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Hongo del banano y plátano: qué es el Foc R4T y cuál es su riesgo en Venezuela

SALUD · 23 FEBRERO, 2023 20:33

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Mariana Souquett Gil | @nanasouquett

Foto por Efecto Cocuyo

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Al igual que los humanos y los animales, las plantas también se pueden enfermar. Tras su identificación en Asia, en África y luego de su introducción a Latinoamérica en 2019, un hongo que afecta a las plantas de plátano, banano (cambur) y topocho ya se detectó en Venezuela: se trata del Fusarium R4T o Foc R4T.

El 19 de enero de 2023, Venezuela declaró emergencia fitosanitaria en el país al confirmar la presencia del hongo en en los estados Aragua (municipios Zamora y José Ángel Lamas), Carabobo (San Joaquín) y Cojedes (municipio Anzoátegui).

Muchas preguntas han surgido desde entonces: ¿Se puede seguir comiendo cambur, plátano y topocho en el país? ¿Se sabe cómo llegó a Venezuela? Estas son 8 claves sobre el hongo que amenaza la producción del banano, plátano y topocho:

1️⃣ ¿Qué es el fusarium R4T u hongo del banano y plátano?

Se trata de un hongo que habita en el suelo. Su nombre es Fusarium oxysporum f. sp cubense (Foc) y causa la enfermedad conocida como marchitez por fusarium en banano o marchitez del banano. Coloquialmente se le llamaba “mal de Panamá”. Es la enfermedad más importante del banano.

La raza más reciente del hongo es la Raza 4 Tropical (R4T), capaz de marchitar y matar las plantas del banano (cambur) y de plátanos al obstruir su sistema vascular.

Se propaga a través de material vegetal infectado y partículas de suelo contaminadas que quedan en zapatos, herramientas de finca, prendas de ropa, vehículos e incluso algunos animales. También puede diseminarse a través de aguas de riego y drenajes.

El Fusarium R4T o Foc R4T es uno de los hongos más agresivos y destructivos de la historia de la agricultura y constituye la mayor amenaza a escala mundial para la producción de musáceas (la familia de plantas de bananos y plátanos), explica el Foro Mundial Bananero.

Se conocen cuatro razas del hongo y ya en el pasado la raza 1 causó una epidemia en el siglo XX que eliminó cultivos del que era el principal banano de exportación en Latinoamérica y el Caribe, el llamado banano Gros Michel.

La solución en ese entonces fue sustituirlo por bananos de la variedad Cavendish, resistente a la raza 1 y la cual representa casi la mayoría del banano de exportación cultivado en el continente.

«No es una enfermedad nueva, en el mundo acabó con plantaciones del banano Gros Michel, la variedad Gros Michel, por el mal de Panamá. Ahora tenemos el Raza 4 Tropical que no tiene cura», resalta el agrónomo Juan Carlos Nava, profesor de la Facultad de Agronomía de la Universidad del Zulia, a Efecto Cocuyo.

Es una enfermedad de denuncia obligatoria a nivel global. Por protocolo internacional, el término a emplearse al detectar el hongo es emergencia fitosanitaria.

En América Latina se originan cerca de dos tercios del comercio mundial de banano | Foto: Insai
En América Latina se originan cerca de dos tercios del comercio mundial de banano | Foto: Insai

2️⃣ ¿Cómo identificar el hongo del plátano?

El Fusarium R4T genera una obstrucción que impide el movimiento de agua y nutrientes: esto hace que la planta empiece a mostrar síntomas y a lucir como si no se regara.

A nivel externo, la planta infectada se empieza a marchitar y sus hojas se vuelven amarillas. A nivel interno, el tejido vascular de la planta se oscurece y cambia de color, mostrando líneas amarillentas, rojizas y de color café.

«El hongo afecta el sistema vascular, como decir las venas de las plantas, lo tapona y va a impedir que la planta pueda desarrollarse y finalmente muere», dice Joan Montilla, director nacional de Salud Vegetal del Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral (Insai), ente ejecutor de la respuesta a la emergencia fitosanitaria, a Efecto Cocuyo.

Sus síntomas son similares a otras enfermedades que afectan a las musáceas, por lo cual si un productor ve amarillamiento o marchitez en sus plantas de banano o plátano, no puede saber a simple vista si lo que afecta al cultivo es el R4T u otro patógeno, y es necesario llevar a cabo investigaciones de laboratorio.

