close

Miedo en las aulas: cómo la violencia armada afecta el desarrollo escolar en José Félix (II) Ribas #ClasesBajoFuego

LA HUMANIDAD · 13 JULIO, 2023 08:19

Ver más de

Reynaldo Mozo Zambrano | @reymozo

Foto por Ivan Reyes

¿Cómo valoras esta información?

QUÉ CHÉVERE
QUÉ INDIGNANTE
QUÉ CHIMBO

La alegría que suele acompañar los años escolares hace muchas lunas que se fue de las escuelas ubicadas en José Félix Ribas (JFR), y en su lugar se instaló el miedo. Maestras y maestros de los planteles escolares establecidos en las zonas altas del JFR  imparten clases con temor a ser blanco de la violencia armada que desatan las bandas criminales que operan en el sector.

Desde que la delincuencia organizada se alzó con el control territorial de la mayoría de las zonas de una de las barriadas más grandes de Petare, al este de Caracas, dar clases en estas  escuelas es todo un desafío para el personal educativo. 

Los constantes tiroteos, los enfrentamientos entre bandas, las incursiones policiales y los asesinatos que ocurren en la barriada, además de impedir el  desarrollo de las actividades escolares, han causado daños en la salud mental de quienes conviven en las escuelas. 

*Jazmín Díaz es profesora en una de las escuelas de José Félix Ribas y habita en un barrio distante a su lugar de trabajo. Cuenta que cuando sabía que la violencia armada estaba desatada en la comunidad, donde quedaba el plantel escolar, decidía suspender las clases por medidas de seguridad. 

“A mí me gusta mi trabajo y lo hago con pasión, pero lamentablemente cuando (la violencia)  se sale de control yo evito subir (al barrio) a dar clases, porque me da miedo que me ocurra algo malo a mi o a los niños”, dijo.

La violencia frena el desarrollo de la vida escolar en JFR. Tras los enfrentamientos armados los maestros deben suspender muchas veces las actividades escolares por temor a que las niñas, niños y adolescentes sean víctimas de los ataques.

En ocasiones las clases se dan a distancia, para evitar que los ataques afecten más a los estudiantes.

En Venezuela este año escolar comenzó con tropiezos. Las y los educadores iniciaron una larga jornada de protestas para exigir mejoras en sus reivindicaciones salariales. En el país un docente de escuela gana menos de 30 dólares al mes

La Federación Venezolana de Maestros estima que, entre los años 2015 y 2020, más de 100 mil educadores abandonaron el sistema educativo venezolano producto de los bajos salarios, la economía y la migración forzada. 

Te contamos: Toques de queda, enfrentamientos y violencia policial: José Félix Ribas, el barrio de Petare donde reina la violencia 

Se habla poco del tema

En José Félix Ribas las maestras y maestros se manejan con mucho cuidado y saben cuáles son los temas que pueden abordar y cuáles están prohibidos por razones de seguridad. Uno de ellos es la violencia entre las bandas. 

Desde el año 2015, Wuileisys Alexander Acevedo Monasterios​, ​​conocido también por su alias Wilexis, es uno de los delincuentes que mantiene el control territorial en la mayoría de las 10 zonas que componen la barriada. 

Wilexis y los 150 integrantes de su megabanda han sembrado el terror en el barrio, tanto así que han desplazado al Estado y han impuesto sus reglas, incluso normas de convivencias, como la de “no robar”.

Desde el año 2020, los cuerpos de seguridad realizan operativos para dar con su paradero, pero han sido infructuosos. Sin embargo, ese año fuentes extraoficiales señalaron que Wilexis se fue del barrio y nuevos delincuentes buscaron apoderarse de las zonas que controlaba el delincuente; desde allí surgen los enfrentamientos entre bandas por el control del territorio y de las economías criminales, como la venta de drogas y las extorsiones a comerciantes de la comunidad.

Algunos profesores entrevistados por Efecto Cocuyo explicaron que evitan hablar del tema de la violencia porque hay niños que tienen familiares involucrados con las megabandas armadas y otros han perdido a sus familiares a raíz de la delincuencia. 

“Sabemos que tenemos niños que son familiares de los delincuentes; entonces, tratamos de que el tema no se toque dentro de las instalaciones. Si los niños lo quieren hablar, o quieren drenar, uno los escucha; los orienta. Les decimos qué medidas pueden tomar ante estas situaciones violentas”, comentó una profesora que prefiere estar en el anonimato. 

