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Victoria Cárdenas, esposa del preso político Juan Sebastián Chamorro: “Nicaragua es una gran cárcel”

LA HUMANIDAD · 18 JUNIO, 2022 10:07

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Laura Weffer Cifuentes


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El último recuerdo que tiene Victoria Cárdenas de su esposo Juan Sebastián Chamorro es con las manos en alto y pidiéndole a los más de 40 policías que irrumpieron en su hogar, en medio de la noche, que no le hicieran daño.

Dice que desde que lo “arrancaron” de su casa el 8 de junio 2021, más nunca lo volvió a ver y solo sabe de él a través de terceros.

Tras una de las siete visitas que le han permitido hacer a sus familiares en el centro de detención temporal conocido como el “Nuevo Chipote” donde se encuentra recluido, la hermana de Chamorro le dijo a su cuñada que si lo viera ahora, en el estado en que está, luego de haber recibido torturas y maltratos y después de haber perdido más de 40 kilos; no lo reconocería. Juan Pablo y Victoria tienen 23 años de casados.

“Tengo un año sin oír su voz, sin recibir una carta. Eso constituye tortura para él, para mi hija y para mi”, dice Victoria desde Los Angeles. Este 9 de junio se encontraba en la ciudad estadounidense a propósito de la Cumbre de las Américas. Fue invitada por la organización Race and Equality para compartir su testimonio de vida en el evento ¿Presos por qué?: Personas Presas por Motivos Políticos en Cuba, Nicaragua y Venezuela”.

Juan Pablo Chamorro era candidato presidencial. Cuando se lanzó sabía que corría un riesgo, pero nunca pensó que el régimen de Daniel Ortega destruiría a la oposición democrática de la manera tan brutal en la que lo hizo.

Siete de los precandidatos presidenciales de 2021 terminaron en la cárcel o con arresto domiciliario. Ortega los acusó de planear un golpe de Estado.

A un año de la detención, Chamorro sigue tras las rejas a pesar de las medidas provisionales  de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que ha reconocido que su detención fue arbitraria y que la incomunicación a la que está sometido es una forma de tratos crueles, inhumanos y degradantes. Se ha ordenado su liberación inmediata, pero Nicaragua continúa en desacato, está incumpliendo. 

“Las cárceles de Nicaragua están habitadas por defensores de Derechos Humanos, candidatos presidenciales, periodistas y empresarios. Las mujeres están siendo sumamente maltratadas. Todos están en total indefensión”, dice Victoria que, obligada por las circunstancias, se ha convertido en una defensora de esos derechos y va por el mundo denunciando las tropelías del régimen de Ortega.

Afrenta a la democracia 

Victoria intenta, pero no puede. Se tiene que forzar. El día de la entrevista se cumple un año del encarcelamiento injusto de su esposo. La separación ha cobrado su parte. Victoria migró con su hija porque no quería que también truncaran su futuro. Vive con su familia, lejos de lo conocido. Cuenta cómo durante un tiempo su hija no quería comer pensando que su papá podría estar con hambre. 

“Juan Sebastián siempre repetía: nos mueve la esperanza.  Esa es la esperanza que me mueve a mi para levantar la voz de los presos políticos. Nicaragua es una gran cárcel”, dice, no sin cierta tristeza.

Chamorro y Cárdenas, antes de que él fuera detenido/ Foto: IP Nicaragua

Durante la presentación del evento, el subsecretario de Estado de Estados Unidos para Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian A. Nichols, envió un mensaje en el que dijo: “Las detenciones de manifestantes pacíficos en Cuba, Nicaragua y Venezuela son una afrenta a la democracia y los juicios buscan silenciar la libertad de expresión”.

Hasta principios de junio en Nicaragua había 184 presos políticos y, de ellos, 180 ya habían recibido una condena en juicios carentes de garantías procesales y en los que se utilizaron policías como testigos.

Respecto a la situación en Nicaragua, el director de Race and Equality, Carlos Quesada, destacó que desde el inicio de las protestas en abril de 2018, al menos 1.614 nicaragüenses fueron detenidos arbitrariamente hasta mayo de 2020. «En la mayoría de los casos, lo que se ha criminalizado es el derecho a la libertad de expresión», dijo Quesada.

También se comprometió a seguir denunciando las violaciones a los derechos humanos cometidas por el régimen de Ortega en Nicaragua contra los más de 180 presos políticos y para ello lanzarán la campaña «Nicas Libres Ya» que busca visibilizar sus historias y lograr el apoyo necesario para su pronta liberación.

Victoria recibe la noticia con optimismo, aunque a veces sea difícil:  “ La solidaridad es sumamente importante, porque uno a veces pierde la fuerza con tanto dolor, pero con la mano amiga vamos a salir adelante”. 

