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El futuro incierto de los leones blancos del zoológico de Caricuao

LA HUMANIDAD · 2 JULIO, 2022 16:54

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Albany Andara Meza | @AlbanyAndara

Foto por Mairet Chourio (@mairetchourio)

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El Zoológico de Caricuao, al suroeste de Caracas, no recibía tanta gente desde hace una década. Miles de personas acuden a ver a Lídice, Kobak y Javiru, los leones blancos que en junio llegaron a Venezuela desde República Checa, una pequeña nación de Europa Central. Los tres, dos machos y una hembra, se mantienen apacibles en exhibición, mirando con cierto aire aburrido a los visitantes curiosos que se reúnen en torno a ellos. 

Al contemplarlos, los niños se tapan la boca con asombro. En cambio, los adultos evalúan con cierto escepticismo a los tres animales. 

«Bueno, pero blancos blancos no son», murmuran. Debido a una anomalía genética, el pelaje es casi beige, muy diferente al de los especímenes africanos rojizos que permanecen vigilantes desde otra jaula, a unos cuatro metros de distancia. 

«Hemos registrado, los domingos, hasta 16 mil personas. Teníamos diez años que no veíamos eso. Sobre todo hay gente que viene con sus chamos», indicaron trabajadores en la taquilla de entrada. Para el viernes 1 de julio, los adultos deben pagar 2 bolívares y los niños ingresan gratis. 

Cada uno de los felinos recién llegados pesa alrededor de 120 kilos, de acuerdo con datos suministrados por el departamento de Nutrición del zoológico. Tienen un año y nueve meses de edad. Una cuarta leona, una inquieta cachorra de diez meses, está separada de los demás. Se llama Escarlata e intenta jugar con su cuidador cada vez que puede. Esta llegó a Venezuela el pasado mes de abril. 

«Son muy bonitos, pero hay que ver lo que ocurrirá con ellos. Ahorita son la sensación y los están cuidando, pero recordemos que Inparques es la Cenicienta de la administración pública: no le asignan casi recursos y eso pesa a la larga, cuando emoción por los nuevos animales se desvanece. ¿Cómo los cuidas sin recursos? No hay garantía de que esto vaya a terminar bien», explicó José Matute, biólogo de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y secretario general del sindicato del Instituto Nacional de Parques (Inparques).

Este último es el ente encargado de administrar y gestionar los parques públicos en todo el territorio venezolano, adscrito al Ministerio de Ecosocialismo, antes Ministerio del Ambiente. 

Efecto Cocuyo realizó dos recorridos en el zoológico durante los meses de junio y julio. Allí, documentó el estado de los leones blancos y del sitio en general. El lugar cuenta con 630 hectáreas. Alrededor de 14 están ocupadas por animales, aseguró Matute. El resto es parte de la llamada «área no desarrollada».

¿Cuál será el futuro de los leones blancos?

Nicolás Maduro anunció a finales de mayo que su gobierno compró tres leones blancos al Zoológico Hodonín, de la República Checa. No obstante, la adquisición recibió más críticas que alabanzas. En especial de conservacionistas, quienes recordaron el estado en el que se encontraba el Zoológico de Caricuao para 2018. El 12 de junio de ese año, una elefante llamada Ruperta murió tras pasar por un largo estado de desnutrición

Matute indica que la dieta de los nuevos felinos no será problema por ahora, debido a que el Hipódromo de La Rinconada dona al zoológico los cadáveres de caballos que mueren naturalmente.

«Es común que eso se haga. La carne se mete en cavas para mantenerla», expresó el biólogo. 

Zoila Martínez, líder global de gestión de biodiversidad de la ONG Vitalis Iberoamérica, explicó a Efecto Cocuyo que la dieta de los felinos no es el único factor que debe vigilarse. 

«Hay que tomar en cuenta si existe la capacidad de mantener a los animales y si se pueden aclimatar. Pero no solo eso, hay una serie de preocupaciones que van más allá de la alimentación o el clima. Que no se estresen, por ejemplo. El estrés puede llevarlos a deprimirse, porque estamos hablando de mamíferos que son sumamente sensibles, muy diferentes a los reptiles», explicó Martínez. 

Comentó que además del bienestar y la salud de los felinos, es fundamental pensar en lo que los expertos llaman «conservación ex situ».

«Tú puedes tener hembra y macho en un zoológico, que van a procrear. Pero resulta que los hijos van a reproducirse entre ellos, entonces lo que va a ocurrir es una endogamia, que es un foco de problemas. Nada hacemos con mantener especies que se reproduzcan entre ellos mismos y que no se hagan intercambios con especies de otros zoológicos para que eso no ocurra», dijo la experta.