Para lidiar con el miedo y el estrés que genera la violencia armada en las cercanías de las escuelas de JFR, algunos planteles cuentan con asesoría psicológica o psicoafectiva para ayudar a paliar los estragos de la violencia en la salud mental del personal educativo.

Hasta mayo de este año, la ONG Monitor de Víctimas, que registra casos de muertes vinculadas a la violencia armada en Caracas y algunos estados del país, informó que 38 personas fueron asesinadas en la parroquia Petare del municipio Sucre. 

La violencia es tan letal en esta zona que la ONG documentó al menos 12 homicidios en el barrio José Félix Ribas, entre los meses de enero y abril de este año. Más de la mitad de estos asesinatos fueron atribuidos a la banda de alias Wilexis. 

El año pasado Monitor de Víctima registró al menos 84 homicidios en Petare y 25 de ellos ocurrieron en José Félix Ribas.

Amenazas contra docentes

Los tiroteos en JFR son una constante, y a estos se agregan también  amenazas de los delincuentes contra el personal educativo

Una docente, que pidió hablar bajo anonimato, contó que en una oportunidad un grupo de policías recorrió con frecuencia la escuela donde ella trabaja. Los funcionarios hacían inspecciones de rutina por la barriada y también pasaban por el plantel escolar para verificar la situación. 

Días después de la visita de los funcionarios, los delincuentes amenazaron al personal educativo por haber permitido los recorridos policiales.

Te contamos: Desde agosto, violencia policial y delictiva deja por lo menos 18 muertos en José Félix Ribas

“Hubo un tiempo en que la policía recorría todos los días las escuelas, las vulnerables, y hubo personas de la zona que amenazaron (al personal educativo), porque los policías no podían ni entrar o salir (a las escuelas). Era una situación difícil”, reiteró la profesora. 

Recordó que los funcionarios, por lo general, subían a las zonas altas del JFR detrás de los vehículos donde lo hacían las maestras. 

 “No sabíamos de dónde venían las amenazas de que los policías estaban en los colegios recibiendo información (sobre los delincuentes). No era así, ellos iban porque estaban haciendo su trabajo (…) Le dijimos a los funcionarios que por favor trataran de no subir detrás del carro de las maestras, porque eso era como si nos estuvieran custodiando y eso daba mucho que pensar”.

La profesora entiende el trabajo que tiene que hacer la policía y que en todo momento trataron de resguardar al personal educativo, pero lamentablemente el contexto violento de José Félix Ribas impide que se pueda entender la situación. 

“Siento que nos ponían a nosotros también en riesgo en el sentido de que la gente piensa que estamos a favor de una cosa y de otra. Claro que todos queremos seguridad, pero con respeto”, explicó. 

Según datos recabados por medios de comunicación y publicados en la investigación Escuelas a prueba de balas de la ONG Cecodap, entre los meses de enero y octubre de 2022 hubo 14 enfrentamientos armados entre la policía y los delincuentes que controlan la barriada.

Tensiones en el barrio

Las tensiones no solamente son generadas por los delincuentes en los alrededores de las escuelas. Los funcionarios policiales también son temidos, ya que muchos de sus operativos suelen ser violentos. 

Los niños no solo temen a los violentos tiroteos entre megabandas armadas, también sienten temor a las acciones que puedan cometer los funcionarios en sus incursiones. 

“Lo que pasa es que hay cuerpos policiales que tampoco son respetuosos, amenazan, hacen cosas que no deben hacer, entonces eso genera temor y tensión. Por estos operativos también se suspenden las clases”, mencionó una educadora. 

Muchas veces los delincuentes pensaban que los funcionarios policiales recibían información de parte de los maestros, o creían que el personal educativo pedía a los efectivos de seguridad que ingresaran a la barriada. 

“Eso creó mucha tensión entre los padres y no querían llevar a los niños porque decían que permitir la entrada de los policías al colegio era una bomba de tiempo, hubo un lapso en el que iban a clases muy pocos niños porque a los padres les daba miedo llevarlos al colegio”, asegura. 

La presencia policial en vez de hacer sentir más seguro al personal educativo hacía que las tensiones aumentaran en el barrio. 

Por encima de la deserción escolar, los bajos salarios,  la renuncia del personal educativo y los frecuentes enfrentamientos entre bandas y funcionarios policiales las maestras de las escuelas de José Félix Ribas continúan trabajando y sorteando escollos para educar a los miles de niños, niñas y adolescentes que viven en el barrio. 

Por motivos de seguridad no se publicarán los nombres de las fuentes que contaron sus experiencias en este artículo periodístico. 

*Nombre ficticio para resguardar la integridad del entrevistado.