«Se parece mucho a una enfermedad llamada Hereque, que en el campo es conocida como Moko, que es causada por una bacteria (Ralstonia solanacearum), y el marchitamiento es muy parecido. Si las ven en el campo con la misma marchitez, puede generar confusión, pero la recomendación es que al observarla se comuniquen con el Insai», añade el agrónomo Juan Nava.

Así se ven algunas de las las plantas afectadas por el hongo en el país | Foto: cortesía Rafael Mejías
Así se ven algunas de las las plantas afectadas por el hongo en el país | Foto: cortesía Rafael Mejías

3️⃣ ¿Se puede seguir comiendo plátano, cambur y topocho?

Al conocerse la declaración de emergencia, la población comenzó a preguntarse si se puede seguir comiendo plátano, cambur y topocho en Venezuela.

La respuesta es simple: no existe ningún riesgo al comer plátano, cambur o topocho, ya que el hongo solo afecta el tejido vegetal. Los productores pueden sacar los racimos y movilizarlos con autorización del Insai. El problema es que la planta infectada se va a ir marchitando hasta morir.

«No es dañino ni mortal al ser humano porque el hongo ni siquiera es capaz de llegar al fruto ni de contaminarlo», aclara el director de Salud Vegetal del Insai. «La población no debe tener miedo. El llamado es a que no dejen de consumir cambur y plátano«.

Al no alojarse en el fruto, el hongo no afecta la salud de las personas ni la comercialización, explica Rafael Mejías, profesor de la Facultad de Agronomía (Fagro) de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y uno de los tres investigadores del equipo que confirmó la presencia del hongo en el país.

De acuerdo con Mejías, lo que no se debe hacer es trasladar el material vegetal o de propagación de musáceas, como las semillas o el cormo (tallo subterráneo), pues ahí sí se puede encontrar el hongo.

El R4T hace que el sistema vascular cambie de color y se obstruya | Foto: cortesía Rafael Mejías
El R4T hace que el sistema vascular cambie de color y se obstruya | Foto: cortesía Rafael Mejías

4️⃣ Si no afecta la salud humana, entonces ¿cuál es el riesgo?

Si no llega al fruto y no es el único patógeno capaz de generar muerte en las plantas, ¿por qué se encienden las alarmas?

El banano o cambur se cultiva en más de 135 países y es la fruta más exportada del mundo, de acuerdo con el Foro Mundial Bananero. Junto al plátano, contribuye a la seguridad alimentaria y a la generación de ingresos para millones de personas.

Una vez que el Fusarium R4T entra a una unidad de producción y se asienta en el campo, puede provocar la pérdida completa de las cosechas.

Pero el principal problema con este hongo es su capacidad para persistir en el suelo y algunas plantas hospederos (como algunas malezas) durante décadas, sin que exista una cura o tratamiento totalmente efectivo para controlar el marchitamiento y eliminar el patógeno.

«El problema es que es un hongo que está en el suelo y puede permanecer en el suelo por más de 20 años. Al entrar en las fincas o en las unidades productivas, queda en el calzado, queda en las herramientas, y al estar en el país se va a ir moviendo poco a poco», afirma el profesor Juan Nava.

Antes de su introducción al país, ya el Insai destacó que el R4T representaba una seria amenaza para la producción de musáceas en Venezuela debido a su capacidad de causar graves daños y severas pérdidas económicas, pues puede derivar en el abandono de las superficies sembradas con musáceas.

Funcionarios realizan inspecciones y charlas formativas en las unidades de producción | Foto: Insai
Funcionarios realizan inspecciones y charlas formativas sobre el hongo del banano en las unidades de producción | Foto: Insai

Según datos del Insai, presentados en un conversatorio a inicios de febrero, para 2021 se producían en Venezuela 1,2 millones de toneladas de cambur y plátano: 532 mil toneladas de banano y 673 mil toneladas de plátano, cifras que ya venían en descenso desde 2018.

Además, el cambur es una de las frutas más consumidas en el país, mientras que el plátano es esencial en la gastronomía venezolana, recuerda Mejías.

Pese a que no sucede «de un día para otro», puede llegar un momento en el que decaiga la producción de plátano, cambur y topocho: aunque se saquen los racimos de las plantas, estas se van a ir marchitando y muriendo, explica Juan Nava.

