La ONG Fundaredes denunció este jueves que «más de 1.200 hectáreas de selva virgen» en el estado Bolívar, en el sur de Venezuela, «han sido destruidas» como consecuencia de la explotación minera en la zona denominada por el gobierno como Arco Minero del Orinoco, de la que esta región forma parte.
En un informe ambiental, la ONG refirió que el Arco Minero del Orinoco, que comprende 111.843,70 kilómetros cuadrados y representa el 12,2 % del territorio nacional, «sufre una agresiva, irracional y desordenada explotación» que ha generado una «catástrofe ambiental» y la desaparición de bosques vírgenes en el sur del país.
«El denominado Arco Minero del Orinoco viene siendo sometido a procesos de extracción de diversos minerales explotados a gran escala y sin control (…) como acción estratégica del Estado para tratar de cubrir el déficit de ingresos por la crisis petrolera, el desmantelamiento de las industrias básicas y las erradas políticas económicas», aseguró la organización.
El Arco Minero del Orinoco es el nombre con el que denominan a la zona ubicada entre los estados Delta Amacuro, Bolívar y Amazonas, donde se encuentran alrededor de 36 áreas protegidas entre parques nacionales y monumentos naturales y grandes reservas de oro, coltán, diamantes, hierro, bauxita y otros minerales.
Fundaredes alertó de que en este territorio «se albergan actividades ilícitas como el extractivismo, deforestación, tala indiscriminada de grandes extensiones de bosques, junto a la minería ilegal por parte de organizaciones criminales».
Asimismo, subrayó que los parques nacionales y los grupos indígenas que hacen vida en la zona están «afectados directamente por actividades irracionales e ilegales de extracción de sus riquezas minerales y madera».
Insistió en que esta situación ha empeorado con la actuación, en estos espacios naturales, de grupos armados irregulares que se dedican al narcotráfico y al contrabando de minerales y «que operan en la zona con conocimiento y, en algunos casos, con anuencia de la Fuerza Armada Nacional de Venezuela», siempre según el informe.
El pasado 5 de julio, la ONG SOS Orinoco aseguró que entre los años 2000 y 2021 se han perdido «al menos 135.318» hectáreas de bosques tropicales en el territorio Esequibo, disputado entre Venezuela y Guyana, por causa de la minería de oro en la zona.
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La ONG Fundaredes denunció este jueves que «más de 1.200 hectáreas de selva virgen» en el estado Bolívar, en el sur de Venezuela, «han sido destruidas» como consecuencia de la explotación minera en la zona denominada por el gobierno como Arco Minero del Orinoco, de la que esta región forma parte.
En un informe ambiental, la ONG refirió que el Arco Minero del Orinoco, que comprende 111.843,70 kilómetros cuadrados y representa el 12,2 % del territorio nacional, «sufre una agresiva, irracional y desordenada explotación» que ha generado una «catástrofe ambiental» y la desaparición de bosques vírgenes en el sur del país.
«El denominado Arco Minero del Orinoco viene siendo sometido a procesos de extracción de diversos minerales explotados a gran escala y sin control (…) como acción estratégica del Estado para tratar de cubrir el déficit de ingresos por la crisis petrolera, el desmantelamiento de las industrias básicas y las erradas políticas económicas», aseguró la organización.
El Arco Minero del Orinoco es el nombre con el que denominan a la zona ubicada entre los estados Delta Amacuro, Bolívar y Amazonas, donde se encuentran alrededor de 36 áreas protegidas entre parques nacionales y monumentos naturales y grandes reservas de oro, coltán, diamantes, hierro, bauxita y otros minerales.
Fundaredes alertó de que en este territorio «se albergan actividades ilícitas como el extractivismo, deforestación, tala indiscriminada de grandes extensiones de bosques, junto a la minería ilegal por parte de organizaciones criminales».
Asimismo, subrayó que los parques nacionales y los grupos indígenas que hacen vida en la zona están «afectados directamente por actividades irracionales e ilegales de extracción de sus riquezas minerales y madera».
Insistió en que esta situación ha empeorado con la actuación, en estos espacios naturales, de grupos armados irregulares que se dedican al narcotráfico y al contrabando de minerales y «que operan en la zona con conocimiento y, en algunos casos, con anuencia de la Fuerza Armada Nacional de Venezuela», siempre según el informe.
El pasado 5 de julio, la ONG SOS Orinoco aseguró que entre los años 2000 y 2021 se han perdido «al menos 135.318» hectáreas de bosques tropicales en el territorio Esequibo, disputado entre Venezuela y Guyana, por causa de la minería de oro en la zona.