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«Vamos a perecer»: guía del retiro en La Grita temía por reacción de la Iglesia

LA HUMANIDAD · 10 SEPTIEMBRE, 2022 18:33

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Mariana Duque

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Antes de subir a la montaña, Rosa Edilia García, «líder» del grupo de 16 personas que se trasladaron a un retiro espiritual en el páramo La Negra, municipio Jáuregui del estado Táchira, y que fueron reportados como desaparecidos por algunos de sus familiares, había enviado un audio vía whatsapp a una de sus seguidoras, con el que alertaba que en la Iglesia católica no se podían enterar de sus afirmaciones sobre la Virgen María y de lo que harían, porque todos “perecerían”.

En el audio, en el que se escucha una voz suave y con palabras cariñosas y comprensivas, Rosa García le solicita a una mujer a quien le dice “mi niña” no comentarle a ninguno de sus familiares, ni a personas de confianza, menos si eran de la Iglesia, pues ella ya había recibido amenazas de feligreses, porque no estaban en capacidad de entender lo que estaba ocurriendo, ni siquiera el papa Francisco lo estaba.  

Rosa García al momento de ser rescatada por los organismos de seguridad. Foto: Captura de video  

“Estoy llamando a todos muy preocupada por el mensaje que recibí, no podemos contarle absolutamente nada a nadie; solamente esto es para nosotros solos; porque si uno mete la pata, por ese vamos a perecer todos, entonces, ¡cuidadito! Nos van a amenazar, y cuando nos amenacen es que nosotros descubrimos, por ejemplo: yo recibí ayer dos amenazas en la tarde, y acabo de recibir ese mensaje. A nadie de la iglesia, por mucha confianza, ni al papa; que si el papa llega a preguntarnos no podemos decirlo, porque ellos en este momento no están en capacidad de entender absolutamente nada”, dice en el audio.

Destaca que ya se habían iniciado “los ataques” contra ella en la Iglesia, y quien lo hizo le dijo que todos los sacerdotes y grupos de apostolado estaban conectados, por lo que a ellos es quien debían tenerles más miedo, serían los “enemigos número uno”.

“Ellos son los que nos van a perseguir a nosotros, la misma iglesia, la misma familia, entonces esto no se le puede contar absolutamente a nadie… No le diga a nadie por mucho que usted le vea de santidad, con la gente de la iglesia no nos podemos confiar, he tenido grandes problemas con la gente que yo creía que eran santos dentro de la iglesia”, indica.

El audio tenía desde el pasado miércoles rodando entre los habitantes de La Grita, pero nadie confirmaba que se tratara efectivamente de la voz de Rosa García, sin embargo, al publicarse un video que le grabaron los organismos de seguridad en el lugar de rescate, se pudo comprobar que era la misma persona.

“Rezando el rosario”

Al momento de ser rescatados los integrantes de la familia Luna, García, Peña y Serrano, la tarde del jueves 8 de septiembre, los organismos de seguridad le grabaron un video a Rosa García en el que aclaraba que no estaban desaparecidos, sino en un retiro de oración. “Solamente rezando el rosario, la sangre de Cristo y la Divina Misericordia, pidiendo por la santa madre Iglesia, por el papa, y por la salud de los enfermos, y por toda la humanidad, eso es lo que nosotros hacíamos”.

Horas antes del rescate, el obispo de la Diócesis de San Cristóbal, Monseñor Mario Moronta, aclaró que estas personas no formaban parte del grupo de renovación carismática, ni tampoco seguían doctrinas propias de la Iglesia, por lo que separó las afirmaciones sobre Rosa Edilia de toda actividad religiosa.

El mismo jueves 8 de septiembre, la Diócesis envió un comunicado de la renovación carismática regional, en el que manifestaron que “las personas vinculadas que suscitaron estos actos, no forman parte de la renovación carismática católica del Táchira, ni son miembros activos de la misma”.

Efecto Cocuyo conversó el jueves 8 de septiembre con un familiar de Rosa García, quien relató que hace más de un mes había intentado reunirse en dos ocasiones con el párroco de la iglesia Espíritu Santo (a la que ella asistía), para contarle la actitud y el fanatismo que le observaban a la mujer, pero no fue atendida. Cree que si el sacerdote los hubiera escuchado a tiempo, no hubiera ocurrido el retiro espiritual y los rumores de desaparición.   