«Si no hacemos nada, se pueden acabar todas las plantaciones de plátano, banano o cambur y topocho. Para otros países es un ingreso menos, pero para Venezuela no porque aquí en la parte de seguridad alimentaria el plátano es totalmente fundamental», asegura el agrónomo del Zulia.

5️⃣ ¿Cómo se detectó este hongo del banano en Venezuela?

Desde antes de que el Fusarium R4T llegara al continente, el país estuvo preparando su sistema de vigilancia cuarentenaria para su posible arribo.

El hongo del banano y plátano se detectó en Colombia en 2019 y en Perú en 2021. Ya en 2018, Venezuela había divulgado la providencia administrativa 057, que estableció lineamientos para su prevención y control.

La publicación de la providencia en Gaceta Oficial derivó en la creación de un programa de control y un plan de contingencia para los primeros brotes, recuerda Joan Montilla.

Desde entonces se comenzó un proceso formativo y de creación de alianzas nacionales e internacionales, al igual que la conformación de comisiones regionales y una Comisión Nacional, con integrantes del Ministerio de Agricultura y Tierras, el Insai, las facultades de Agronomía de las universidades del país, productores y otros institutos estatales.

Sin embargo, la detección del hongo en Venezuela se produjo gracias a un proyecto de investigación liderizado por la UCV y el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic), a través de la Clínica de Enfermedades de Plantas de la UCV y el laboratorio de Biotecnología y Virología Vegetal del Ivic.

«Hicimos un proyecto y lo enviamos al Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (Iica), que aprobó los recursos. A partir de allí, hicimos un plan de muestreo para las zonas de Aragua y Carabobo por cuestión de logística, porque eran recursos limitados, y en cada uno de los viajes teníamos representación del Insai», cuenta Rafael Mejías, investigador de fitopatología de la Fagro-UCV, a Efecto Cocuyo.

A finales de 2022, algunos productores comenzaron a reportar que sus plantas estaban con marchitez y amarillamiento. Los investigadores se organizaron para ir hasta estas unidades de producción con las medidas de bioseguridad necesarias y así tomar muestras para su evaluación.

Investigadores toman muestras de las plantas para llevarlas al laboratorio | Foto: Insai

Además de Mejías, el equipo de investigación lo completan la doctora Edgloris Marys, del Ivic, y Yonis Hernández de la Fagro-UCV.

Junto al Insai, tomaron muestras, aislaron el hongo en la Clínica de Enfermedades de Plantas y luego realizaron pruebas moleculares en Ivic. El primer estado en el que se identificó la presencia del hongo fue Aragua.

«Denuncia que íbamos recibiendo, denuncia que fuimos atendiendo y fuimos descartando. Recibimos denuncias del Zulia, Trujillo, La Guaira, que resultaron ser negativas, pero recibimos denuncias de Aragua que resultaron ser positivas», destaca Montilla.

También tomaron muestras en Carabobo y Cojedes que resultaron ser positivas. En el proceso igualmente detectaron que otras plantas tenían la bacteria ralstonia.

6️⃣ ¿Cómo llegó el R4T a Venezuela?

Por su llegada a Colombia antes que a Venezuela, algunas personas piensan que pudo haber entrado a Venezuela desde allí. Sin embargo, realmente no se sabe de dónde provino, pues los orígenes del brote en Venezuela aún no están claros.

«No se sabe todavía cuál fue el foco que dio origen a lo que estamos teniendo actualmente en Venezuela. La próxima fase es evaluar todo el genoma completo de nuestro fusarium y así podremos saber a quién se parece, pero eso no indica que vino de allí», sostiene el profesor Mejías.

Esta evaluación va a aportar valiosa información epidemiológica y molecular, de acuerdo con el experto. El director de Salud Vegetal del Insai coincide con lo expuesto por Mejías y destaca que la secuenciación va a permitir comparar la cepa detectada en Venezuela con otras registradas en el mundo.

«El proceso de secuenciación está en marcha, se mandó a un laboratorio internacional que tiene la capacidad de hacerla. Sobre la cepa que está en Aragua, Cojedes y Carabobo, los análisis de diversidad genética hechos hasta ahora han dicho que potencialmente son una misma cepa genética, que posiblemente llegó a uno de estos tres estados, que estamos casi convencidos por el patrón de dispersión que es Aragua, y de allí pasó a Cojedes», explica Joan Montilla.

