El Comité de los Derechos del Niño de la ONU dijo este martes que cuenta con información de fuentes fiables que indica que en las recientes protestas indígenas ocurridas en Ecuador se dispararon «gases lacrimógenos y perdigones» contra grupos de manifestantes entre los que había niños.
«Hemos recibido información de niños expuestos a los graves efectos secundarios causados por el uso indiscriminado y desproporcionado de gases lacrimógenos», señaló el Comité en una declaración emitida en Ginebra.
Indicó que se le ha transmitido que hubo «muchos niños y niñas que deambulan solos por la capital del país, sin protección y sin contacto con sus cuidadores o referentes familiares adultos como consecuencia de las acciones represivas del Estado».
«También nos preocupa el importante número de adolescentes lesionados», agregó la instancia de la ONU, encargada de velar por el cumplimento de la Convención de los Derechos del Niño, a la que se han adherido la gran mayoría de países.
Según el Comité, los testimonios que han emergido indican «la profunda confusión, angustia y miedo que experimentan los niños y adolescentes como consecuencia del caos provocado por la represión descontrolada, que incluso se ha extendido a zonas identificadas como pacíficas».
«El brutal desalojo de asambleas no violentas en sitios como la Casa de la Cultura, donde muchas madres se reunían en compañía de niños, niñas y adolescentes, fue especialmente grave e injustificable», agregó.
En su declaración, el Comité también saluda el levantamiento del estado de emergencia y el diálogo que han entablado las autoridades y los líderes indígenas, pero considera que junto a esto debe haber una investigación del excesivo uso de la fuerza que denuncia.
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El Comité de los Derechos del Niño de la ONU dijo este martes que cuenta con información de fuentes fiables que indica que en las recientes protestas indígenas ocurridas en Ecuador se dispararon «gases lacrimógenos y perdigones» contra grupos de manifestantes entre los que había niños.
«Hemos recibido información de niños expuestos a los graves efectos secundarios causados por el uso indiscriminado y desproporcionado de gases lacrimógenos», señaló el Comité en una declaración emitida en Ginebra.
Indicó que se le ha transmitido que hubo «muchos niños y niñas que deambulan solos por la capital del país, sin protección y sin contacto con sus cuidadores o referentes familiares adultos como consecuencia de las acciones represivas del Estado».
«También nos preocupa el importante número de adolescentes lesionados», agregó la instancia de la ONU, encargada de velar por el cumplimento de la Convención de los Derechos del Niño, a la que se han adherido la gran mayoría de países.
Según el Comité, los testimonios que han emergido indican «la profunda confusión, angustia y miedo que experimentan los niños y adolescentes como consecuencia del caos provocado por la represión descontrolada, que incluso se ha extendido a zonas identificadas como pacíficas».
«El brutal desalojo de asambleas no violentas en sitios como la Casa de la Cultura, donde muchas madres se reunían en compañía de niños, niñas y adolescentes, fue especialmente grave e injustificable», agregó.
En su declaración, el Comité también saluda el levantamiento del estado de emergencia y el diálogo que han entablado las autoridades y los líderes indígenas, pero considera que junto a esto debe haber una investigación del excesivo uso de la fuerza que denuncia.