Algunas irregularidades se detectaron apenas los felinos ingresaron a Venezuela. Por ejemplo, un trabajador del zoológico, que quiso mantener su identidad a resguardo, aseguró que no cumplieron el tiempo obligatorio de cuarentena en el hospital veterinario cercano al parque de Caricuao. 

«Estuvieron como 15 días, luego por órdenes de arriba mandaron a ponerlos en exhibición», dijo. De acuerdo con el Código Sanitario para los Animales Terrestres de la Organización Mundial de Sanidad Animal, el tiempo mínimo aconsejado de cuarentena para los mamíferos recién llegados a países nuevos es de cuatro semanas. 

En total, el Zoológico de Caricuao cuenta con seis leones. Los cuatro blancos y los dos rojizos, Kuma y Atila, que miran con desconfianza a sus nuevos compañeros. El coordinador del parque de Caricuao, Jesús Hidalgo, dijo a AP que el lugar cuenta con 400 ejemplares y 55 especies.

«Nosotros hemos contado alrededor de 347 animales en las nueve zonas que tenemos», indicó el trabajador anónimo. 

El traslado

Marlene Sifontes, dirigente sindical de Sunep-Inparques, explicó que uno de los leones blancos que está en el zoológico será llevado al Parque Las Delicias en Maracay, estado Aragua, a 120 kilómetros de Caracas. 

No obstante, trabajadores del parque en Caricuao no están seguros de cuál será el verdadero destino del felino que se planea trasladar. 

«Creo que al final van a quedarse todos aquí, porque aquello no está acondicionado», expresó uno de los cuidadores. El espacio de Las Delicias en Maracay lleva cerrado desde 2015, por remodelaciones y aún no hay una fecha concreta de culminación de las obras. 

Los trabajadores del zoológico 

En el área de los felinos, la grama no ha sido cortada. A los leopardos no parece molestarles: juegan entre la maleza y se arreglan el lustroso pelaje con la lengua, a escasos metros de los leones.

Algunos monos de baja estatura se pasean libremente en el zoológico, escudriñando todo alrededor. Apenas y se aproximan a las jaulas de los carnívoros. Solo uno, chiquito y curioso se asoma a ver los leopardos de cerca, bajo la mirada de una cuidadora. 

Varias zonas de exhibición están vacías. Donde antes estaba la elefante Ruperta ahora solo hay un hipopótamo que camina con pereza. Un caballo pasea solitario en otro espacio. 

«A los animales se les atiende cómo se pueda, pero casi nadie se acuerda de los trabajadores, que son los que mantienen este sitio», comentó Matute. La fuga de personal, por los bajos salarios, ha dejado al zoológico con menos de una decena de vigilantes que trabajan todo el día y que no perciben remuneración por las horas extras. El personal de limpieza también es escaso. 

Marlene Sifontes recordó que los cuidadores de fauna (actualmente 14 personas) no reciben dotación completa desde 2008 y que no cuentan con seguro médico. El sueldo mensual que ganan es el mínimo: 130 bolívares equivalentes a poco más de 25 dólares al cambio. 

«Ellos están en riesgo de contraer enfermedades zoonóticas. En Caricuao hubo animales que en su momento murieron de salmonela y eso se contagia. Los cuidadores deben estar sometidos a exámenes periódicos. Aparte de eso, el problema que se presenta con el lavado de las lagunas. Si no tienen las botas cañas largas o los lentes, que les caiga agua sucia en los ojos o en alguna herida es peligroso», dijo Sifontes a Efecto Cocuyo

Zoológicos modernos: ¿cárcel para animales? 

Aunque algunas personas critican la existencia de los zoológicos en pleno siglo XXI, por considerarlos cárceles para animales, la concepción moderna de algunos ambientalistas sugieren que son espacios para proteger la biodiversidad.

«Es una parte incomprendida de los zoológicos. Generalmente se piensa que es para mostrar a las especies, pero en realidad la principal función debe ser proteger o resguardar las especies. Lo que se llama conservación ex situ: fuera de su lugar de origen. Especialmente aquellas en peligro de extinción», comentó Zoila Martínez. 

Según la cuenta de Inparques, Venezuela tenía al menos 17 zoológicos y acuarios para 2021. El de Caricuao abrió en 1977. 

«La figura del zoológico se justifica solamente cuando hay un plan de rescate de especies. O, en el caso de animales que han sido criados en cautiverio. Es difícil reintegrarlos a ellos en sus hábitats naturales. Pero sacar a animales de sus espacios naturales para ponerlos en exhibición, no está bien», puntualizó José Matute. 