LA HUMANIDAD · 13 JULIO, 2023

Miedo en las aulas: cómo la violencia armada afecta el desarrollo escolar en José Félix (II) Ribas #ClasesBajoFuego

Texto por Reynaldo Mozo Zambrano | @reymozo
Foto por Ivan Reyes

La alegría que suele acompañar los años escolares hace muchas lunas que se fue de las escuelas ubicadas en José Félix Ribas (JFR), y en su lugar se instaló el miedo. Maestras y maestros de los planteles escolares establecidos en las zonas altas del JFR  imparten clases con temor a ser blanco de la violencia armada que desatan las bandas criminales que operan en el sector.

Desde que la delincuencia organizada se alzó con el control territorial de la mayoría de las zonas de una de las barriadas más grandes de Petare, al este de Caracas, dar clases en estas  escuelas es todo un desafío para el personal educativo. 

Los constantes tiroteos, los enfrentamientos entre bandas, las incursiones policiales y los asesinatos que ocurren en la barriada, además de impedir el  desarrollo de las actividades escolares, han causado daños en la salud mental de quienes conviven en las escuelas. 

*Jazmín Díaz es profesora en una de las escuelas de José Félix Ribas y habita en un barrio distante a su lugar de trabajo. Cuenta que cuando sabía que la violencia armada estaba desatada en la comunidad, donde quedaba el plantel escolar, decidía suspender las clases por medidas de seguridad. 

“A mí me gusta mi trabajo y lo hago con pasión, pero lamentablemente cuando (la violencia)  se sale de control yo evito subir (al barrio) a dar clases, porque me da miedo que me ocurra algo malo a mi o a los niños”, dijo.

La violencia frena el desarrollo de la vida escolar en JFR. Tras los enfrentamientos armados los maestros deben suspender muchas veces las actividades escolares por temor a que las niñas, niños y adolescentes sean víctimas de los ataques.

En ocasiones las clases se dan a distancia, para evitar que los ataques afecten más a los estudiantes.

En Venezuela este año escolar comenzó con tropiezos. Las y los educadores iniciaron una larga jornada de protestas para exigir mejoras en sus reivindicaciones salariales. En el país un docente de escuela gana menos de 30 dólares al mes

La Federación Venezolana de Maestros estima que, entre los años 2015 y 2020, más de 100 mil educadores abandonaron el sistema educativo venezolano producto de los bajos salarios, la economía y la migración forzada. 

Te contamos: Toques de queda, enfrentamientos y violencia policial: José Félix Ribas, el barrio de Petare donde reina la violencia 

Se habla poco del tema

En José Félix Ribas las maestras y maestros se manejan con mucho cuidado y saben cuáles son los temas que pueden abordar y cuáles están prohibidos por razones de seguridad. Uno de ellos es la violencia entre las bandas. 

Desde el año 2015, Wuileisys Alexander Acevedo Monasterios​, ​​conocido también por su alias Wilexis, es uno de los delincuentes que mantiene el control territorial en la mayoría de las 10 zonas que componen la barriada. 

Wilexis y los 150 integrantes de su megabanda han sembrado el terror en el barrio, tanto así que han desplazado al Estado y han impuesto sus reglas, incluso normas de convivencias, como la de “no robar”.

Desde el año 2020, los cuerpos de seguridad realizan operativos para dar con su paradero, pero han sido infructuosos. Sin embargo, ese año fuentes extraoficiales señalaron que Wilexis se fue del barrio y nuevos delincuentes buscaron apoderarse de las zonas que controlaba el delincuente; desde allí surgen los enfrentamientos entre bandas por el control del territorio y de las economías criminales, como la venta de drogas y las extorsiones a comerciantes de la comunidad.

Algunos profesores entrevistados por Efecto Cocuyo explicaron que evitan hablar del tema de la violencia porque hay niños que tienen familiares involucrados con las megabandas armadas y otros han perdido a sus familiares a raíz de la delincuencia. 

“Sabemos que tenemos niños que son familiares de los delincuentes; entonces, tratamos de que el tema no se toque dentro de las instalaciones. Si los niños lo quieren hablar, o quieren drenar, uno los escucha; los orienta. Les decimos qué medidas pueden tomar ante estas situaciones violentas”, comentó una profesora que prefiere estar en el anonimato. 

Para lidiar con el miedo y el estrés que genera la violencia armada en las cercanías de las escuelas de JFR, algunos planteles cuentan con asesoría psicológica o psicoafectiva para ayudar a paliar los estragos de la violencia en la salud mental del personal educativo.

