El arzobispo emérito de Cumaná, monseñor Diego Padrón, dijo que su vida no cambiará después de recibir el título de cardenal, un anuncio que hizo el papa Francisco este domingo 9 de julio.
Padrón es párroco de una iglesia en Valencia, estado Carabobo, donde concedió una entrevista al programa A tiempo de IVC con el periodista Eduardo Rodríguez.
Aseguró que esperará cualquier misión que le asigne la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) una vez se realice el consistorio donde recibirá su nuevo título junto a otros 20 cardenales, que está prevista se realice a finales de septiembre.
«Sigo siendo el párroco de una pequeña parroquia en Valencia, no tengo otras proyecciones, lo que creo es que puedo acercarme más a la gente. No creo que mi vida vaya a cambiar», admitió Padrón en la entrevista este lunes 10 de julio.
De los 21 cardenales que nombró el papa, 18 de ellos tendrán edad para participar en el cónclave que elegirá un nuevo pontífice, en caso de la muerte de Francisco o su renuncia.
Sin embargo, hay tres de ellos mayores de 80 años, entre quienes está monseñor Diego Padrón, así como el fray capuchino Luis Pascual Dri, confesor del Santuario de Nuestra Señora de Pompeya de Buenos Aires, y el nuncio italiano Agostino Marchetto.
Ninguno de ellos podrá participar para elegir al sucesor de San Pedro por su avanzada edad.
Diego Padrón fue nombrado obispo por San Juan Pablo II en el año de 1990 y la ceremonia de su consagración la realizó el fallecido cardenal Alí Lebrún. Su primer cargo fue ser obispo auxiliar de Caracas. En 1994, asumió la Diócesis de Maturín para suceder a monseñor Antonio José Ramírez Salaverría, el primer obispo que tuvo la iglesia en el estado Monagas.
En el año 2002 lo nombraron arzobispo de Cumaná, cargo en el que se mantuvo hasta cumplir los 75 años, tiempo en el que la Iglesia católica, según el derecho canónico, «jubila» a los obispos.
Actualmente se desempeña como párroco de la iglesia La Inmaculada de Camoruco, en el estado Carabobo.
Confesó que recibió con sorpresa la noticia sobre la creación como cardenal, al no tener una misión de tanto renombre.
«Totalmente sorpresivo, jamás podría pensar que esto se diera, yo estoy jubilado y encerrado en una parroquia en Valencia», dijo al programa A Tiempo.
Fue presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) por dos periodos consecutivos, entre los años 2012 y 2015.
Precisamente, la CEV saludó su nombramiento al conocerse este 9 de julio.
«Entre los obispos y religiosos nombrados por el papa, la Iglesia Venezolana recibe con júbilo y gratitud la designación de su eminencia monseñor Diego Rafael Padrón Sánchez, arzobispo emérito de Cumaná», dijo la CEV en una nota de prensa publicada en su página web.
Con información de Efe
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El arzobispo emérito de Cumaná, monseñor Diego Padrón, dijo que su vida no cambiará después de recibir el título de cardenal, un anuncio que hizo el papa Francisco este domingo 9 de julio.
Padrón es párroco de una iglesia en Valencia, estado Carabobo, donde concedió una entrevista al programa A tiempo de IVC con el periodista Eduardo Rodríguez.
Aseguró que esperará cualquier misión que le asigne la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) una vez se realice el consistorio donde recibirá su nuevo título junto a otros 20 cardenales, que está prevista se realice a finales de septiembre.
«Sigo siendo el párroco de una pequeña parroquia en Valencia, no tengo otras proyecciones, lo que creo es que puedo acercarme más a la gente. No creo que mi vida vaya a cambiar», admitió Padrón en la entrevista este lunes 10 de julio.
De los 21 cardenales que nombró el papa, 18 de ellos tendrán edad para participar en el cónclave que elegirá un nuevo pontífice, en caso de la muerte de Francisco o su renuncia.
Sin embargo, hay tres de ellos mayores de 80 años, entre quienes está monseñor Diego Padrón, así como el fray capuchino Luis Pascual Dri, confesor del Santuario de Nuestra Señora de Pompeya de Buenos Aires, y el nuncio italiano Agostino Marchetto.
Ninguno de ellos podrá participar para elegir al sucesor de San Pedro por su avanzada edad.
Diego Padrón fue nombrado obispo por San Juan Pablo II en el año de 1990 y la ceremonia de su consagración la realizó el fallecido cardenal Alí Lebrún. Su primer cargo fue ser obispo auxiliar de Caracas. En 1994, asumió la Diócesis de Maturín para suceder a monseñor Antonio José Ramírez Salaverría, el primer obispo que tuvo la iglesia en el estado Monagas.
En el año 2002 lo nombraron arzobispo de Cumaná, cargo en el que se mantuvo hasta cumplir los 75 años, tiempo en el que la Iglesia católica, según el derecho canónico, «jubila» a los obispos.
Actualmente se desempeña como párroco de la iglesia La Inmaculada de Camoruco, en el estado Carabobo.
Confesó que recibió con sorpresa la noticia sobre la creación como cardenal, al no tener una misión de tanto renombre.
«Totalmente sorpresivo, jamás podría pensar que esto se diera, yo estoy jubilado y encerrado en una parroquia en Valencia», dijo al programa A Tiempo.
Fue presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) por dos periodos consecutivos, entre los años 2012 y 2015.
Precisamente, la CEV saludó su nombramiento al conocerse este 9 de julio.
«Entre los obispos y religiosos nombrados por el papa, la Iglesia Venezolana recibe con júbilo y gratitud la designación de su eminencia monseñor Diego Rafael Padrón Sánchez, arzobispo emérito de Cumaná», dijo la CEV en una nota de prensa publicada en su página web.
Con información de Efe