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Venezolanos en Colombia esperan de Petro una política migratoria inclusiva

POLÍTICA · 26 JULIO, 2022 21:45

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Ibis Leon | @ibisL


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A días de que el presidente electo Gustavo Petro tome posesión del cargo, la expectativa aumenta entre los migrantes venezolanos que esperan que el nuevo gobierno de continuidad a la política de acogida.

Algunos temen que el Estatuto Temporal de Protección (ETP) sufra un revés. El politólogo, internacionalista e investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, Ronal Rodríguez, afirmó a Efecto Cocuyo que “teóricamente el estatuto tiene una duración de 10 años, pero al ser un decreto presidencial puede ser modificado de forma relativamente fácil por el presidente”.

No obstante, el profesor universitario explica que este estatuto ya es un derecho adquirido: “Las personas que han accedido al estatuto podrían utilizar la Corte Constitucional para determinar que, en efecto, se debe cumplir ese derecho”.

Efecto Cocuyo entrevistó a cuatro venezolanos que residen en Colombia para conocer qué esperan del nuevo mandatario, el primero de izquierda en gobernar el país sudamericano.

Más inclusión

“Sí tengo preocupación y muchos conocidos también tienen miedo porque no saben en qué va a favorecer o perjudicar a los venezolanos la nueva gestión. Queremos una política de inclusión ya que nosotros sufrimos mucha xenofobia”, expresa Algimiro Mavo desde Barrancas (38 años), departamento colombiano de La Guajira.

El padre de tres niños afirma que es difícil conseguir trabajo, incluso teniendo el ETP, porque “algunos que vinieron a hacer el mal dañaron nuestra reputación”.

“Yo me dedico a ofrecer servicio técnico para celulares, pero me costó poder trabajar en esto porque fue difícil que las personas confiaran en mí y no pensaran que los iba a estafar”, manifiesta.

A Carlos Pérez* (40 años) también le negaron trabajos por ser venezolano. A pesar de esto, no se siente víctima de xenofobia.

“Como migrante aspiro a que pueda hacer más por nuestra regularización, que abarque a todos los que aún no tienen el estatuto y que este permiso temporal tenga un mayor rango”, responde.

Relaciones diplomáticas

Sobre el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela señala que las opiniones están divididas: “Una parte dice que esto puede generar más beneficios, otros dicen que va a ser peor porque los que estén irregulares los van a devolver a Venezuela. Yo opino que es una medida plausible”.

Actualmente, Migración Colombia estima que hay aproximadamente 2,5 millones de venezolanos en este país. De los cuales más de un millón 100 mil tiene el permiso temporal.

El venezolano, que vive en Bogotá, cuestiona los negocios ilícitos que ha provocado la inoperancia de la embajada de Venezuela en Colombia: “Uno tiene que recurrir a gestores, yo tuve que pagar 450 dólares por el pasaporte cuando el precio oficial es la mitad. A un conocido lo estafaron y perdió 200 dólares”.

“Muchos venezolanos salieron prácticamente con una muda de ropa y ninguna otra pertenencia. Tus sales del país sin títulos (académicos) ni nada, al menos que logres apostillarlos, y te toca empezar de cero, pero si luego no tienes la posibilidad de sacar tus documentos de identidad eres menos que un cero, no eres nadie”, lamenta.

En su estadía en Colombia aprendió varios oficios para salir de las calles donde vivió por seis meses. Actualmente trabaja como asistente de un estilista.

“Salí de Venezuela porque no aguantaba la situación económica ni la falta de medicamentos, soy VIH positivo. Pero poco a poco logré salir de esa situación porque tenía la convicción de hacerlo”, expresa.

Rogmar Ramos (29 años) es periodista y vive en Bogotá. Tiene cuatro años en este país. “Soy periodista, pero en los primeros cinco meses hice de todo, trabajé vendiendo jugos en la calle, limpiando casas, paseando perros, como seguridad en discotecas y logística en eventos de conciertos, en una panadería como domiciliario, esto me puso los pies en las tierras y me enseñó a valorar mucho más”, expresa.

La migración te da y te quita, te quita tu familia, tus querencias, tu cultura, pero te da porque, en mi caso, me permitió crecer profesionalmente y ser una mejor persona”, agrega Ramos quien actualmente se desempeña como periodista de Blu Radio y de una cadena internacional de noticias.

¿Otra Venezuela?

El joven venezolano espera que Petro de continuidad a la política migratoria de Duque, aunque destaca la incertidumbre que hay: “Como venezolano veo algunas pinceladas en Petro parecidas al chavismo, pero aquí dicen que las instituciones son robustas y que no van a permitir que haga lo mismo que (Hugo) Chávez, nos toca confiar en la institucionalidad”.

