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Los habitantes del sector La Ladera, en la parroquia 23 de Enero, miran con desconfianza el lugar donde 14 viviendas se desplomaron en la tarde lluviosa del lunes 24 de octubre. Por lo menos, 66 hogares de la zona resultaron afectados y los vecinos temen que ocurra otro colapso que cause más destrozos. 

De algunas casas solo quedaron rastros de muros, suelos y escaleras. Miembros de Protección Civil alertaron que aún hay estructuras que pueden caerse, sobre todo si vuelve a llover o soportan demasiado peso; así que recomendaron a los propietarios rescatar los enseres que pudiesen y pidieron a periodistas y vecinos no aglomerarse cerca de los escombros, por seguridad.  

Tras el incidente, bomberos, cuerpos de seguridad y organismos del Estado acudieron a prestar apoyo al sitio, ubicado en el oeste de Caracas, municipio Libertador del Área Metropolitana. Para la mañana del 25 de octubre las autoridades registraron 207 personas perjudicadas en los callejones San Miguel, Nuevo Amanecer y La Estrella; entre ellos 63 niños y seis adultos mayores. 

«Nada se compara con esto, con quedarse en la calle. Ya nos habían dicho que podía pasar, pero teníamos esperanza de que no. Perdimos las casas en efecto dominó, fue horrible. Estábamos aquí y salimos corriendo desesperados», dijo Yoscary Hernández, una de las afectadas, a Efecto Cocuyo. Contó que perdió todas las pertenencias de su hijo de un año y que espera respuestas de la gobernación. 

Voceras de la comunidad indicaron que funcionarios habrían advertido el riesgo de colapso durante las primeras semanas de octubre. Unas 54 familias fueron inicialmente ubicadas en refugios en la ciudad. 

«La mayoría pudo sacar sus cosas a tiempo. Nos han dicho que máximo en 15 días hay respuesta para ellos. Mientras tanto estamos organizados y hemos recibido donaciones para las personas», explicó Verónica Romero, una de las encargadas de organizar la logística en La Ladera. 

A punto de derrumbarse

Alrededor de 882 familias viven en La Ladera 2, según registros del municipio. En general, la parroquia 23 de Enero está habitada por 72 mil 172 personas. Maraitza Acosta, representante de la comisión de Misiones y Grandes Misiones, comentó que hay otros sectores en riesgo en los alrededores, como Cagigal y Los Hornos. 

«Tenemos un primer reporte hasta hoy a las 9:00 a. m. Todavía se está sacando gente y monitoreando la situación aquí en La Ladera. Estamos recibiendo ayuda de otras parroquias», apuntó. A pocos metros de las casas derrumbadas, vecinos intentaban llevarse algunos electrodomésticos o muebles de las viviendas más afectadas, para ponerlos a resguardo. 

Es un proceso que algunos habían comenzado hace semanas y que otros empezaron el pasado 24 de octubre, a pocas horas del desplome. 

Rayner González, de 31 años, buscaba sacar su nevera por las escaleras exteriores el lunes cuando los muros temblaron. Sintió que las casas a su alrededor se venían abajo y, asustado, soltó el refrigerador, que rodó por los escalones y se estampó ruidosamente en el suelo. No obstante, consiguió correr y ponerse a salvo: tanto él como su esposa e hijos pequeños se encuentran bien y sin lesiones. 

La vivienda de González se mantuvo en pie, así que él volvió a rescatar algunos enseres antes de abandonarla definitivamente. 

«Llevaba dos años viviendo aquí. Compré la casa para que la necesitaba para mi familia, pero jamás me dijeron que estaba construida sobre terreno falso», expresó a Efecto Cocuyo. 

A pocos metros de distancia, María Ovalles observa con recelo el derrumbe, el mediodía del 25 de octubre. La zona de riesgo queda prácticamente sobre su propio hogar, por lo que Protección Civil también le aconsejó irse pronto. 

«Pero no nos dijeron a dónde. Tenemos todos los corotos afuera; nosotros no tenemos a dónde ir y si esas casas se terminan de caer, todos esos escombros vienen directo a la mía», comentó Ovalles, de 76 años. 

En refugios hasta nuevo aviso

Dos carpas de triaje y una para los cuerpos de seguridad y organismos gubernamentales fueron instaladas cerca de La Ladera para atender a los afectados y registrar las cifras. Hasta el mediodía de este martes no había muertos ni heridos. 135 funcionarios operaban en el sitio. 

A un par de kilómetros, el Centro de Atención Integral (CDI) de Sierra Maestra, cerca del famoso «árbol de los peluches», fue acondicionado como un refugio temporal que actualmente acoge a 22 familias. Todas resultaron damnificadas por el derrumbe en La Ladera. 

Dentro del pequeño centro de salud, el sitio que antes se utilizaba para rehabilitar pacientes, ahora aloja a varios niños con sus madres y hermanos. Es un salón amplio de paredes blancas, se han movido de lugar algunas mesas y sillas para dar espacio a colchonetas azules y negras en el suelo, así como a colchones y una litera.

También se habilitaron cubículos para las personas. Hay cuatro baños, pero ninguna ducha, por lo que los refugiados deben acudir a casa de vecinos para asearse. 

«Pero tienen que pernoctar aquí; si uno se va pierde el derecho a ser reubicado. Nada más se ausentan los que están trabajando. Se supone que si se te cayó tu casa, tu no tienes donde dormir», dijo Gioconda Morales, miembro de Somos Venezuela y encargada de las estadísticas en el CDI. 

Explicó que se entrega comida a los afectados tres veces al día y que no tiene información de cuánto tendrán que esperar las familias por una respuesta del Estado respecto a la adjudicación de viviendas.

Zozobra en Los Hornos

En el sector de Los Hornos, también en la parroquia 23 de Enero, los vecinos solicitaron la intervención del gobierno tras enterarse de lo ocurrido en La Ladera. En el lugar, un terreno está a punto de ceder y de arrastrar consigo a seis viviendas. 67 familias están en riesgo en la zona. 

«Nosotros presentamos un proyecto en la alcaldía. Necesitamos que se le coloque una panorámica o pantalla al cerro, porque si se cae una casa se caen todas las que están encima. Para no llegar a lo que está pasando en La Ladera, hay que atacarlo de una vez», indicó Mercedes Vázquez, propietaria de una de las viviendas en riesgo.

Betty Cortés, encargada de la sección de Hábitat y Vivienda de la Comuna Socialista Simón Bolívar afirmó a Efecto Cocuyo que se han llevado distintas cartas e informes a la gobernación y organismos estatales, para pedir ayuda. Vázquez aseguró que no han recibido ninguna solución hasta la fecha. 

Las lluvias de los últimos meses han causado destrozos en distintas partes de Venezuela. En Caracas han dejado hogares derrumbados, quebradas desbordadas y pérdidas de enseres. En declaraciones a Unión Radio, Nahum Fernández, jefe del gobierno de Distrito Capital, informó que también hay afectaciones en Las Mayas; en Santa Ana, parroquia Antímano; en Los Paraparos de La Vega y en Macarao.

El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh) indicó recientemente que se espera que el paso de la onda tropical número 47 por el territorio nacional deje precipitaciones intensas en los próximos días, por lo que autoridades siguen alerta en las zonas más vulnerables de la capital.