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¿Cuál es el organismo competente en la poda y la tala de los árboles urbanos? ¿Quién supervisa la forma correcta de llevar a cabo estas tareas en las entidades públicas? ¿Hay un plan urbanístico por detrás? Todas estas preguntas son parte de las que aparecieron en el debate público tras el caso del samán de El Cigarral.

“Los municipios son los entes llamados a ser los responsables de la poda y la tala de los árboles urbanos y también de su mantenimiento. Pero lo que vemos en la calle es que la mayoría de los municipios, ni los mantienen, ni los podan bien. Entonces, los vecinos tienen que asumir esos costos”, argumentó Eduardo Cudisevich, ingeniero agrónomo especializado en reforestación urbana, en entrevista con Efecto Cocuyo.

Este ejemplar de samán fue transplantado en el Parque de El Cigarral el pasado 21 de mayo | Foto: Ministerio Público

El samán de El Cigarral fue, finalmente, resembrado en un parque de la propia urbanización. La investigación abierta por el Ministerio Público fue cerrada, pero los verdaderos resultados se verán en un par de años cuando pueda conocerse si el árbol volvió a crecer tras el proceso de poda severa y traslado.

Este último domingo de mayo cuando se celebra el Día Nacional del Árbol en Venezuela este caso del samán de El Cigarral apenas es uno más que evidencia por qué los ciudadanos venezolanos ahora se organizan para monitorear, inventariar y defender a sus árboles urbanos.

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Defensores de árboles urbanos organizados

La Asociación de Vecinos de San Bernardino contabilizó un total de 5.500 árboles en la urbanización caraqueña para la década de los años 80. La actualización más reciente de este inventario fue hecha por Cudisevich y otro grupo de vecinos de la zona durante el año pasado y solo encontraron 2.063 árboles.

Las causas exactas detrás de la desaparición de seis de cada diez árboles (62,49%) en San Bernardino, en realidad, son desconocidas. Se presume de la muerte de algunos árboles por enfermedades, de desprendimientos tras las lluvias y también de muchos casos de tala privada.

“Cuando los árboles comienzan a caerse con el período de lluvias se dañan techos, rejas y las infraestructuras residenciales, pero los municipios no compensan por esas pérdidas. Entonces, algunos vecinos, con poca formación sobre lo que implica tener un árbol frente a sus viviendas, prefieren pagar para que les saquen el árbol. Esto es lo que llamamos la tala privada sin control”, explicó Cudisevich.

Los dueños de los comercios que prefieren que sus vitrinas o sus entradas no tengan un árbol enfrente son otros de los protagonistas de las talas privadas. Aunque a la mayoría de los ciudadanos ahora les preocupa más los planes implementados para los árboles, por ejemplo, por las alcaldías de Chacao, Baruta y El Hatillo.

“La poda severa y la tala no son un problema estético sino de salud pública. Además, suelen desequilibrar a los árboles para acelerar su caída y, luego, felicitarse por haberlos cortado”, escribió la socióloga Naky Soto, quien se dedica a documentar estos operativos en El Bosque en sus redes sociales.

La tala de árboles urbanos ha desatado varias protestas de los ciudadanos | Foto: @caracasapie

Cudisevich y Soto no son los únicos movilizados por sus árboles urbanos. Cheo Carvajal es otro líder que impulsa el movimiento de “Plantados, en defensa de los árboles de Caracas”, cuyo objetivo no solo es inventariar y diagnosticar los ejemplares en los distintos municipios de la capital, sino también difundir el conocimiento científico para las buenas prácticas de poda y tala de los árboles, así como el fortalecimiento vecinal.

Una buena poda de un árbol pasa por eliminar las ramas secas, muertas y mal orientadas. Este proceso se hace para cuidar la salud del árbol y, por eso, es crucial preservar su centro de gravedad y realizar cortes en los cuellos de las ramas que permitan que las heridas se cierren de forma natural.

Después de todo un árbol urbano es mucho más que ese eje que florea de colores las avenidas ahora en mayo. Se trata de un ejemplar capaz de reducir el calor entre 2 y 8 grados Celsius (°C), aminorar el ruido, descontaminar el aire, proveer oxígeno, ayudar con el agua de lluvia y capturar carbono en medio del cambio climático.

Foto principal: Mairet Chourio