Productores deben instalar puntos de desinfección para impedir la entrada o propagación del hongo del banano | Foto; Insai
Productores deben instalar puntos de desinfección para impedir la entrada o propagación del hongo del banano | Foto; Insai

Desde el Insai sospechan que de Cojedes pasó a Carabobo.

«La zona afectada tiene algo de influencia con el Lago de Valencia y uno los agentes de transmisión precisamente es el agua. No nos extrañaría que a Carabobo haya llegado producto del empleo de las aguas de riego y que, como el foco mayor de dispersión está en Aragua, la enfermedad haya ingresado por Aragua», señala el representante del Insai.

Zulia es el estado con mayor producción de musáceas en Venezuela y allí todavía no se ha detectado el hongo del banano y plátano, pero esperan realizar un muestreo más amplio.

La zona del Sur del Lago está bajo vigilancia. Aunque todavía no se ha confirmado, desde la Facultad de Agronomía de LUZ llaman a actuar como si el hongo ya estuviera presente y aplicar las medidas de bioseguridad en cada cultivo.

7️⃣ ¿Hay capacidad y recursos para hacerle frente?

Los recursos son limitados, pero los investigadores y representantes de las instituciones involucradas confían en unir esfuerzos para enfrentar la emergencia fitosanitaria.

«Las capacidades de diagnóstico en el país no son las más fuertes, pero unidas con las universidades y con los centros de investigación, podemos aumentar nuestro diagnóstico. Nuestra capacidad de vigilancia no es tan alta porque ciertamente el tamaño del Estado se ha venido reduciendo, pero acompañados por ejemplo con personal de agricultura urbana o comunas pudiéramos incrementar el radio de acción», reconoce Montilla.

El Iica también realizará un segundo aporte financiero al proyecto para el estudio de la epidemiología en el país.

“Se están tocando puertas, se están creando proyectos para que sean considerados por el Ministerio de Ciencia y Tecnología. Ojalá los aprueben para seguir avanzando con mayor profundidad en todas las aristas que esta enfermedad involucra”, expresa el investigador Mejías.

Además se está buscando alianzas internacionales a través del Insai y del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (Inia), que han podido acceder a recursos para la vigilancia y evaluación de material que pudiera ser resistente al hongo.

En Venezuela, desde 1990, está prohibido el ingreso materiales de propagación de musáceas (semillas, plantas y partes de musáceas). Solo está permitido el ingreso, previa autorización del Insai, de material genético proveniente de Áreas Libres de Foc R4T o generado a través de cultivos de tejidos bajo producción in vitro para garantizar que estén libres del fusarium y otros patógenos.

Ante la ausencia de una cura contra la enfermedad, una de las alternativas estudiadas es sustituir los cultivos con plantas resistentes al hongo.

«Ya Venezuela empezó a autorizar el ingreso de material genético resistente a la enfermedad desde Israel, Francia y Honduras. Ya estamos recibiendo desde Francia y próximamente van a seguir llegando materiales desde esos países, que son los autorizados, para que podamos ir haciendo un cambio generacional en cuanto a las variedades de musáceas sin que esto signifique perder la calidad de los frutos que hoy consumimos», dijo el director de Salud Vegetal del Insai.

Funcionarios del Insai se reunieron este febrero con funcionarios de Colombia y en Cúcuta y establecieron un puesto unificado de mando para trabajar en conjunto | Foto: @icacolombia
Funcionarios del Insai se reunieron este febrero con funcionarios de Colombia y en Cúcuta y establecieron un puesto unificado de mando para trabajar en conjunto | Foto: @icacolombia

El Insai publicó la declaración de emergencia fitosanitaria el pasado 19 de enero de 2023. De acuerdo con Montilla, tras su divulgación comenzaron a crear grupos interdisciplinarios en Barinas, Portuguesa y Yaracuy y otros estados para continuar el proceso de formación a técnicos y productores.

A juicio de Juan Nava, es necesario difundir más información sobre el hongo del banano, para que llegue a los productores, trabajadores, cuerpos de seguridad y población general.

«Viendo lo importante que es el plátano en todo el país, no vemos una propaganda en televisión explicando brevemente la situación y cuáles son las medidas de bioseguridad en las fincas. Al no haber información, el hongo sigue avanzando», destaca Nava.

8️⃣ ¿Qué deben hacer los productores?

