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59 % de las escuelas de Venezuela tienen fallas de infraestructura y luz, revela balance de Cecodap 

LA HUMANIDAD · 6 JULIO, 2022 14:52

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Albany Andara Meza | @AlbanyAndara


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El primer año de clases presenciales en Venezuela tras la pandemia estuvo caracterizado por planteles deteriorados, graves fallas de servicios públicos, déficit de docentes y limitaciones en el programa de alimentación, alertó Cecodap (Centros Comunitarios de Aprendizaje) este 6 de julio en la presentación de su balance anual titulado «Estudiar entre ruinas»

En el informe, la organización dedicada a defender los derechos de la infancia revela que el 59 % de las escuelas abordadas reporta daños de infraestructuras y fallas de electricidad. En las escuelas se encontraron techos rotos o con agujeros, filtraciones, baños fuera de servicios, pinturas en mal estado, rejas, muros y paredes caídos, mobiliario roto, botes de aguas negras y otros desgastes. 

Además, el 54 % de los colegios aseguró tener un precario acceso al agua potable y el 89 % registra déficit de educadores, especialmente en el área de ciencias. El 63 % de estos centros educativos cubre la ausencia de profesores con personal jubilado o profesionales de otras áreas diferentes a la educación, pero con experiencia pedagógica, afirma Cecodap. 

«Lo que caracteriza el retorno a clases presenciales es una profunda desigualdad entre los niños con escuelas con condiciones y oportunidades y aquellos que no las tienen. La brecha educativa es muy profunda: las familias van a la deriva», dijo Carlos Trapani, coordinador del servicio jurídico de la organización. 

Tras dos años en modalidad remota, a causa de la pandemia del COVID-19 que llegó al país en marzo 2020, las actividades en las aulas se retomaron a finales de 2021 y principios de 2022 en Venezuela.

Las cifras oficiales

Para realizar la investigación y el balance del año 2021 – 2022, Cecodap encuestó a 56 instituciones educativas en nueve estados del país (Anzoátegui, Aragua, Bolívar, Carabobo, Distrito Capital, Falcón, Lara, Miranda y Zulia). Sobre ello, Trapani apuntó que la falta de cifras oficiales del Estado fue una de las limitantes para el análisis de problemáticas específicas. 

Durante el año escolar 2021-2022, el Ministerio de Educación en Venezuela afirmó que hay una matrícula de 8.763.066 estudiantes inscritos. No obstante, la Unesco reportó 8.989.863 de jóvenes en el sistema escolar, de los cuales 36,5% son niños y niñas de primaria y el 26,5% cursan el bachillerato. Entre estas cifras hay una diferencia de 226.797 alumnos. 

«Eso nos hace preguntarnos, ¿dónde están esos estudiantes?», comentó Trapani. 

Sin bioseguridad en los colegios, advierte Cecodap

El balance de Cecodap arroja que el 96% de los centros educativos encuestados no fueron dotados con insumos de bioseguridad por parte del Ministerio de Educación para el regreso a clases de los niños. 

«Los costos de esos materiales en la mayoría de los casos fueron asumidos por docentes o las familias que integran la comunidad educativa», señaló Trapani. El 52 % de los planteles siguen reportando la falta de estos insumos. 

El coordinador agregó que el 73% de los centros educativos encuestados retomaron la jornada escolar presencial por orden del Ministerio de Educación. No obstante, no se emitieron orientaciones específicas sobre adaptaciones curriculares o «metodologías concretas para el acompañamiento psicosocial para los docentes, niños, niñas y adolescentes». 

Vanessa Moreno Losada, coordinadora de Comunicaciones en Cecodap, explicó que pocos planteles realizaron nivelaciones para los niños que llegaron con dificultades de lectoescritura o matemáticas. 

«Fueron quizás cuatro (de 56) los que lo hicieron, y por iniciativas de los profesores», comentó a Efecto Cocuyo

El precario acceso a alimentación y transporte 

Cecodap también alertó que el 55% de los centros educativos que forman parte de la muestra del balance presentan fallas en el programa de alimentación escolar. Una de las principales problemáticas es que los alimentos no cubren las necesidades nutricionales mínimas para un niño, niña o adolescente. 

«Las personas encuestadas informan que la tendencia es que los estudiantes acuden a los centros educativos incluso cuando la alimentación resulte deficiente nutricionalmente frente a las limitaciones de obtener alimentos en sus casas», reza el informe. 

Por otro lado, 38 % de las instituciones educativas no tienen acceso a transporte público. En algunos casos, se redujeron las horas de clase, tomando en consideración las distancias que deben recorrer estudiantes y representantes.