Hasta mayo de este año, la ONG Monitor de Víctimas, que registra casos de muertes vinculadas a la violencia armada en Caracas y algunos estados del país, informó que 38 personas fueron asesinadas en la parroquia Petare del municipio Sucre. 

La violencia es tan letal en esta zona que la ONG documentó al menos 12 homicidios en el barrio José Félix Ribas, entre los meses de enero y abril de este año. Más de la mitad de estos asesinatos fueron atribuidos a la banda de alias Wilexis. 

El año pasado Monitor de Víctima registró al menos 84 homicidios en Petare y 25 de ellos ocurrieron en José Félix Ribas.

Amenazas contra docentes

Los tiroteos en JFR son una constante, y a estos se agregan también  amenazas de los delincuentes contra el personal educativo

Una docente, que pidió hablar bajo anonimato, contó que en una oportunidad un grupo de policías recorrió con frecuencia la escuela donde ella trabaja. Los funcionarios hacían inspecciones de rutina por la barriada y también pasaban por el plantel escolar para verificar la situación. 

Días después de la visita de los funcionarios, los delincuentes amenazaron al personal educativo por haber permitido los recorridos policiales.

Te contamos: Desde agosto, violencia policial y delictiva deja por lo menos 18 muertos en José Félix Ribas

“Hubo un tiempo en que la policía recorría todos los días las escuelas, las vulnerables, y hubo personas de la zona que amenazaron (al personal educativo), porque los policías no podían ni entrar o salir (a las escuelas). Era una situación difícil”, reiteró la profesora. 

Recordó que los funcionarios, por lo general, subían a las zonas altas del JFR detrás de los vehículos donde lo hacían las maestras. 

 “No sabíamos de dónde venían las amenazas de que los policías estaban en los colegios recibiendo información (sobre los delincuentes). No era así, ellos iban porque estaban haciendo su trabajo (…) Le dijimos a los funcionarios que por favor trataran de no subir detrás del carro de las maestras, porque eso era como si nos estuvieran custodiando y eso daba mucho que pensar”.

La profesora entiende el trabajo que tiene que hacer la policía y que en todo momento trataron de resguardar al personal educativo, pero lamentablemente el contexto violento de José Félix Ribas impide que se pueda entender la situación. 

“Siento que nos ponían a nosotros también en riesgo en el sentido de que la gente piensa que estamos a favor de una cosa y de otra. Claro que todos queremos seguridad, pero con respeto”, explicó. 

Según datos recabados por medios de comunicación y publicados en la investigación Escuelas a prueba de balas de la ONG Cecodap, entre los meses de enero y octubre de 2022 hubo 14 enfrentamientos armados entre la policía y los delincuentes que controlan la barriada.

Tensiones en el barrio

Las tensiones no solamente son generadas por los delincuentes en los alrededores de las escuelas. Los funcionarios policiales también son temidos, ya que muchos de sus operativos suelen ser violentos. 

Los niños no solo temen a los violentos tiroteos entre megabandas armadas, también sienten temor a las acciones que puedan cometer los funcionarios en sus incursiones. 

“Lo que pasa es que hay cuerpos policiales que tampoco son respetuosos, amenazan, hacen cosas que no deben hacer, entonces eso genera temor y tensión. Por estos operativos también se suspenden las clases”, mencionó una educadora. 

Muchas veces los delincuentes pensaban que los funcionarios policiales recibían información de parte de los maestros, o creían que el personal educativo pedía a los efectivos de seguridad que ingresaran a la barriada. 

“Eso creó mucha tensión entre los padres y no querían llevar a los niños porque decían que permitir la entrada de los policías al colegio era una bomba de tiempo, hubo un lapso en el que iban a clases muy pocos niños porque a los padres les daba miedo llevarlos al colegio”, asegura. 

La presencia policial en vez de hacer sentir más seguro al personal educativo hacía que las tensiones aumentaran en el barrio. 

Por encima de la deserción escolar, los bajos salarios,  la renuncia del personal educativo y los frecuentes enfrentamientos entre bandas y funcionarios policiales las maestras de las escuelas de José Félix Ribas continúan trabajando y sorteando escollos para educar a los miles de niños, niñas y adolescentes que viven en el barrio. 

Por motivos de seguridad no se publicarán los nombres de las fuentes que contaron sus experiencias en este artículo periodístico. 

*Nombre ficticio para resguardar la integridad del entrevistado.

¿Cómo valoras esta información?

QUÉ CHÉVERE

QUÉ INDIGNANTE

QUÉ CHIMBO