La principal acción que deben hacer los productores es tomar medidas de bioseguridad en sus cultivos. Estas son algunas recomendaciones de los expertos consultados, el Insai y el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA):

🟢 Formar a su personal sobre las medidas de bioseguridad.

🟢 Instalar rodaluvios y pediluvios: puntos de desinfección para cauchos y calzados, para la entrada a las fincas y a los lotes de producción. Esta desinfección debe hacerse con amonio cuaternario de quinta generación o superior.

🟢 Evitar compartir obreros entre fincas. Controlar el ingreso de personas, vehículos, herramientas, equipos o material vegetal a su finca.

🟢 Es preferible suministrar calzado propio de la finca a visitantes y trabajadores y ropa de trabajo para uso exclusivo en la finca.

🟢 Usar herramientas propias de la finca o unidad de producción y desinfectarlas. Evitar que salgan de las fincas o que los trabajadores traigan sus propias herramientas.

🟢 Evitar la entrada de animales (como perros, gallinas, cerdos, becerros).

🟢 No arrojar plantas a los canales de riego, drenajes o ríos.

🟢 Controlar la maleza.

🟢 Si sospecha que el hongo está en su cultivo, notificar ante alguna de las 23 oficinas regionales del Insai en el país, o ante las oficinas del Ministerio de Agricultura y Tierras. También pueden comunicarse con asociaciones de productores para hacer el reporte en conjunto.

Para más información, consulte el programa de prevención, manejo y control y el plan de contingencia publicados por el Insai.

SALUD · 23 FEBRERO, 2023

Hongo del banano y plátano: qué es el Foc R4T y cuál es su riesgo en Venezuela

Texto por Mariana Souquett Gil | @nanasouquett
Foto por Efecto Cocuyo

Al igual que los humanos y los animales, las plantas también se pueden enfermar. Tras su identificación en Asia, en África y luego de su introducción a Latinoamérica en 2019, un hongo que afecta a las plantas de plátano, banano (cambur) y topocho ya se detectó en Venezuela: se trata del Fusarium R4T o Foc R4T.

El 19 de enero de 2023, Venezuela declaró emergencia fitosanitaria en el país al confirmar la presencia del hongo en en los estados Aragua (municipios Zamora y José Ángel Lamas), Carabobo (San Joaquín) y Cojedes (municipio Anzoátegui).

Muchas preguntas han surgido desde entonces: ¿Se puede seguir comiendo cambur, plátano y topocho en el país? ¿Se sabe cómo llegó a Venezuela? Estas son 8 claves sobre el hongo que amenaza la producción del banano, plátano y topocho:

1️⃣ ¿Qué es el fusarium R4T u hongo del banano y plátano?

Se trata de un hongo que habita en el suelo. Su nombre es Fusarium oxysporum f. sp cubense (Foc) y causa la enfermedad conocida como marchitez por fusarium en banano o marchitez del banano. Coloquialmente se le llamaba “mal de Panamá”. Es la enfermedad más importante del banano.

La raza más reciente del hongo es la Raza 4 Tropical (R4T), capaz de marchitar y matar las plantas del banano (cambur) y de plátanos al obstruir su sistema vascular.

Se propaga a través de material vegetal infectado y partículas de suelo contaminadas que quedan en zapatos, herramientas de finca, prendas de ropa, vehículos e incluso algunos animales. También puede diseminarse a través de aguas de riego y drenajes.

El Fusarium R4T o Foc R4T es uno de los hongos más agresivos y destructivos de la historia de la agricultura y constituye la mayor amenaza a escala mundial para la producción de musáceas (la familia de plantas de bananos y plátanos), explica el Foro Mundial Bananero.

Se conocen cuatro razas del hongo y ya en el pasado la raza 1 causó una epidemia en el siglo XX que eliminó cultivos del que era el principal banano de exportación en Latinoamérica y el Caribe, el llamado banano Gros Michel.

La solución en ese entonces fue sustituirlo por bananos de la variedad Cavendish, resistente a la raza 1 y la cual representa casi la mayoría del banano de exportación cultivado en el continente.

«No es una enfermedad nueva, en el mundo acabó con plantaciones del banano Gros Michel, la variedad Gros Michel, por el mal de Panamá. Ahora tenemos el Raza 4 Tropical que no tiene cura», resalta el agrónomo Juan Carlos Nava, profesor de la Facultad de Agronomía de la Universidad del Zulia, a Efecto Cocuyo.