LA HUMANIDAD · 22 JULIO, 2022

Victoria Cárdenas, esposa del preso político Juan Sebastián Chamorro: “Nicaragua es una gran cárcel”

Texto por Laura Weffer Cifuentes

El último recuerdo que tiene Victoria Cárdenas de su esposo Juan Sebastián Chamorro es con las manos en alto y pidiéndole a los más de 40 policías que irrumpieron en su hogar, en medio de la noche, que no le hicieran daño.

Dice que desde que lo “arrancaron” de su casa el 8 de junio 2021, más nunca lo volvió a ver y solo sabe de él a través de terceros.

Tras una de las siete visitas que le han permitido hacer a sus familiares en el centro de detención temporal conocido como el “Nuevo Chipote” donde se encuentra recluido, la hermana de Chamorro le dijo a su cuñada que si lo viera ahora, en el estado en que está, luego de haber recibido torturas y maltratos y después de haber perdido más de 40 kilos; no lo reconocería. Juan Pablo y Victoria tienen 23 años de casados.

“Tengo un año sin oír su voz, sin recibir una carta. Eso constituye tortura para él, para mi hija y para mi”, dice Victoria desde Los Angeles. Este 9 de junio se encontraba en la ciudad estadounidense a propósito de la Cumbre de las Américas. Fue invitada por la organización Race and Equality para compartir su testimonio de vida en el evento ¿Presos por qué?: Personas Presas por Motivos Políticos en Cuba, Nicaragua y Venezuela”.

Juan Pablo Chamorro era candidato presidencial. Cuando se lanzó sabía que corría un riesgo, pero nunca pensó que el régimen de Daniel Ortega destruiría a la oposición democrática de la manera tan brutal en la que lo hizo.

Siete de los precandidatos presidenciales de 2021 terminaron en la cárcel o con arresto domiciliario. Ortega los acusó de planear un golpe de Estado.

A un año de la detención, Chamorro sigue tras las rejas a pesar de las medidas provisionales  de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que ha reconocido que su detención fue arbitraria y que la incomunicación a la que está sometido es una forma de tratos crueles, inhumanos y degradantes. Se ha ordenado su liberación inmediata, pero Nicaragua continúa en desacato, está incumpliendo. 

“Las cárceles de Nicaragua están habitadas por defensores de Derechos Humanos, candidatos presidenciales, periodistas y empresarios. Las mujeres están siendo sumamente maltratadas. Todos están en total indefensión”, dice Victoria que, obligada por las circunstancias, se ha convertido en una defensora de esos derechos y va por el mundo denunciando las tropelías del régimen de Ortega.

Afrenta a la democracia 

Victoria intenta, pero no puede. Se tiene que forzar. El día de la entrevista se cumple un año del encarcelamiento injusto de su esposo. La separación ha cobrado su parte. Victoria migró con su hija porque no quería que también truncaran su futuro. Vive con su familia, lejos de lo conocido. Cuenta cómo durante un tiempo su hija no quería comer pensando que su papá podría estar con hambre. 

“Juan Sebastián siempre repetía: nos mueve la esperanza.  Esa es la esperanza que me mueve a mi para levantar la voz de los presos políticos. Nicaragua es una gran cárcel”, dice, no sin cierta tristeza.

Chamorro y Cárdenas, antes de que él fuera detenido/ Foto: IP Nicaragua

Durante la presentación del evento, el subsecretario de Estado de Estados Unidos para Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian A. Nichols, envió un mensaje en el que dijo: “Las detenciones de manifestantes pacíficos en Cuba, Nicaragua y Venezuela son una afrenta a la democracia y los juicios buscan silenciar la libertad de expresión”.

Hasta principios de junio en Nicaragua había 184 presos políticos y, de ellos, 180 ya habían recibido una condena en juicios carentes de garantías procesales y en los que se utilizaron policías como testigos.

Respecto a la situación en Nicaragua, el director de Race and Equality, Carlos Quesada, destacó que desde el inicio de las protestas en abril de 2018, al menos 1.614 nicaragüenses fueron detenidos arbitrariamente hasta mayo de 2020. «En la mayoría de los casos, lo que se ha criminalizado es el derecho a la libertad de expresión», dijo Quesada.

También se comprometió a seguir denunciando las violaciones a los derechos humanos cometidas por el régimen de Ortega en Nicaragua contra los más de 180 presos políticos y para ello lanzarán la campaña «Nicas Libres Ya» que busca visibilizar sus historias y lograr el apoyo necesario para su pronta liberación.

Victoria recibe la noticia con optimismo, aunque a veces sea difícil:  “ La solidaridad es sumamente importante, porque uno a veces pierde la fuerza con tanto dolor, pero con la mano amiga vamos a salir adelante”. 

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