LA HUMANIDAD · 22 JULIO, 2022

El futuro incierto de los leones blancos del zoológico de Caricuao

Texto por Albany Andara Meza | @AlbanyAndara
Foto por Mairet Chourio (@mairetchourio)

El Zoológico de Caricuao, al suroeste de Caracas, no recibía tanta gente desde hace una década. Miles de personas acuden a ver a Lídice, Kobak y Javiru, los leones blancos que en junio llegaron a Venezuela desde República Checa, una pequeña nación de Europa Central. Los tres, dos machos y una hembra, se mantienen apacibles en exhibición, mirando con cierto aire aburrido a los visitantes curiosos que se reúnen en torno a ellos. 

Al contemplarlos, los niños se tapan la boca con asombro. En cambio, los adultos evalúan con cierto escepticismo a los tres animales. 

«Bueno, pero blancos blancos no son», murmuran. Debido a una anomalía genética, el pelaje es casi beige, muy diferente al de los especímenes africanos rojizos que permanecen vigilantes desde otra jaula, a unos cuatro metros de distancia. 

«Hemos registrado, los domingos, hasta 16 mil personas. Teníamos diez años que no veíamos eso. Sobre todo hay gente que viene con sus chamos», indicaron trabajadores en la taquilla de entrada. Para el viernes 1 de julio, los adultos deben pagar 2 bolívares y los niños ingresan gratis. 

Cada uno de los felinos recién llegados pesa alrededor de 120 kilos, de acuerdo con datos suministrados por el departamento de Nutrición del zoológico. Tienen un año y nueve meses de edad. Una cuarta leona, una inquieta cachorra de diez meses, está separada de los demás. Se llama Escarlata e intenta jugar con su cuidador cada vez que puede. Esta llegó a Venezuela el pasado mes de abril. 

«Son muy bonitos, pero hay que ver lo que ocurrirá con ellos. Ahorita son la sensación y los están cuidando, pero recordemos que Inparques es la Cenicienta de la administración pública: no le asignan casi recursos y eso pesa a la larga, cuando emoción por los nuevos animales se desvanece. ¿Cómo los cuidas sin recursos? No hay garantía de que esto vaya a terminar bien», explicó José Matute, biólogo de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y secretario general del sindicato del Instituto Nacional de Parques (Inparques).

Este último es el ente encargado de administrar y gestionar los parques públicos en todo el territorio venezolano, adscrito al Ministerio de Ecosocialismo, antes Ministerio del Ambiente. 

Efecto Cocuyo realizó dos recorridos en el zoológico durante los meses de junio y julio. Allí, documentó el estado de los leones blancos y del sitio en general. El lugar cuenta con 630 hectáreas. Alrededor de 14 están ocupadas por animales, aseguró Matute. El resto es parte de la llamada «área no desarrollada».

¿Cuál será el futuro de los leones blancos?

Nicolás Maduro anunció a finales de mayo que su gobierno compró tres leones blancos al Zoológico Hodonín, de la República Checa. No obstante, la adquisición recibió más críticas que alabanzas. En especial de conservacionistas, quienes recordaron el estado en el que se encontraba el Zoológico de Caricuao para 2018. El 12 de junio de ese año, una elefante llamada Ruperta murió tras pasar por un largo estado de desnutrición

Matute indica que la dieta de los nuevos felinos no será problema por ahora, debido a que el Hipódromo de La Rinconada dona al zoológico los cadáveres de caballos que mueren naturalmente.

«Es común que eso se haga. La carne se mete en cavas para mantenerla», expresó el biólogo. 

Zoila Martínez, líder global de gestión de biodiversidad de la ONG Vitalis Iberoamérica, explicó a Efecto Cocuyo que la dieta de los felinos no es el único factor que debe vigilarse. 

«Hay que tomar en cuenta si existe la capacidad de mantener a los animales y si se pueden aclimatar. Pero no solo eso, hay una serie de preocupaciones que van más allá de la alimentación o el clima. Que no se estresen, por ejemplo. El estrés puede llevarlos a deprimirse, porque estamos hablando de mamíferos que son sumamente sensibles, muy diferentes a los reptiles», explicó Martínez. 

Comentó que además del bienestar y la salud de los felinos, es fundamental pensar en lo que los expertos llaman «conservación ex situ».

«Tú puedes tener hembra y macho en un zoológico, que van a procrear. Pero resulta que los hijos van a reproducirse entre ellos, entonces lo que va a ocurrir es una endogamia, que es un foco de problemas. Nada hacemos con mantener especies que se reproduzcan entre ellos mismos y que no se hagan intercambios con especies de otros zoológicos para que eso no ocurra», dijo la experta.