Es una enfermedad de denuncia obligatoria a nivel global. Por protocolo internacional, el término a emplearse al detectar el hongo es emergencia fitosanitaria.

En América Latina se originan cerca de dos tercios del comercio mundial de banano | Foto: Insai
En América Latina se originan cerca de dos tercios del comercio mundial de banano | Foto: Insai

2️⃣ ¿Cómo identificar el hongo del plátano?

El Fusarium R4T genera una obstrucción que impide el movimiento de agua y nutrientes: esto hace que la planta empiece a mostrar síntomas y a lucir como si no se regara.

A nivel externo, la planta infectada se empieza a marchitar y sus hojas se vuelven amarillas. A nivel interno, el tejido vascular de la planta se oscurece y cambia de color, mostrando líneas amarillentas, rojizas y de color café.

«El hongo afecta el sistema vascular, como decir las venas de las plantas, lo tapona y va a impedir que la planta pueda desarrollarse y finalmente muere», dice Joan Montilla, director nacional de Salud Vegetal del Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral (Insai), ente ejecutor de la respuesta a la emergencia fitosanitaria, a Efecto Cocuyo.

Sus síntomas son similares a otras enfermedades que afectan a las musáceas, por lo cual si un productor ve amarillamiento o marchitez en sus plantas de banano o plátano, no puede saber a simple vista si lo que afecta al cultivo es el R4T u otro patógeno, y es necesario llevar a cabo investigaciones de laboratorio.

«Se parece mucho a una enfermedad llamada Hereque, que en el campo es conocida como Moko, que es causada por una bacteria (Ralstonia solanacearum), y el marchitamiento es muy parecido. Si las ven en el campo con la misma marchitez, puede generar confusión, pero la recomendación es que al observarla se comuniquen con el Insai», añade el agrónomo Juan Nava.

Así se ven algunas de las las plantas afectadas por el hongo en el país | Foto: cortesía Rafael Mejías
Así se ven algunas de las las plantas afectadas por el hongo en el país | Foto: cortesía Rafael Mejías

3️⃣ ¿Se puede seguir comiendo plátano, cambur y topocho?

Al conocerse la declaración de emergencia, la población comenzó a preguntarse si se puede seguir comiendo plátano, cambur y topocho en Venezuela.

La respuesta es simple: no existe ningún riesgo al comer plátano, cambur o topocho, ya que el hongo solo afecta el tejido vegetal. Los productores pueden sacar los racimos y movilizarlos con autorización del Insai. El problema es que la planta infectada se va a ir marchitando hasta morir.

«No es dañino ni mortal al ser humano porque el hongo ni siquiera es capaz de llegar al fruto ni de contaminarlo», aclara el director de Salud Vegetal del Insai. «La población no debe tener miedo. El llamado es a que no dejen de consumir cambur y plátano«.

Al no alojarse en el fruto, el hongo no afecta la salud de las personas ni la comercialización, explica Rafael Mejías, profesor de la Facultad de Agronomía (Fagro) de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y uno de los tres investigadores del equipo que confirmó la presencia del hongo en el país.

De acuerdo con Mejías, lo que no se debe hacer es trasladar el material vegetal o de propagación de musáceas, como las semillas o el cormo (tallo subterráneo), pues ahí sí se puede encontrar el hongo.

El R4T hace que el sistema vascular cambie de color y se obstruya | Foto: cortesía Rafael Mejías
El R4T hace que el sistema vascular cambie de color y se obstruya | Foto: cortesía Rafael Mejías

4️⃣ Si no afecta la salud humana, entonces ¿cuál es el riesgo?

Si no llega al fruto y no es el único patógeno capaz de generar muerte en las plantas, ¿por qué se encienden las alarmas?

El banano o cambur se cultiva en más de 135 países y es la fruta más exportada del mundo, de acuerdo con el Foro Mundial Bananero. Junto al plátano, contribuye a la seguridad alimentaria y a la generación de ingresos para millones de personas.

Una vez que el Fusarium R4T entra a una unidad de producción y se asienta en el campo, puede provocar la pérdida completa de las cosechas.

Pero el principal problema con este hongo es su capacidad para persistir en el suelo y algunas plantas hospederos (como algunas malezas) durante décadas, sin que exista una cura o tratamiento totalmente efectivo para controlar el marchitamiento y eliminar el patógeno.

