close

OPINIÓN · 26 SEPTIEMBRE, 2022 05:30

Alzheimer: ¿alteración en la investigación?

Ver más de

Paulino Betancourt Figueroa | @p_betanco

¿Cómo valoras esta información?

QUÉ CHÉVERE
1
QUÉ INDIGNANTE
QUÉ CHIMBO

La demencia es un síndrome neurocognitivo que se refiere a un conjunto de síntomas relacionados con la pérdida de memoria y el deterioro de la función cognitiva, entre otros. Una de las formas más comunes de demencia es la enfermedad de Alzheimer, que afecta a millones de personas. Según los datos en 2020, unos 55 millones de personas en todo el mundo tenían esta enfermedad. Las que viven con Alzheimer no pueden reconocer a sus propios hijos o incluso a su pareja de más de 50 años. Por tanto, la búsqueda de una cura para el Alzheimer se está convirtiendo en una investigación cada vez más competitiva y polémica, y en los últimos años, se han producido algunas controversias importantes.

Un estudio publicado en 2006 en Nature proporcionó evidencia de que la acumulación tóxica en el cerebro de una proteína llamada beta-amiloide, estaba relacionada con el desarrollo del Alzheimer. El estudio utilizó ratones para mostrar cómo estas anormales proteínas, también conocidas como placas amiloides, podían causar demencia. Debido a los hallazgos, este estudio se volvió muy influyente en la investigación. Hasta la fecha, se ha citado unas 2.277 veces en otras publicaciones científicas.

Durante años los investigadores se centraron en hallar nuevos tratamientos para la enfermedad, mediante la prevención de la formación de grupos de esta misteriosa proteína que dañan el cerebro. De hecho, podría decirse que los científicos se enfocaron casi exclusivamente en estos resultados, ignorando a menudo otras posibles explicaciones. Lamentablemente, el estudio de los grupos de proteínas beta-amiloides era un callejón sin salida, que no produjo un fármaco o terapia útil para las millones de personas que padecen Alzheimer. Hace pocas semanas la revista Science informó que algunas de las imágenes de ese artículo fueron manipuladas por los autores.

La mayoría de las revistas científicas prohíben explícitamente hacer alteraciones digitales. Pero si un investigador hace un experimento y los resultados no son tan concluyentes o si difieren de lo que esperaba, es tentador y fácil de eliminar digitalmente una mancha o cambiar el grosor de una banda de proteína. ¡Es mucho más rápido que rehacer el experimento! Las imágenes fotográficas se pueden alterar fácilmente, por ejemplo, cuando se eliminan las arrugas o una peca de la cara en un retrato fotográfico. Pero la controversia no se limita a esta situación. La inquietud es que el enfoque en la beta-amiloide fue una distracción peligrosa, que en realidad oscureció la naturaleza compleja de la enfermedad e hizo perder un tiempo valioso.

El creciente consenso es que no existe una causa única en la enfermedad de Alzheimer, sino un conjunto de factores. Puede que no parezcan buenas noticias, pero hay un lado positivo para esto: muchos factores diferentes pueden proporcionar diversos caminos para el tratamiento.

En los últimos 30 años de investigación, ya no se piensa en el Alzheimer como una enfermedad exclusiva del cerebro. Más bien, se cree que la enfermedad es principalmente un trastorno del sistema inmune dentro del cerebro. El sistema inmune, que se encuentra en todos los órganos del cuerpo, es un conjunto de células y moléculas que funcionan en armonía para ayudar a reparar lesiones y proteger de invasores extraños. Cuando una persona tropieza y se cae, el sistema inmune apoya en la reparación de los tejidos dañados. Si alguien experimenta una infección viral o bacteriana, el sistema inmunológico ayuda en la lucha contra estos invasores microbianos. Los mismos procesos están presentes en el cerebro. Al ocurrir un traumatismo craneal, el sistema inmune del cerebro se pone en marcha para ayudar a repararlo.