Algunas irregularidades se detectaron apenas los felinos ingresaron a Venezuela. Por ejemplo, un trabajador del zoológico, que quiso mantener su identidad a resguardo, aseguró que no cumplieron el tiempo obligatorio de cuarentena en el hospital veterinario cercano al parque de Caricuao. 

«Estuvieron como 15 días, luego por órdenes de arriba mandaron a ponerlos en exhibición», dijo. De acuerdo con el Código Sanitario para los Animales Terrestres de la Organización Mundial de Sanidad Animal, el tiempo mínimo aconsejado de cuarentena para los mamíferos recién llegados a países nuevos es de cuatro semanas. 

En total, el Zoológico de Caricuao cuenta con seis leones. Los cuatro blancos y los dos rojizos, Kuma y Atila, que miran con desconfianza a sus nuevos compañeros. El coordinador del parque de Caricuao, Jesús Hidalgo, dijo a AP que el lugar cuenta con 400 ejemplares y 55 especies.

«Nosotros hemos contado alrededor de 347 animales en las nueve zonas que tenemos», indicó el trabajador anónimo. 

El traslado

Marlene Sifontes, dirigente sindical de Sunep-Inparques, explicó que uno de los leones blancos que está en el zoológico será llevado al Parque Las Delicias en Maracay, estado Aragua, a 120 kilómetros de Caracas. 

No obstante, trabajadores del parque en Caricuao no están seguros de cuál será el verdadero destino del felino que se planea trasladar. 

«Creo que al final van a quedarse todos aquí, porque aquello no está acondicionado», expresó uno de los cuidadores. El espacio de Las Delicias en Maracay lleva cerrado desde 2015, por remodelaciones y aún no hay una fecha concreta de culminación de las obras. 

Los trabajadores del zoológico 

En el área de los felinos, la grama no ha sido cortada. A los leopardos no parece molestarles: juegan entre la maleza y se arreglan el lustroso pelaje con la lengua, a escasos metros de los leones.

Algunos monos de baja estatura se pasean libremente en el zoológico, escudriñando todo alrededor. Apenas y se aproximan a las jaulas de los carnívoros. Solo uno, chiquito y curioso se asoma a ver los leopardos de cerca, bajo la mirada de una cuidadora. 

Varias zonas de exhibición están vacías. Donde antes estaba la elefante Ruperta ahora solo hay un hipopótamo que camina con pereza. Un caballo pasea solitario en otro espacio. 

«A los animales se les atiende cómo se pueda, pero casi nadie se acuerda de los trabajadores, que son los que mantienen este sitio», comentó Matute. La fuga de personal, por los bajos salarios, ha dejado al zoológico con menos de una decena de vigilantes que trabajan todo el día y que no perciben remuneración por las horas extras. El personal de limpieza también es escaso. 

Marlene Sifontes recordó que los cuidadores de fauna (actualmente 14 personas) no reciben dotación completa desde 2008 y que no cuentan con seguro médico. El sueldo mensual que ganan es el mínimo: 130 bolívares equivalentes a poco más de 25 dólares al cambio. 

«Ellos están en riesgo de contraer enfermedades zoonóticas. En Caricuao hubo animales que en su momento murieron de salmonela y eso se contagia. Los cuidadores deben estar sometidos a exámenes periódicos. Aparte de eso, el problema que se presenta con el lavado de las lagunas. Si no tienen las botas cañas largas o los lentes, que les caiga agua sucia en los ojos o en alguna herida es peligroso», dijo Sifontes a Efecto Cocuyo

Zoológicos modernos: ¿cárcel para animales? 

Aunque algunas personas critican la existencia de los zoológicos en pleno siglo XXI, por considerarlos cárceles para animales, la concepción moderna de algunos ambientalistas sugieren que son espacios para proteger la biodiversidad.

«Es una parte incomprendida de los zoológicos. Generalmente se piensa que es para mostrar a las especies, pero en realidad la principal función debe ser proteger o resguardar las especies. Lo que se llama conservación ex situ: fuera de su lugar de origen. Especialmente aquellas en peligro de extinción», comentó Zoila Martínez. 

Según la cuenta de Inparques, Venezuela tenía al menos 17 zoológicos y acuarios para 2021. El de Caricuao abrió en 1977. 

«La figura del zoológico se justifica solamente cuando hay un plan de rescate de especies. O, en el caso de animales que han sido criados en cautiverio. Es difícil reintegrarlos a ellos en sus hábitats naturales. Pero sacar a animales de sus espacios naturales para ponerlos en exhibición, no está bien», puntualizó José Matute.