«El problema es que es un hongo que está en el suelo y puede permanecer en el suelo por más de 20 años. Al entrar en las fincas o en las unidades productivas, queda en el calzado, queda en las herramientas, y al estar en el país se va a ir moviendo poco a poco», afirma el profesor Juan Nava.

Antes de su introducción al país, ya el Insai destacó que el R4T representaba una seria amenaza para la producción de musáceas en Venezuela debido a su capacidad de causar graves daños y severas pérdidas económicas, pues puede derivar en el abandono de las superficies sembradas con musáceas.

Funcionarios realizan inspecciones y charlas formativas en las unidades de producción | Foto: Insai
Funcionarios realizan inspecciones y charlas formativas sobre el hongo del banano en las unidades de producción | Foto: Insai

Según datos del Insai, presentados en un conversatorio a inicios de febrero, para 2021 se producían en Venezuela 1,2 millones de toneladas de cambur y plátano: 532 mil toneladas de banano y 673 mil toneladas de plátano, cifras que ya venían en descenso desde 2018.

Además, el cambur es una de las frutas más consumidas en el país, mientras que el plátano es esencial en la gastronomía venezolana, recuerda Mejías.

Pese a que no sucede «de un día para otro», puede llegar un momento en el que decaiga la producción de plátano, cambur y topocho: aunque se saquen los racimos de las plantas, estas se van a ir marchitando y muriendo, explica Juan Nava.

«Si no hacemos nada, se pueden acabar todas las plantaciones de plátano, banano o cambur y topocho. Para otros países es un ingreso menos, pero para Venezuela no porque aquí en la parte de seguridad alimentaria el plátano es totalmente fundamental», asegura el agrónomo del Zulia.

5️⃣ ¿Cómo se detectó este hongo del banano en Venezuela?

Desde antes de que el Fusarium R4T llegara al continente, el país estuvo preparando su sistema de vigilancia cuarentenaria para su posible arribo.

El hongo del banano y plátano se detectó en Colombia en 2019 y en Perú en 2021. Ya en 2018, Venezuela había divulgado la providencia administrativa 057, que estableció lineamientos para su prevención y control.

La publicación de la providencia en Gaceta Oficial derivó en la creación de un programa de control y un plan de contingencia para los primeros brotes, recuerda Joan Montilla.

Desde entonces se comenzó un proceso formativo y de creación de alianzas nacionales e internacionales, al igual que la conformación de comisiones regionales y una Comisión Nacional, con integrantes del Ministerio de Agricultura y Tierras, el Insai, las facultades de Agronomía de las universidades del país, productores y otros institutos estatales.

Sin embargo, la detección del hongo en Venezuela se produjo gracias a un proyecto de investigación liderizado por la UCV y el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic), a través de la Clínica de Enfermedades de Plantas de la UCV y el laboratorio de Biotecnología y Virología Vegetal del Ivic.

«Hicimos un proyecto y lo enviamos al Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (Iica), que aprobó los recursos. A partir de allí, hicimos un plan de muestreo para las zonas de Aragua y Carabobo por cuestión de logística, porque eran recursos limitados, y en cada uno de los viajes teníamos representación del Insai», cuenta Rafael Mejías, investigador de fitopatología de la Fagro-UCV, a Efecto Cocuyo.

A finales de 2022, algunos productores comenzaron a reportar que sus plantas estaban con marchitez y amarillamiento. Los investigadores se organizaron para ir hasta estas unidades de producción con las medidas de bioseguridad necesarias y así tomar muestras para su evaluación.

Investigadores toman muestras de las plantas para llevarlas al laboratorio | Foto: Insai

Además de Mejías, el equipo de investigación lo completan la doctora Edgloris Marys, del Ivic, y Yonis Hernández de la Fagro-UCV.

Junto al Insai, tomaron muestras, aislaron el hongo en la Clínica de Enfermedades de Plantas y luego realizaron pruebas moleculares en Ivic. El primer estado en el que se identificó la presencia del hongo fue Aragua.

«Denuncia que íbamos recibiendo, denuncia que fuimos atendiendo y fuimos descartando. Recibimos denuncias del Zulia, Trujillo, La Guaira, que resultaron ser negativas, pero recibimos denuncias de Aragua que resultaron ser positivas», destaca Montilla.