Los investigadores consideran que la beta-amiloide no es una proteína producida de forma “anormal”, sino que es una molécula que se produce normalmente y que forma parte del sistema inmune del cerebro. Y aquí es donde comienza el problema. Debido a las sorprendentes similitudes entre las moléculas de grasa que forman las membranas de las bacterias y las membranas de las células cerebrales, la beta-amiloide no puede diferenciar entre las bacterias invasoras y las células cerebrales del huésped, atacando por error a las mismas células cerebrales que se supone deben proteger. Esto conduce a una pérdida crónica y progresiva de la función de las células cerebrales, que finalmente culmina en la demencia.

Cuando se considera como un ataque del sistema inmunitario del cerebro contra el mismo órgano que se supone debe defender, la enfermedad de Alzheimer emerge como una enfermedad autoinmune. Hay muchos tipos de enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide, en las que los anticuerpos juegan un papel crucial y para las cuales las terapias basadas en esteroides pueden ser efectivas. Pero, estas terapias no funcionaron contra la enfermedad de Alzheimer.

Además de esta teoría autoinmune, existen muchas otras nuevas y variadas. Por ejemplo, algunos científicos creen que el Alzheimer es una enfermedad de las pequeñas estructuras celulares llamadas mitocondrias, las fábricas de energía en cada célula cerebral. Las mitocondrias convierten el oxígeno del aire que respiramos y la glucosa de los alimentos que comemos, en la energía necesaria para recordar y pensar. Sin ella, el cerebro no puede funcionar adecuadamente.

El Alzheimer se ha convertido en una crisis de salud pública que necesita ideas innovadoras y nuevas direcciones, para el bienestar de las personas que padecen de demencia y sus familias, así como para aliviar el impacto socioeconómico. Al hacer frente a los costos y demandas cada vez mayores de la demencia, se necesita de una mejor comprensión de la enfermedad, sus causas y lo que realmente puede hacerse para tratarlo.

***

Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.

Del mismo autor: El verdor de los manglares cambia con la Luna

ESPECIALES · 25 SEPTIEMBRE, 2021

Qué pasa en la frontera sur de Estados Unidos

Texto por Ivan Reyes | @IvanEReyes

ESPECIALES · 4 SEPTIEMBRE, 2021

Salud sexual en Venezuela: guía para jóvenes

Texto por Albany Andara Meza | @AlbanyAndara

ESPECIALES · 1 JULIO, 2021

Venezolanos en el Río Grande

Texto por Luz Mely Reyes | @LuzMelyReyes

ESPECIALES · 29 JUNIO, 2021

#PandemiaEnVenezuela

Texto por Efecto Cocuyo | @efectococuyo

ESPECIALES · 15 MARZO, 2021

#UnAñoDePandemia

Texto por Efecto Cocuyo | @efectococuyo

ESPECIALES · 20 FEBRERO, 2021

Explosión Monagas

Texto por Ronny Rodríguez Rosas | @ronnyrodriguez

ESPECIALES · 4 FEBRERO, 2021

Cáncer en Venezuela

Texto por Mariana Souquett Gil | @nanasouquett

ESPECIALES · 7 NOVIEMBRE, 2020

INVESTIGACIÓN | Finanzas dispersas: el rompecabezas del Gobierno interino

Texto por Equipo de Investigación (*)

