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La noche de este domingo, el gobernante Nicolás Maduro anunció en sus redes sociales su llegada a Brasil para participar en una cumbre de mandatarios que convocó el presidente Luiz Inacio Lula Da Silva para este martes 30 de mayo. 

Este lunes 29 de mayo se concretó el encuentro entre ambos gobernantes, el primero tras el regreso Lula Da Silva al poder al ganar las elecciones presidenciales de octubre de 2022. Maduro fue recibido con honores en el Palacio de Planalto, sede del Poder Ejecutivo de la nación suramericana. 

Maduro y Lula Da Silva sostendrán un encuentro bilateral este lunes, previo al encuentro internacional para sellar el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países, tras la ruptura en 2019, cuando el exmandatario Jair Bolsonaro reconoció a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela.

Al encuentro internacional convocado por Lula también fueron invitados los presidentes de once países de la región, a saber Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.

Retomar Unasur como mecanismo de integración

El objetivo es retomar el diálogo y retomar la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) fundada en 2008 por iniciativa del fallecido expresidente Hugo Chávez, el entonces mandatario y también fallecido Néstor Kirchner de Argentina y el propio Lula, pero que perdió fuerza con los cambios de gobierno en la región y la oposición de esos mandatarios (Chile, Colombia, Perú y Ecuador) al gobernante venezolano. 

Incluso se intentó crear una alianza llamada Prosur (Foro para el Progreso de América del Sur) en el año 2019, que impulsaron los entonces presidentes Iván Duque, de Colombia, y Sebastián Piñera de Chile, que tampoco fructificó con los cambios de mandato en esas dos naciones.

En enero de ese año, Duque aseguró que este foro tenía como objeto ser «un mecanismo de coordinación suramericana de políticas públicas, en defensa de la democracia, la independencia de poderes, la economía de mercados, la agenda social, con sostenibilidad y con debida aplicación», pero no tuvo mayor peso ni eco entre los gobiernos suramericanos.