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Activistas LGBTI cumplen una semana encadenados en la Defensoría del Pueblo

LA HUMANIDAD · 29 NOVIEMBRE, 2022 07:59

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Efecto Cocuyo | @efectococuyo


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Este lunes se cumplió una semana desde que un grupo de activistas LGBTI se encadenó a las puertas de la Defensoría del Pueblo, en el centro de Caracas.

Aunque la semana pasada se reunieron con el titular de este poder público, Alfredo Ruiz, las respuestas del funcionario no dejaron satisfechas las demandas de los defensores de derechos de la población LGBTI en el país.

Koddy, Paúl y Johán iniciaron una protesta pacífica, pero radical, en las afueras de la Defensoría del Pueblo, que aseguran no levantarán hasta que algo cambie a favor de la población LGBTI. Jorge, de 19 años, se sumó el viernes a la protesta.

Te sugerimos: Activistas LGBTI presentan sus demandas ante el Defensor del Pueblo

Silencio del TSJ, el CNE y la Asamblea Nacional

Koddy Campos, activista a tiempo completo, conoce al dedillo cuántas veces se ha pedido al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) la anulación del artículo que penaliza con hasta tres años de prisión las relaciones homosexuales en los cuarteles, que está contenido en el Código de Justicia Militar.

Recuerda que desde hace ocho años intentan que la Asamblea Nacional, tanto la oficialista de 2010 a 2015, como la de mayoría de la oposición, apruebe una ley de unión civil entre personas del mismo sexo.

La respuesta siempre ha sido el silencio. El mismo defensor del Pueblo lo reconoció y dijo que ese «silencio administrativo» era una respuesta negativa.

Del Consejo Nacional Electoral (CNE) tampoco obtienen una respuesta cuando le han pedido cumplir la Ley de Registro Civil de 2009 que permite a todo ciudadano el cambio de nombre «cuando no se corresponda con su género» y, sin embargo, ninguna persona trans ha obtenido un documento de identidad acorde con su expresión.

«Estamos siendo discriminados por omisión. El que no se quiera hablar del tema, el que no se nos dé respuesta también es discriminación, es homofobia, es transfobia», dijo a Efe el hombre, que relaciona la falta de acción del Estado y los suicidios de personas LGBTI, así como con los crímenes de odio.

No tienen identidad

Paúl Martucci es uno de los activistas LGBTI que mantiene la protesta. Foto: Efe

En agosto de este año, Paúl Martucci fue a solicitar el cambio de su nombre, cansado de los problemas que tiene cada vez que presenta su documento de identidad. Igual que a todos los que le precedieron, incluida la exdiputada Tamara Adrián, primera legisladora transexual de América Latina, le dijeron que su caso solo lo podría resolver el TSJ.

El máximo tribunal ha recibido decenas de peticiones similares, algunas desde hace 20 años, y ninguna ha prosperado. En vista de ello, Paúl cree que al Estado le ha llegado «el momento de rectificar y de asumir que se equivocaron» para luego dar paso a una «reparación histórica a la comunidad trans que se le ha negado la identidad».

«¿Qué queremos?, que rectifiquen y que avancemos, porque la identidad es el primer paso, no es lo único», advirtió.

Doble discriminación

Johán Chavarría lleva casi la mitad de su vida en una silla de ruedas, una discapacidad que adquirió años después de descubrirse gay. Algunos en su misma condición, dice, sienten que tienen una «doble maldición» debido al alud de discriminación que deberán sortear en un país que tiene mucho por avanzar en este sentido.

Él no se amilana. Trabaja como barbero y en muchos otros oficios y saca tiempo para impulsar la lucha del colectivo, la que lo llevó hasta este plantón en el que se enfermó luego de varios días bajo la lluvia.

«Sí existe discriminación en ambos sectores y no es fácil estar en la sociedad siendo discriminado doblemente», subraya el joven que recibió esta semana un mensaje de una mujer trans, y como él, en silla de ruedas, que le agradecía por su ejemplo y por inspirarla.

Los manifestantes tienen ocho días encadenados. Foto: Efe

El joven piloto

Jorge Moreno tiene 19 años. Hace poco terminó la secundaria y recientemente se enteró del apartado judicial que condena «los actos sexuales contra natura» en la institución castrense. Rápidamente supo que su sueño de ser piloto, que pensaba alcanzar en la academia de la fuerza aérea militar, era irrealizable.

«Si hubiera entrado (a la academia militar), estaría preso», dice el joven que acompañó la protesta desde el martes, hasta que el viernes se encadenó, hastiado de, a su corta edad, haber sido apedreado o expulsado de un parque público por personas homofóbicas que no toleraban que anduviera con su novio sin ocultamientos.

«Y cuando fui a buscar justicia, cuando fui a poner una denuncia en el Ministerio Público se me discriminó (…) Me trataron de enfermo. Me dijeron que ni siquiera podía agarrarle la mano a mi novio porque está completamente prohibido», relata.

Los encadenados dijeron a Efe que esperan que las autoridades hagan un anuncio significativo este martes. 