ESPECIALES · 5 JULIO, 2020

Civiles que hicieron historia

Texto por Efecto Cocuyo

ESPECIALES · 14 ENERO, 2020

INVESTIGACIÓN | Metro Dirección Colapso

Texto por María Victoria Fermín Kancev | @vickyfermin

ESPECIALES · 17 DICIEMBRE, 2019

INVESTIGACIÓN | 102 toneladas de droga esfumadas en manos del Estado

Texto por Cristina González | @twdecristina

ESPECIALES · 16 DICIEMBRE, 2019

INVESTIGACIÓN | Vargas: Tragedia y olvido

Texto por Efecto Cocuyo

ESPECIALES · 22 OCTUBRE, 2019

INVESTIGACIÓN | Infancia de luto

Texto por Efecto Cocuyo | @efectococuyo

ESPECIALES · 24 ENERO, 2019

Parir y nacer en la Venezuela del hambre

Texto por Efecto Cocuyo | @efectococuyo

ESPECIALES · 24 ENERO, 2019

Misses y santos

Texto por Ana Griffin y Reynaldo Mozo Zambrano

ESPECIALES · 15 JULIO, 2020

INVESTIGACIÓN | Arco Minero del Orinoco: crimen, corrupción y cianuro

Texto por Julett Pineda y Edgar López

ESPECIALES · 30 MAYO, 2019

El amargo cacao venezolano: entre el delito y el asedio oficial

Texto por Vanessa Moreno Losada | @MoreLosada24

OPINIÓN · 25 SEPTIEMBRE, 2022 05:30

Alternabilidad y democracia, una llave indisoluble

La democracia es el régimen de gobierno que más garantiza el ejercicio pleno de los derechos humanos. Aunque, evidentemente, la historia se ha encargado de mostrarnos sus fallas, carencias y desviaciones, y no en pocas oportunidades han causado cansancio, por parte de poblaciones enteras. Esto no significa que no sea perfectible y en el marco […]

OPINIÓN · 24 SEPTIEMBRE, 2022 05:35

Muerte de mujeres

Septiembre de 2022 pasará a la historia marcado por la muerte de una mujer, pero debería ser por la de dos o de muchas. En Inglaterra murió la Reina que llevó en su cabeza la corona bien puesta durante décadas y todo el mundo -literalmente- aplaudió y honró su muerte por causas naturales. Esto, aunque, […]

OPINIÓN · 24 SEPTIEMBRE, 2022 05:35

Tolerancia y religión

Las intensas protestas en Irán por la muerte de la joven Mahsa Amini no cesan. Su muerte se produjo por cometer una infracción a la ley islámica: llevar mal puesto el velo (donde básicamente mostraba un poco su cabello). Esto fue razón suficiente para que la Policía de la Moral (vigilante de las normas islámicas) […]

OPINIÓN · 23 SEPTIEMBRE, 2022 05:00

El bolívar y sus circunstancias

Antonio Guzmán Blanco -quien gobernó nuestro país en varias ocasiones entre 1870 a 1888- dijo en una oportunidad: «Venezuela es como un cuero seco, lo pisan por un lado y se levanta por el otro». Con esta aseveración, se refería a la situación económica de entonces. Casi 150 años después, lamentablemente, no podemos decir algo […]

OPINIÓN · 23 SEPTIEMBRE, 2022

Alzheimer: ¿alteración en la investigación?

Texto por Paulino Betancourt Figueroa | @p_betanco

La demencia es un síndrome neurocognitivo que se refiere a un conjunto de síntomas relacionados con la pérdida de memoria y el deterioro de la función cognitiva, entre otros. Una de las formas más comunes de demencia es la enfermedad de Alzheimer, que afecta a millones de personas. Según los datos en 2020, unos 55 millones de personas en todo el mundo tenían esta enfermedad. Las que viven con Alzheimer no pueden reconocer a sus propios hijos o incluso a su pareja de más de 50 años. Por tanto, la búsqueda de una cura para el Alzheimer se está convirtiendo en una investigación cada vez más competitiva y polémica, y en los últimos años, se han producido algunas controversias importantes.

Un estudio publicado en 2006 en Nature proporcionó evidencia de que la acumulación tóxica en el cerebro de una proteína llamada beta-amiloide, estaba relacionada con el desarrollo del Alzheimer. El estudio utilizó ratones para mostrar cómo estas anormales proteínas, también conocidas como placas amiloides, podían causar demencia. Debido a los hallazgos, este estudio se volvió muy influyente en la investigación. Hasta la fecha, se ha citado unas 2.277 veces en otras publicaciones científicas.

Durante años los investigadores se centraron en hallar nuevos tratamientos para la enfermedad, mediante la prevención de la formación de grupos de esta misteriosa proteína que dañan el cerebro. De hecho, podría decirse que los científicos se enfocaron casi exclusivamente en estos resultados, ignorando a menudo otras posibles explicaciones. Lamentablemente, el estudio de los grupos de proteínas beta-amiloides era un callejón sin salida, que no produjo un fármaco o terapia útil para las millones de personas que padecen Alzheimer. Hace pocas semanas la revista Science informó que algunas de las imágenes de ese artículo fueron manipuladas por los autores.