«Estas condiciones tan adversas comprometen la calidad del proceso educativo. El no disponer de condiciones mínimas para garantizar la presencialidad segura y digna de los estudiantes representa una vulneración al principio de prioridad absoluta reconocido en la ley», señala Cecodap. 

Riesgo de deserción 

No hay cifras oficiales de deserción estudiantil en Venezuela ofrecidas por el Estado. No obstante, la ONG identificó algunos fenómenos que pueden influir actualmente en el abandono de las aulas: cambios de colegios por falta de transporte, trabajo adolescente y migración interna por precios de la gasolina.

“La pérdida de la capacidad de compra del salario, la dolarización de facto de la economía nacional y familiar aunado a los problemas estructurales que presenta el sistema educativo son factores que han provocado que niños, niñas y adolescentes abandonen las aulas de clases para generar ingresos que les permita cubrir sus necesidades básicas y la de sus familias”, establece el balance. 

Moreno comentó que hubo casos en los que varios estudiantes negociaban con los docentes un horario que les permitiera trabajar y seguir insertados en el sistema educativo. 

Las recomendaciones de Cecodap

Frente al panorama educativo en Venezuela, que la Federación Venezolana de Maestros (FVM) declaró en emergencia, las recomendaciones de Cecodap al Estado y los planteles son: 

1️⃣ Establecer políticas públicas con acciones definidas donde se prioricen a los centros educativos como espacios primarios de formación y protección.

2️⃣ Diseñar protocolos sanitarios para garantizar seguridad en las escuelas. 

3️⃣ Garantizar las condiciones para establecer estrategias de retorno de acuerdo con la realidad de cada institución. 

4️⃣ Valorar las opiniones de la familia como actores claves. 

5️⃣ Ofrecer acompañamiento psicosocial a niños, niñas, adolescentes y docentes. 

6️⃣ Persistir en promover espacios de sensibilización e información con la comunidad educativa sobre bioseguridad, salud mental, convivencia, emociones y resolución de conflictos. 

7️⃣ Estableces equipos de gestión de riesgos para verificar el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad que se implementen en las escuelas. Además, evitar cualquier discriminación, estigma o actitudes negativas frente a una persona que resulte con un diagnóstico positivo de COVID-19.

8️⃣ Diseñar mecanismos para garantizar la participación y la opinión de los niños, niñas y adolescentes y reconocer la importancia que tienen como protagonistas de su propia formación. 

LA HUMANIDAD · 22 JULIO, 2022

59 % de las escuelas de Venezuela tienen fallas de infraestructura y luz, revela balance de Cecodap 

Texto por Albany Andara Meza | @AlbanyAndara

El primer año de clases presenciales en Venezuela tras la pandemia estuvo caracterizado por planteles deteriorados, graves fallas de servicios públicos, déficit de docentes y limitaciones en el programa de alimentación, alertó Cecodap (Centros Comunitarios de Aprendizaje) este 6 de julio en la presentación de su balance anual titulado «Estudiar entre ruinas»

En el informe, la organización dedicada a defender los derechos de la infancia revela que el 59 % de las escuelas abordadas reporta daños de infraestructuras y fallas de electricidad. En las escuelas se encontraron techos rotos o con agujeros, filtraciones, baños fuera de servicios, pinturas en mal estado, rejas, muros y paredes caídos, mobiliario roto, botes de aguas negras y otros desgastes. 

Además, el 54 % de los colegios aseguró tener un precario acceso al agua potable y el 89 % registra déficit de educadores, especialmente en el área de ciencias. El 63 % de estos centros educativos cubre la ausencia de profesores con personal jubilado o profesionales de otras áreas diferentes a la educación, pero con experiencia pedagógica, afirma Cecodap. 

«Lo que caracteriza el retorno a clases presenciales es una profunda desigualdad entre los niños con escuelas con condiciones y oportunidades y aquellos que no las tienen. La brecha educativa es muy profunda: las familias van a la deriva», dijo Carlos Trapani, coordinador del servicio jurídico de la organización. 

Tras dos años en modalidad remota, a causa de la pandemia del COVID-19 que llegó al país en marzo 2020, las actividades en las aulas se retomaron a finales de 2021 y principios de 2022 en Venezuela.

Las cifras oficiales

Para realizar la investigación y el balance del año 2021 – 2022, Cecodap encuestó a 56 instituciones educativas en nueve estados del país (Anzoátegui, Aragua, Bolívar, Carabobo, Distrito Capital, Falcón, Lara, Miranda y Zulia). Sobre ello, Trapani apuntó que la falta de cifras oficiales del Estado fue una de las limitantes para el análisis de problemáticas específicas. 