Ve poco probable que el Estatuto Temporal de Protección se vea afectado en el nuevo gobierno. “No creo que esté en riesgo, pero el foco principal de Petro ya no van a ser los venezolanos, que fueron bandera de Duque, la mirada de Petro se volteará hacia lograr la paz en Colombia, etc”, apunta.

En cuanto a la reactivación de las relaciones diplomáticas, Ramos considera que es una decisión necesaria para los venezolanos que están en Colombia y los colombianos que están en Venezuela y que han estado desamparados por sus Estados.

A Jorge Camperos (67 años) sí le preocupa el retorno forzado de venezolanos, aunque opina que es más probable que se mantenga la “misma línea” que deja el presidente saliente.

También está de acuerdo con la normalización de las relaciones entre ambos países: “Esto hay que hacerlo, ese fue uno de los errores de (Iván) Duque, haber roto unas relaciones creyendo que (Nicolás) Maduro iba a caer, jugaron adelantado. Esto ha traído muchos problemas, los venezolanos caen en manos de las mafias en la frontera porque no tienen documentos. Ojalá abran la frontera y ojalá abran las relaciones”, manifiesta.

La agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) ha exhortado a los Estados de la región a reconocer a los venezolanos como refugiados; es decir, como personas con necesidad de protección internacional, pues se ven obligados a huir de su país por la crisis política, humanitaria, la violencia y persecución, etc.

Lea también: Los intereses de Gustavo Petro en Venezuela.

¿Qué puede pasar?

Rodríguez argumenta que es difícil que Petro pueda echar para atrás el estatuto. Sin embargo, si el nuevo mandatario no asume este mecanismo de protección como una política de interés “lo que sucederá es que no se hará la suficiente presión política para que los diferentes estamentos del Estado colombiano lo acepten como documento de reconocimiento de los venezolanos, con lo cual no se hará operativo ni tendrá la vigencia, el carácter ni el valor que requiere este instrumento lo que afectaría su aplicación”.

“Siempre va a existir el temor, pasó en Estados Unidos que varias medidas que se tomaron para la protección de la población en condición de movilidad fueron bloqueadas por (Donald) Trump e incluso utilizó la pandemia para ir más allá. En Colombia, es poco probable que ocurra un proceso similar, pero es un reto que tienen los medios, la sociedad civil, los defensores de derechos humanos y la academia de mantener la presión para que se materialice el estatuto sobre todo porque a este gobierno le corresponderá hacer toda la reglamentación de la ley migratoria”, concluye.

POLÍTICA · 26 JULIO, 2022

Venezolanos en Colombia esperan de Petro una política migratoria inclusiva

Texto por Ibis Leon | @ibisL

A días de que el presidente electo Gustavo Petro tome posesión del cargo, la expectativa aumenta entre los migrantes venezolanos que esperan que el nuevo gobierno de continuidad a la política de acogida.

Algunos temen que el Estatuto Temporal de Protección (ETP) sufra un revés. El politólogo, internacionalista e investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, Ronal Rodríguez, afirmó a Efecto Cocuyo que “teóricamente el estatuto tiene una duración de 10 años, pero al ser un decreto presidencial puede ser modificado de forma relativamente fácil por el presidente”.

No obstante, el profesor universitario explica que este estatuto ya es un derecho adquirido: “Las personas que han accedido al estatuto podrían utilizar la Corte Constitucional para determinar que, en efecto, se debe cumplir ese derecho”.

Efecto Cocuyo entrevistó a cuatro venezolanos que residen en Colombia para conocer qué esperan del nuevo mandatario, el primero de izquierda en gobernar el país sudamericano.

Más inclusión

“Sí tengo preocupación y muchos conocidos también tienen miedo porque no saben en qué va a favorecer o perjudicar a los venezolanos la nueva gestión. Queremos una política de inclusión ya que nosotros sufrimos mucha xenofobia”, expresa Algimiro Mavo desde Barrancas (38 años), departamento colombiano de La Guajira.

El padre de tres niños afirma que es difícil conseguir trabajo, incluso teniendo el ETP, porque “algunos que vinieron a hacer el mal dañaron nuestra reputación”.

“Yo me dedico a ofrecer servicio técnico para celulares, pero me costó poder trabajar en esto porque fue difícil que las personas confiaran en mí y no pensaran que los iba a estafar”, manifiesta.

A Carlos Pérez* (40 años) también le negaron trabajos por ser venezolano. A pesar de esto, no se siente víctima de xenofobia.

“Como migrante aspiro a que pueda hacer más por nuestra regularización, que abarque a todos los que aún no tienen el estatuto y que este permiso temporal tenga un mayor rango”, responde.

Relaciones diplomáticas

Sobre el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela señala que las opiniones están divididas: “Una parte dice que esto puede generar más beneficios, otros dicen que va a ser peor porque los que estén irregulares los van a devolver a Venezuela. Yo opino que es una medida plausible”.