La mayoría de las revistas científicas prohíben explícitamente hacer alteraciones digitales. Pero si un investigador hace un experimento y los resultados no son tan concluyentes o si difieren de lo que esperaba, es tentador y fácil de eliminar digitalmente una mancha o cambiar el grosor de una banda de proteína. ¡Es mucho más rápido que rehacer el experimento! Las imágenes fotográficas se pueden alterar fácilmente, por ejemplo, cuando se eliminan las arrugas o una peca de la cara en un retrato fotográfico. Pero la controversia no se limita a esta situación. La inquietud es que el enfoque en la beta-amiloide fue una distracción peligrosa, que en realidad oscureció la naturaleza compleja de la enfermedad e hizo perder un tiempo valioso.

El creciente consenso es que no existe una causa única en la enfermedad de Alzheimer, sino un conjunto de factores. Puede que no parezcan buenas noticias, pero hay un lado positivo para esto: muchos factores diferentes pueden proporcionar diversos caminos para el tratamiento.

En los últimos 30 años de investigación, ya no se piensa en el Alzheimer como una enfermedad exclusiva del cerebro. Más bien, se cree que la enfermedad es principalmente un trastorno del sistema inmune dentro del cerebro. El sistema inmune, que se encuentra en todos los órganos del cuerpo, es un conjunto de células y moléculas que funcionan en armonía para ayudar a reparar lesiones y proteger de invasores extraños. Cuando una persona tropieza y se cae, el sistema inmune apoya en la reparación de los tejidos dañados. Si alguien experimenta una infección viral o bacteriana, el sistema inmunológico ayuda en la lucha contra estos invasores microbianos. Los mismos procesos están presentes en el cerebro. Al ocurrir un traumatismo craneal, el sistema inmune del cerebro se pone en marcha para ayudar a repararlo.

Los investigadores consideran que la beta-amiloide no es una proteína producida de forma “anormal”, sino que es una molécula que se produce normalmente y que forma parte del sistema inmune del cerebro. Y aquí es donde comienza el problema. Debido a las sorprendentes similitudes entre las moléculas de grasa que forman las membranas de las bacterias y las membranas de las células cerebrales, la beta-amiloide no puede diferenciar entre las bacterias invasoras y las células cerebrales del huésped, atacando por error a las mismas células cerebrales que se supone deben proteger. Esto conduce a una pérdida crónica y progresiva de la función de las células cerebrales, que finalmente culmina en la demencia.

Cuando se considera como un ataque del sistema inmunitario del cerebro contra el mismo órgano que se supone debe defender, la enfermedad de Alzheimer emerge como una enfermedad autoinmune. Hay muchos tipos de enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide, en las que los anticuerpos juegan un papel crucial y para las cuales las terapias basadas en esteroides pueden ser efectivas. Pero, estas terapias no funcionaron contra la enfermedad de Alzheimer.

Además de esta teoría autoinmune, existen muchas otras nuevas y variadas. Por ejemplo, algunos científicos creen que el Alzheimer es una enfermedad de las pequeñas estructuras celulares llamadas mitocondrias, las fábricas de energía en cada célula cerebral. Las mitocondrias convierten el oxígeno del aire que respiramos y la glucosa de los alimentos que comemos, en la energía necesaria para recordar y pensar. Sin ella, el cerebro no puede funcionar adecuadamente.

El Alzheimer se ha convertido en una crisis de salud pública que necesita ideas innovadoras y nuevas direcciones, para el bienestar de las personas que padecen de demencia y sus familias, así como para aliviar el impacto socioeconómico. Al hacer frente a los costos y demandas cada vez mayores de la demencia, se necesita de una mejor comprensión de la enfermedad, sus causas y lo que realmente puede hacerse para tratarlo.

***

Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.

Del mismo autor: El verdor de los manglares cambia con la Luna

¿Cómo valoras esta información?

QUÉ CHÉVERE

1

QUÉ INDIGNANTE

QUÉ CHIMBO

OPINIÓN · 25 SEPTIEMBRE, 2022 05:30

Alternabilidad y democracia, una llave indisoluble

OPINIÓN · 24 SEPTIEMBRE, 2022 05:35

Muerte de mujeres

OPINIÓN · 24 SEPTIEMBRE, 2022 05:35

Tolerancia y religión