 

 

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Texto por Mariana Duque
Foto por Mariana Duque

Antes de subir a la montaña, Rosa Edilia García, «líder» del grupo de 16 personas que se trasladaron a un retiro espiritual en el páramo La Negra, municipio Jáuregui del estado Táchira, y que fueron reportados como desaparecidos por algunos de sus familiares, había enviado un audio vía whatsapp a una de sus seguidoras, con el que alertaba que en la Iglesia católica no se podían enterar de sus afirmaciones sobre la Virgen María y de lo que harían, porque todos “perecerían”.

En el audio, en el que se escucha una voz suave y con palabras cariñosas y comprensivas, Rosa García le solicita a una mujer a quien le dice “mi niña” no comentarle a ninguno de sus familiares, ni a personas de confianza, menos si eran de la Iglesia, pues ella ya había recibido amenazas de feligreses, porque no estaban en capacidad de entender lo que estaba ocurriendo, ni siquiera el papa Francisco lo estaba.  

Rosa García al momento de ser rescatada por los organismos de seguridad. Foto: Captura de video  

“Estoy llamando a todos muy preocupada por el mensaje que recibí, no podemos contarle absolutamente nada a nadie; solamente esto es para nosotros solos; porque si uno mete la pata, por ese vamos a perecer todos, entonces, ¡cuidadito! Nos van a amenazar, y cuando nos amenacen es que nosotros descubrimos, por ejemplo: yo recibí ayer dos amenazas en la tarde, y acabo de recibir ese mensaje. A nadie de la iglesia, por mucha confianza, ni al papa; que si el papa llega a preguntarnos no podemos decirlo, porque ellos en este momento no están en capacidad de entender absolutamente nada”, dice en el audio.

Destaca que ya se habían iniciado “los ataques” contra ella en la Iglesia, y quien lo hizo le dijo que todos los sacerdotes y grupos de apostolado estaban conectados, por lo que a ellos es quien debían tenerles más miedo, serían los “enemigos número uno”.

“Ellos son los que nos van a perseguir a nosotros, la misma iglesia, la misma familia, entonces esto no se le puede contar absolutamente a nadie… No le diga a nadie por mucho que usted le vea de santidad, con la gente de la iglesia no nos podemos confiar, he tenido grandes problemas con la gente que yo creía que eran santos dentro de la iglesia”, indica.

El audio tenía desde el pasado miércoles rodando entre los habitantes de La Grita, pero nadie confirmaba que se tratara efectivamente de la voz de Rosa García, sin embargo, al publicarse un video que le grabaron los organismos de seguridad en el lugar de rescate, se pudo comprobar que era la misma persona.

“Rezando el rosario”

Al momento de ser rescatados los integrantes de la familia Luna, García, Peña y Serrano, la tarde del jueves 8 de septiembre, los organismos de seguridad le grabaron un video a Rosa García en el que aclaraba que no estaban desaparecidos, sino en un retiro de oración. “Solamente rezando el rosario, la sangre de Cristo y la Divina Misericordia, pidiendo por la santa madre Iglesia, por el papa, y por la salud de los enfermos, y por toda la humanidad, eso es lo que nosotros hacíamos”.

Horas antes del rescate, el obispo de la Diócesis de San Cristóbal, Monseñor Mario Moronta, aclaró que estas personas no formaban parte del grupo de renovación carismática, ni tampoco seguían doctrinas propias de la Iglesia, por lo que separó las afirmaciones sobre Rosa Edilia de toda actividad religiosa.

El mismo jueves 8 de septiembre, la Diócesis envió un comunicado de la renovación carismática regional, en el que manifestaron que “las personas vinculadas que suscitaron estos actos, no forman parte de la renovación carismática católica del Táchira, ni son miembros activos de la misma”.

Efecto Cocuyo conversó el jueves 8 de septiembre con un familiar de Rosa García, quien relató que hace más de un mes había intentado reunirse en dos ocasiones con el párroco de la iglesia Espíritu Santo (a la que ella asistía), para contarle la actitud y el fanatismo que le observaban a la mujer, pero no fue atendida. Cree que si el sacerdote los hubiera escuchado a tiempo, no hubiera ocurrido el retiro espiritual y los rumores de desaparición.