Actualmente, Migración Colombia estima que hay aproximadamente 2,5 millones de venezolanos en este país. De los cuales más de un millón 100 mil tiene el permiso temporal.

El venezolano, que vive en Bogotá, cuestiona los negocios ilícitos que ha provocado la inoperancia de la embajada de Venezuela en Colombia: “Uno tiene que recurrir a gestores, yo tuve que pagar 450 dólares por el pasaporte cuando el precio oficial es la mitad. A un conocido lo estafaron y perdió 200 dólares”.

“Muchos venezolanos salieron prácticamente con una muda de ropa y ninguna otra pertenencia. Tus sales del país sin títulos (académicos) ni nada, al menos que logres apostillarlos, y te toca empezar de cero, pero si luego no tienes la posibilidad de sacar tus documentos de identidad eres menos que un cero, no eres nadie”, lamenta.

En su estadía en Colombia aprendió varios oficios para salir de las calles donde vivió por seis meses. Actualmente trabaja como asistente de un estilista.

“Salí de Venezuela porque no aguantaba la situación económica ni la falta de medicamentos, soy VIH positivo. Pero poco a poco logré salir de esa situación porque tenía la convicción de hacerlo”, expresa.

Rogmar Ramos (29 años) es periodista y vive en Bogotá. Tiene cuatro años en este país. “Soy periodista, pero en los primeros cinco meses hice de todo, trabajé vendiendo jugos en la calle, limpiando casas, paseando perros, como seguridad en discotecas y logística en eventos de conciertos, en una panadería como domiciliario, esto me puso los pies en las tierras y me enseñó a valorar mucho más”, expresa.

La migración te da y te quita, te quita tu familia, tus querencias, tu cultura, pero te da porque, en mi caso, me permitió crecer profesionalmente y ser una mejor persona”, agrega Ramos quien actualmente se desempeña como periodista de Blu Radio y de una cadena internacional de noticias.

¿Otra Venezuela?

El joven venezolano espera que Petro de continuidad a la política migratoria de Duque, aunque destaca la incertidumbre que hay: “Como venezolano veo algunas pinceladas en Petro parecidas al chavismo, pero aquí dicen que las instituciones son robustas y que no van a permitir que haga lo mismo que (Hugo) Chávez, nos toca confiar en la institucionalidad”.

Ve poco probable que el Estatuto Temporal de Protección se vea afectado en el nuevo gobierno. “No creo que esté en riesgo, pero el foco principal de Petro ya no van a ser los venezolanos, que fueron bandera de Duque, la mirada de Petro se volteará hacia lograr la paz en Colombia, etc”, apunta.

En cuanto a la reactivación de las relaciones diplomáticas, Ramos considera que es una decisión necesaria para los venezolanos que están en Colombia y los colombianos que están en Venezuela y que han estado desamparados por sus Estados.

A Jorge Camperos (67 años) sí le preocupa el retorno forzado de venezolanos, aunque opina que es más probable que se mantenga la “misma línea” que deja el presidente saliente.

También está de acuerdo con la normalización de las relaciones entre ambos países: “Esto hay que hacerlo, ese fue uno de los errores de (Iván) Duque, haber roto unas relaciones creyendo que (Nicolás) Maduro iba a caer, jugaron adelantado. Esto ha traído muchos problemas, los venezolanos caen en manos de las mafias en la frontera porque no tienen documentos. Ojalá abran la frontera y ojalá abran las relaciones”, manifiesta.

La agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) ha exhortado a los Estados de la región a reconocer a los venezolanos como refugiados; es decir, como personas con necesidad de protección internacional, pues se ven obligados a huir de su país por la crisis política, humanitaria, la violencia y persecución, etc.

Lea también: Los intereses de Gustavo Petro en Venezuela.

¿Qué puede pasar?

Rodríguez argumenta que es difícil que Petro pueda echar para atrás el estatuto. Sin embargo, si el nuevo mandatario no asume este mecanismo de protección como una política de interés “lo que sucederá es que no se hará la suficiente presión política para que los diferentes estamentos del Estado colombiano lo acepten como documento de reconocimiento de los venezolanos, con lo cual no se hará operativo ni tendrá la vigencia, el carácter ni el valor que requiere este instrumento lo que afectaría su aplicación”.

“Siempre va a existir el temor, pasó en Estados Unidos que varias medidas que se tomaron para la protección de la población en condición de movilidad fueron bloqueadas por (Donald) Trump e incluso utilizó la pandemia para ir más allá. En Colombia, es poco probable que ocurra un proceso similar, pero es un reto que tienen los medios, la sociedad civil, los defensores de derechos humanos y la academia de mantener la presión para que se materialice el estatuto sobre todo porque a este gobierno le corresponderá hacer toda la reglamentación de la ley migratoria”, concluye.

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