Durante el año escolar 2021-2022, el Ministerio de Educación en Venezuela afirmó que hay una matrícula de 8.763.066 estudiantes inscritos. No obstante, la Unesco reportó 8.989.863 de jóvenes en el sistema escolar, de los cuales 36,5% son niños y niñas de primaria y el 26,5% cursan el bachillerato. Entre estas cifras hay una diferencia de 226.797 alumnos. 

«Eso nos hace preguntarnos, ¿dónde están esos estudiantes?», comentó Trapani. 

Sin bioseguridad en los colegios, advierte Cecodap

El balance de Cecodap arroja que el 96% de los centros educativos encuestados no fueron dotados con insumos de bioseguridad por parte del Ministerio de Educación para el regreso a clases de los niños. 

«Los costos de esos materiales en la mayoría de los casos fueron asumidos por docentes o las familias que integran la comunidad educativa», señaló Trapani. El 52 % de los planteles siguen reportando la falta de estos insumos. 

El coordinador agregó que el 73% de los centros educativos encuestados retomaron la jornada escolar presencial por orden del Ministerio de Educación. No obstante, no se emitieron orientaciones específicas sobre adaptaciones curriculares o «metodologías concretas para el acompañamiento psicosocial para los docentes, niños, niñas y adolescentes». 

Vanessa Moreno Losada, coordinadora de Comunicaciones en Cecodap, explicó que pocos planteles realizaron nivelaciones para los niños que llegaron con dificultades de lectoescritura o matemáticas. 

«Fueron quizás cuatro (de 56) los que lo hicieron, y por iniciativas de los profesores», comentó a Efecto Cocuyo

El precario acceso a alimentación y transporte 

Cecodap también alertó que el 55% de los centros educativos que forman parte de la muestra del balance presentan fallas en el programa de alimentación escolar. Una de las principales problemáticas es que los alimentos no cubren las necesidades nutricionales mínimas para un niño, niña o adolescente. 

«Las personas encuestadas informan que la tendencia es que los estudiantes acuden a los centros educativos incluso cuando la alimentación resulte deficiente nutricionalmente frente a las limitaciones de obtener alimentos en sus casas», reza el informe. 

Por otro lado, 38 % de las instituciones educativas no tienen acceso a transporte público. En algunos casos, se redujeron las horas de clase, tomando en consideración las distancias que deben recorrer estudiantes y representantes.

«Estas condiciones tan adversas comprometen la calidad del proceso educativo. El no disponer de condiciones mínimas para garantizar la presencialidad segura y digna de los estudiantes representa una vulneración al principio de prioridad absoluta reconocido en la ley», señala Cecodap. 

Riesgo de deserción 

No hay cifras oficiales de deserción estudiantil en Venezuela ofrecidas por el Estado. No obstante, la ONG identificó algunos fenómenos que pueden influir actualmente en el abandono de las aulas: cambios de colegios por falta de transporte, trabajo adolescente y migración interna por precios de la gasolina.

“La pérdida de la capacidad de compra del salario, la dolarización de facto de la economía nacional y familiar aunado a los problemas estructurales que presenta el sistema educativo son factores que han provocado que niños, niñas y adolescentes abandonen las aulas de clases para generar ingresos que les permita cubrir sus necesidades básicas y la de sus familias”, establece el balance. 

Moreno comentó que hubo casos en los que varios estudiantes negociaban con los docentes un horario que les permitiera trabajar y seguir insertados en el sistema educativo. 

Las recomendaciones de Cecodap

Frente al panorama educativo en Venezuela, que la Federación Venezolana de Maestros (FVM) declaró en emergencia, las recomendaciones de Cecodap al Estado y los planteles son: 

1️⃣ Establecer políticas públicas con acciones definidas donde se prioricen a los centros educativos como espacios primarios de formación y protección.

2️⃣ Diseñar protocolos sanitarios para garantizar seguridad en las escuelas. 

3️⃣ Garantizar las condiciones para establecer estrategias de retorno de acuerdo con la realidad de cada institución. 

4️⃣ Valorar las opiniones de la familia como actores claves. 

5️⃣ Ofrecer acompañamiento psicosocial a niños, niñas, adolescentes y docentes. 

6️⃣ Persistir en promover espacios de sensibilización e información con la comunidad educativa sobre bioseguridad, salud mental, convivencia, emociones y resolución de conflictos. 

7️⃣ Estableces equipos de gestión de riesgos para verificar el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad que se implementen en las escuelas. Además, evitar cualquier discriminación, estigma o actitudes negativas frente a una persona que resulte con un diagnóstico positivo de COVID-19.

8️⃣ Diseñar mecanismos para garantizar la participación y la opinión de los niños, niñas y adolescentes y reconocer la importancia que tienen como protagonistas de su propia formación. 

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