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La promesa de volver a verse las caras antes de que finalice 2022 en México no fue cumplida. Uno de los delegados de Miraflores en la negociación, Nicolás Maduro Guerra, confirmó el pasado 8 de diciembre que no regresarán a tierra azteca para enfocarse «por ahora» en el avance del acuerdo social suscrito el 26 de noviembre, con la Plataforma Unitaria.

Advertencias previas de voceros del chavismo sobre necesidad de que la Plataforma Unitaria encabezada por Gerardo Blyde «cumpla con su palabra» y consiga la liberación de 3.000 millones de dólares congelados en el exterior producto de las sanciones internacionales, para el acuerdo social, junto a la denuncia opositora sobre las intenciones de Miraflores de «zafarse» del diálogo, anticiparon el nuevo retraso.

Politólogos consultados por Efecto Cocuyo coinciden en que la incertidumbre rodea y afecta de nuevo al proceso de negociación de México, en medio de la estrategia de Miraflores de ganar tiempo. Al mismo tiempo se descarta, por lo menos en el corto plazo, que el grupo liderado por Jorge Rodríguez se levante de la mesa por varias razones.

Sujeto a liberación de fondos

«El proceso está sujeto al tema de los recursos del lado del Gobierno que ha insistido en que espera que la oposición cumpla, pero aún así creo que la negociación se va a retomar en 2023, no veo al Gobierno saliendo de México, ya lo hubiera hecho de querer, pero quiere dilatar el tema político», señaló el politólogo Ricardo Sucre Heredia.

El también psicólogo social sostiene que no abandonar México en estos momentos también es parte de la estrategia de Miraflores de querer mostrar dentro y fuera del país una imagen de paz, estabilidad, la promesa de reactivación de la producción petrolera y su exportación y seguir logrando distensión con Estados Unidos que ha condicionado seguir renovando la licencia a Chevron a señales democráticas de Nicolás Maduro.

«El Gobierno se reúne con la Alianza del Lápiz, con la Alianza Democrática o lo que llama las oposiciones para que no solo se vea que es con la Plataforma Unitaria, pero sabe que si se para de la mesa de México puede perder la licencia de Chevron, luego buscará ganar la elección presidencial con el menor costo posible», sostuvo.

Para la investigadora en ciencias políticas, Stefanía Vitale la incertidumbre que rodea de nuevo a la negociación de México ante la nueva demora y la falta de información por ambas partes que genere seguridad en la opinión pública, le hacen «daño» al proceso.

«Volvemos al tema de la credibilidad de la negociación porque también hay mucho ruido en torno al acuerdo social. ¿Quién gana y quién pierde con estos ruidos y retrasos? Todos los venezolanos que aspiran a que se materialice no solo el acuerdo social sino en condiciones políticas y electorales, más avances en materia social, mientras que el Gobierno gana legitimidad y recursos», reprochó.

Aclaró que en toda negociación hay elementos que no pueden ser del dominio público hasta ser resueltos, pero subraya que es importante que la ciudadanía tenga certeza sobre los puntos que se tratan en la mesa, un cronograma y de algún avance en aras del fortalecimiento del proceso.

Lo social sin condiciones

Fuentes ligadas a la negociación dijeron a Efecto Cocuyo que el soporte jurídico del fondo fiduciario que administrará Naciones Unidas para la ejecución de los recursos destinados a salud, educación, energía eléctrica y daños ocasionados por las lluvias, aún no está listo. También se desestimó que el retraso en la concresión del acuerdo se deba a dificultades para la liberación de los recursos.

A 17 días de suscrito el acuerdo, el acta de creación del fondo con la ONU no ha sido firmada ni designados los miembros de la Mesa Nacional de Atención Social y del Grupo Especial para la Atención de los Efectos del Sobrecumplimiento. El 26 de noviembre se dijo que estos órganos auxiliares debían estar listos en las 24 horas siguientes.

De la Comisión de Seguimiento y Verificación del acuerdo, que también debe ser conformada, no se conocen mayores detalles.

Mecanismo para ejecución de acuerdo social aún no está listo

Ambos analistas políticos consideran que la atención de la emergencia humanitaria compleja en Venezuela no puede estar sujeta a ningún condicionamiento.

«Los acuerdos sociales y políticos van juntos pero separados, es decir, si los acuerdos sociales son para resolver problemas reales y concretos no se pueden condicionar, pero al mismo tiempo corre el riesgo de estancarse si no se avanza en otros temas, la población puede percibir que ni para lo social pueden ponerse de acuerdo, lo que genera mayor desconfianza», dijo Sucre.

Advirtió que la ausencia de condiciones políticas podrían interferir con la liberación de recursos si no ahora más adelante si observan que Miraflores solo quiere el dinero sin dar nada a cambio. Aún así insistió en que ninguna de la partes debe condicionar la atención a la crisis humanitaria.

«Lo ideal es que avancen ambos (lo social y lo político) que se liberen recursos para lo social pero la oposición debe presionar por la agenda política», acotó.

EEUU en paralelo

Recientemente tanto el gobernante Maduro, el primer vicepresidente del partido de gobierno, Diosdado Cabello y el Parlamento de 2020 condicionaron elecciones libres al levantamiento de sanciones.

«Ahora quieren hablar de lo político ¿De qué de lo político? No tienen propuestas, no hay condicionamiento de ningún tipo, solo queremos elecciones libres de sanciones, de bloqueos, lo demás está garantizado», dijo Cabello el 5 de diciembre.

Vitale recordó que a medida que se acercan las elecciones presidenciales, el Gobierno tendrá menos tiempo para seguir evadiendo el tema de las condiciones democráticas para los comicios en México, de donde también descarta que salga por el incentivo de los recursos liberados.

En paralelo, apuesta a la mayor presión que el gobierno de EE. UU. tiene sobre Miraflores con el tema petrolero.

«El acuerdo social urge, el monto es poco ($3.000 millones) pero es necesario y no debería tener mayores obstáculos. A su vez si el Gobierno va cumpliendo, EE. UU. también irá cediendo y debe haber un mecanismo para que ninguna de las partes puedan echarse para atrás en lo acordado», acotó.