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Casi seis meses después de que se anunciase un acuerdo para crear un Fondo de Protección Social para el Pueblo Venezolano —que destinaría más de 3.000 millones de dólares a mejorar los sistemas de salud, educación y electricidad— voceros como Feliciano Reyna, presidente de Acción Solidaria, continúan abogando por la llegada de estos recursos. 

Según Reyna, activista y defensor de derechos humanos, Venezuela tiene una de las crisis menos financiadas pese a ser una de las más importantes del mundo. Por esta razón, aseguró que es importante espera que entren más recursos al país a través del Plan de Respuesta Humanitaria de Naciones Unidas y del Fondo Social. 

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«Es importante que lleguen por esa vía y también por el Fondo Social. Una de las cosas que llamaba la atención positivamente del memorando de entendimiento, y del acuerdo para el plan social, es que era independiente del problema político que había que resolver con los otros temas del memorando. La necesidad de la gente es inmensa y esos recursos hacen falta», dijo a periodistas este 4 de mayo durante una rueda de prensa de su organización en Caracas. 

Una alternativa 

Pero ante la falta de avances en la creación y ejecución del Fondo Social, y las dificultades en la negociación política, Reyna afirmó que pudiera haber una alternativa mientras se intenta concretar el plan inicial.  

«Hemos escuchado que si no es posible mover los fondos para el Fondo Social, completos o por partes, por lo menos que se haga la inversión directa a través de la Organización Panamericana de la Salud, del Programa Mundial de Alimentos, que significaría entrar en escuelas y atender a niños y niñas en situación de necesidad nutricional y lo que eso significa en lo alimentario», expresó. 

De acuerdo con Reyna, ya existen proyectos diseñados para que los recursos ayuden a la población en necesidad.

El plan anunciado en noviembre de 2022 planteaba el pago de vacunas, medicamentos para más de 60.000 personas con cáncer, medicinas para personas con VIH, recuperación del programa de radioterapias, bancos de sangre, hospitales maternoinfantiles y la reparación de 21 hospitales de la red pública.

«Lo que está planteado es que entonces por lo menos los recursos que se puedan mover con urgencia, mientras se crea ese mecanismo, lleguen directo a agencias que de todas maneras después van a implementar los recursos que lleguen al Fondo Social», indicó.