violencia en el lugar de trabajo.
El estudio analiza prácticas en 80 países y marcos legales en 125, concluyendo que alrededor de un 35 % de los trabajadores globales tienen sueldos, horarios y determinadas condiciones de trabajo acordadas por una negociación colectiva.
Este porcentaje varía sensiblemente según la región, siendo de más del 75 % en la mayoría de los países europeos mientras que en más de la mitad de las naciones estudiadas no supera el 25 %.
La situación es especialmente diversa en Latinoamérica, donde Uruguay y Brasil están en el grupo de países con más de un 75 % de los trabajadores protegidos por negociaciones colectivas, mientras que en Argentina son menos de la mitad y en el resto de las naciones de la región no alcanzan el 25 %.
La OIT subraya que la negociación colectiva seguirá siendo una herramienta esencial para responder a los desafíos que afronta el mundo del trabajo, tales como la creciente diversificación de modelos que está produciendo un aumento de los trabajos parciales, los contratos puntuales, el empleo autónomo o las plataformas de servicios.
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La negociación colectiva ha jugado un papel crucial a la hora de mitigar el impacto de la pandemia de COVID, protegiendo a millones de trabajadores, destacó este 5 de mayo la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que animó a extender esta práctica para afrontar los desafíos que enfrenta el empleo en el futuro.
Las negociaciones entre trabajadores y empleadores «han sido capitales a la hora de crear resiliencia, proteger a empleados y empresas, asegurar la continuidad de los negocios y salvar empleos y sueldos», destacó en la presentación de un informe sobre diálogo social el director general de la OIT, Guy Ryder.
Según la OIT, la negociación colectiva ha contribuido a implementar las medidas de protección sanitaria que requirió la pandemia, incluyendo el teletrabajo, que a través de este diálogo social «está evolucionando a modelos más duraderos», señaló el informe.
Muchas de estas negociaciones incluyen acuerdos de bajas por enfermedad remuneradas que también han sido importantes para proteger a millones de empleados en la crisis sanitaria, indica la OIT.
En el informe, la centenaria organización destaca que en los países donde más empleados son cubiertos por estas negociaciones colectivas las diferencias salariales son menores, y también se reduce la brecha de género en el mundo del trabajo.
Un 59 % de los acuerdos colectivos analizados en el informe por la OIT reflejan en este sentido un compromiso para reducir esa brecha de género mediante medidas como garantías de igual remuneración a hombres y mujeres, permisos de paternidad y maternidad, y lucha contra el acoso y la violencia en el lugar de trabajo.
El estudio analiza prácticas en 80 países y marcos legales en 125, concluyendo que alrededor de un 35 % de los trabajadores globales tienen sueldos, horarios y determinadas condiciones de trabajo acordadas por una negociación colectiva.
Este porcentaje varía sensiblemente según la región, siendo de más del 75 % en la mayoría de los países europeos mientras que en más de la mitad de las naciones estudiadas no supera el 25 %.
La situación es especialmente diversa en Latinoamérica, donde Uruguay y Brasil están en el grupo de países con más de un 75 % de los trabajadores protegidos por negociaciones colectivas, mientras que en Argentina son menos de la mitad y en el resto de las naciones de la región no alcanzan el 25 %.
La OIT subraya que la negociación colectiva seguirá siendo una herramienta esencial para responder a los desafíos que afronta el mundo del trabajo, tales como la creciente diversificación de modelos que está produciendo un aumento de los trabajos parciales, los contratos puntuales, el empleo autónomo o las plataformas de servicios.