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El hambre aumenta en América Latina y El Caribe mientras Venezuela se mantiene como uno de los países más afectados en Sudamérica, según el informe «Panorama regional de la seguridad alimentaria y nutricional – América Latina y el Caribe 2022«, presentado por Naciones Unidas este 18 de enero de 2023.

Subalimentación, desnutrición y ausencia de datos en referencia a la inseguridad alimentaria destacan al buscar los indicadores de Venezuela en el reporte elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (Fida), la Organización Panamericana  de la Salud (OPS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés). 

Estas son las 5 claves más importantes sobre Venezuela en el informe: 

1. Venezuela: la mayor subalimentación en el sur

A nivel mundial, uno de cada diez habitantes se acuesta regularmente con hambre. En América Latina y el Caribe, la subalimentación afectó a 8,6% de la población, la cifra más alta registrada desde 2006.

Según el informe, 56,5 millones de personas padecieron hambre en 2021 en América Latina y el Caribe, 13,2 millones más (30,5%) que antes de la pandemia en 2019. 

De estas 56,5 millones de personas con hambre, 34 millones viven en Sudamérica, y de estos últimos, 6,5 millones viven en Venezuela (22,9% de la población).

Con esta cifra, Venezuela es el país con mayor prevalencia de subalimentación en Sudamérica y el segundo de la región, solo por detrás de Haití (47,2%), situación que ya había sido alertada en el pasado.

Le siguen Ecuador, con el 15,4% (2,7 millones), y Bolivia, con el 13,9% (1,6 millones). Brasil tuvo una de las tasas más bajas de la región (4,1%), pero en cuanto a cantidad, registró el mayor número de personas subalimentadas (8,6 millones).

De acuerdo con la ONU, la subalimentación es la condición de un individuo cuyo consumo habitual de alimentos es insuficiente para proporcionar, en promedio, la cantidad de energía alimentaria necesaria para mantener una vida normal, activa y saludable.

Para el período 2018-2020, se estimaba que había 7,1 millones de personas con hambre en Venezuela, una prevalencia de subalimentación de 24,9% de la población, según el informe.   

2. El hambre aumentó en Venezuela más que en otros países 

El informe elaborado por las diferentes agencias de la ONU destaca que el hambre «aumentó significativamente» en Venezuela: 18,4 puntos porcentuales, lo que representa 5 millones más de personas con hambre entre los períodos 2013-2015 y 2019-2021.

En esos períodos, el hambre aumentó 6,7 puntos porcentuales en Ecuador (1,3 millones), 4,6 puntos porcentuales en Haití (900 mil) y 1,6 puntos porcentuales en Brasil (3,4 millones de personas más). 

3. Quinto país con más desnutrición en la región

En América Latina y el Caribe, la prevalencia de la emaciación o desnutrición aguda es del 1,3% (equivalente a 0,7 millones de niños y niñas menores de 5 años). La meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es mantener la emaciación o desnutrición aguda por debajo del 3% de la población infantil. 

Venezuela es el quinto país con un nivel de emaciación o desnutrición aguda superior al 3% en la región, con 4,1%, solo por detrás de Barbados (6,8%), Trinidad y Tobago (6,4%), Guyana (6,4%), Suriname (5,5%) y por encima de Ecuador (3,7%).

El informe resalta que la desnutrición aguda es una de las formas más críticas de malnutrición en la primera infancia, ya que se asocia con un alto riesgo de mortalidad si no es identificada y tratada a tiempo. 

4. Aumentó el bajo peso al nacer

El bajo peso al nacer es definido como un peso inferior a 2,5 kg, causado por una restricción del crecimiento intrauterino, prematuridad o ambos. Un bebé con bajo peso al nacer tiene aproximadamente 20 veces más probabilidades de morir que un bebé con un peso superior a 2,5 kg.

Es un importante problema de salud pública a nivel mundial y se asocia a consecuencias a corto y largo plazo, como deficiencias en el crecimiento y el desarrollo cognitivo y un mayor riesgo de padecer enfermedades no transmisibles. 

En América Latina y el Caribe, la prevalencia del bajo peso al nacer fue del 8,7% en 2015, una cifra que no ha variado mucho desde el año 2000. Según los últimos datos disponibles (2015), entre 2000 y 2015 la prevalencia del bajo peso al nacer o insuficiencia ponderal aumentó un 6% en Venezuela. 

5. Sin datos sobre precios e inseguridad alimentaria

Los precios internacionales de los alimentos se mantienen en los niveles más altos registrados en los últimos 11 años, una situación que impacta en los precios al consumidor y golpea «con especial dureza» a los países importadores de productos alimentarios.

Sudamérica es la subregión más afectada por el aumento de la inflación del índice de precios al consumidor (IPC) de los alimentos. De acuerdo con la ONU, las altas tasas de inflación reducen el poder adquisitivo de los hogares, lo que pone en riesgo su seguridad alimentaria y limita su acceso a alimentos nutritivos, afectando principalmente a las personas con menores ingresos. 

En América Latina y el Caribe, las dietas saludables son cuatro veces más costosas que una dieta energéticamente eficiente, tienen el costo más alto en comparación con el resto del mundo y casi una cuarta parte de la población de la región (22,5%) no puede permitirse una dieta saludable: 131 millones de personas. 

Para Venezuela no se incluyeron datos sobre inflación general en alimentos, costo de una dieta saludable, prevalencia de inseguridad alimentaria.

En general, la inasequibilidad de una dieta saludable está asociada a la prevalencia de hambre, la prevalencia de retraso del crecimiento en niños y niñas menores de cinco años y la prevalencia de anemia en mujeres de 15 a 49 años.

• Vea el informe completo aquí