LA HUMANIDAD · 29 NOVIEMBRE, 2022

Activistas LGBTI cumplen una semana encadenados en la Defensoría del Pueblo

Texto por Efecto Cocuyo | @efectococuyo

Este lunes se cumplió una semana desde que un grupo de activistas LGBTI se encadenó a las puertas de la Defensoría del Pueblo, en el centro de Caracas.

Aunque la semana pasada se reunieron con el titular de este poder público, Alfredo Ruiz, las respuestas del funcionario no dejaron satisfechas las demandas de los defensores de derechos de la población LGBTI en el país.

Koddy, Paúl y Johán iniciaron una protesta pacífica, pero radical, en las afueras de la Defensoría del Pueblo, que aseguran no levantarán hasta que algo cambie a favor de la población LGBTI. Jorge, de 19 años, se sumó el viernes a la protesta.

Te sugerimos: Activistas LGBTI presentan sus demandas ante el Defensor del Pueblo

Silencio del TSJ, el CNE y la Asamblea Nacional

Koddy Campos, activista a tiempo completo, conoce al dedillo cuántas veces se ha pedido al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) la anulación del artículo que penaliza con hasta tres años de prisión las relaciones homosexuales en los cuarteles, que está contenido en el Código de Justicia Militar.

Recuerda que desde hace ocho años intentan que la Asamblea Nacional, tanto la oficialista de 2010 a 2015, como la de mayoría de la oposición, apruebe una ley de unión civil entre personas del mismo sexo.

La respuesta siempre ha sido el silencio. El mismo defensor del Pueblo lo reconoció y dijo que ese «silencio administrativo» era una respuesta negativa.

Del Consejo Nacional Electoral (CNE) tampoco obtienen una respuesta cuando le han pedido cumplir la Ley de Registro Civil de 2009 que permite a todo ciudadano el cambio de nombre «cuando no se corresponda con su género» y, sin embargo, ninguna persona trans ha obtenido un documento de identidad acorde con su expresión.

«Estamos siendo discriminados por omisión. El que no se quiera hablar del tema, el que no se nos dé respuesta también es discriminación, es homofobia, es transfobia», dijo a Efe el hombre, que relaciona la falta de acción del Estado y los suicidios de personas LGBTI, así como con los crímenes de odio.

No tienen identidad

Paúl Martucci es uno de los activistas LGBTI que mantiene la protesta. Foto: Efe

En agosto de este año, Paúl Martucci fue a solicitar el cambio de su nombre, cansado de los problemas que tiene cada vez que presenta su documento de identidad. Igual que a todos los que le precedieron, incluida la exdiputada Tamara Adrián, primera legisladora transexual de América Latina, le dijeron que su caso solo lo podría resolver el TSJ.

El máximo tribunal ha recibido decenas de peticiones similares, algunas desde hace 20 años, y ninguna ha prosperado. En vista de ello, Paúl cree que al Estado le ha llegado «el momento de rectificar y de asumir que se equivocaron» para luego dar paso a una «reparación histórica a la comunidad trans que se le ha negado la identidad».

«¿Qué queremos?, que rectifiquen y que avancemos, porque la identidad es el primer paso, no es lo único», advirtió.

Doble discriminación

Johán Chavarría lleva casi la mitad de su vida en una silla de ruedas, una discapacidad que adquirió años después de descubrirse gay. Algunos en su misma condición, dice, sienten que tienen una «doble maldición» debido al alud de discriminación que deberán sortear en un país que tiene mucho por avanzar en este sentido.

Él no se amilana. Trabaja como barbero y en muchos otros oficios y saca tiempo para impulsar la lucha del colectivo, la que lo llevó hasta este plantón en el que se enfermó luego de varios días bajo la lluvia.

«Sí existe discriminación en ambos sectores y no es fácil estar en la sociedad siendo discriminado doblemente», subraya el joven que recibió esta semana un mensaje de una mujer trans, y como él, en silla de ruedas, que le agradecía por su ejemplo y por inspirarla.

Los manifestantes tienen ocho días encadenados. Foto: Efe

El joven piloto

Jorge Moreno tiene 19 años. Hace poco terminó la secundaria y recientemente se enteró del apartado judicial que condena «los actos sexuales contra natura» en la institución castrense. Rápidamente supo que su sueño de ser piloto, que pensaba alcanzar en la academia de la fuerza aérea militar, era irrealizable.

«Si hubiera entrado (a la academia militar), estaría preso», dice el joven que acompañó la protesta desde el martes, hasta que el viernes se encadenó, hastiado de, a su corta edad, haber sido apedreado o expulsado de un parque público por personas homofóbicas que no toleraban que anduviera con su novio sin ocultamientos.

«Y cuando fui a buscar justicia, cuando fui a poner una denuncia en el Ministerio Público se me discriminó (…) Me trataron de enfermo. Me dijeron que ni siquiera podía agarrarle la mano a mi novio porque está completamente prohibido», relata.

Los encadenados dijeron a Efe que esperan que las autoridades hagan un anuncio significativo este martes. 

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