También tomaron muestras en Carabobo y Cojedes que resultaron ser positivas. En el proceso igualmente detectaron que otras plantas tenían la bacteria ralstonia.

6️⃣ ¿Cómo llegó el R4T a Venezuela?

Por su llegada a Colombia antes que a Venezuela, algunas personas piensan que pudo haber entrado a Venezuela desde allí. Sin embargo, realmente no se sabe de dónde provino, pues los orígenes del brote en Venezuela aún no están claros.

«No se sabe todavía cuál fue el foco que dio origen a lo que estamos teniendo actualmente en Venezuela. La próxima fase es evaluar todo el genoma completo de nuestro fusarium y así podremos saber a quién se parece, pero eso no indica que vino de allí», sostiene el profesor Mejías.

Esta evaluación va a aportar valiosa información epidemiológica y molecular, de acuerdo con el experto. El director de Salud Vegetal del Insai coincide con lo expuesto por Mejías y destaca que la secuenciación va a permitir comparar la cepa detectada en Venezuela con otras registradas en el mundo.

«El proceso de secuenciación está en marcha, se mandó a un laboratorio internacional que tiene la capacidad de hacerla. Sobre la cepa que está en Aragua, Cojedes y Carabobo, los análisis de diversidad genética hechos hasta ahora han dicho que potencialmente son una misma cepa genética, que posiblemente llegó a uno de estos tres estados, que estamos casi convencidos por el patrón de dispersión que es Aragua, y de allí pasó a Cojedes», explica Joan Montilla.

Productores deben instalar puntos de desinfección para impedir la entrada o propagación del hongo del banano | Foto; Insai
Productores deben instalar puntos de desinfección para impedir la entrada o propagación del hongo del banano | Foto; Insai

Desde el Insai sospechan que de Cojedes pasó a Carabobo.

«La zona afectada tiene algo de influencia con el Lago de Valencia y uno los agentes de transmisión precisamente es el agua. No nos extrañaría que a Carabobo haya llegado producto del empleo de las aguas de riego y que, como el foco mayor de dispersión está en Aragua, la enfermedad haya ingresado por Aragua», señala el representante del Insai.

Zulia es el estado con mayor producción de musáceas en Venezuela y allí todavía no se ha detectado el hongo del banano y plátano, pero esperan realizar un muestreo más amplio.

La zona del Sur del Lago está bajo vigilancia. Aunque todavía no se ha confirmado, desde la Facultad de Agronomía de LUZ llaman a actuar como si el hongo ya estuviera presente y aplicar las medidas de bioseguridad en cada cultivo.

7️⃣ ¿Hay capacidad y recursos para hacerle frente?

Los recursos son limitados, pero los investigadores y representantes de las instituciones involucradas confían en unir esfuerzos para enfrentar la emergencia fitosanitaria.

«Las capacidades de diagnóstico en el país no son las más fuertes, pero unidas con las universidades y con los centros de investigación, podemos aumentar nuestro diagnóstico. Nuestra capacidad de vigilancia no es tan alta porque ciertamente el tamaño del Estado se ha venido reduciendo, pero acompañados por ejemplo con personal de agricultura urbana o comunas pudiéramos incrementar el radio de acción», reconoce Montilla.

El Iica también realizará un segundo aporte financiero al proyecto para el estudio de la epidemiología en el país.

“Se están tocando puertas, se están creando proyectos para que sean considerados por el Ministerio de Ciencia y Tecnología. Ojalá los aprueben para seguir avanzando con mayor profundidad en todas las aristas que esta enfermedad involucra”, expresa el investigador Mejías.

Además se está buscando alianzas internacionales a través del Insai y del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (Inia), que han podido acceder a recursos para la vigilancia y evaluación de material que pudiera ser resistente al hongo.

En Venezuela, desde 1990, está prohibido el ingreso materiales de propagación de musáceas (semillas, plantas y partes de musáceas). Solo está permitido el ingreso, previa autorización del Insai, de material genético proveniente de Áreas Libres de Foc R4T o generado a través de cultivos de tejidos bajo producción in vitro para garantizar que estén libres del fusarium y otros patógenos.

Ante la ausencia de una cura contra la enfermedad, una de las alternativas estudiadas es sustituir los cultivos con plantas resistentes al hongo.

«Ya Venezuela empezó a autorizar el ingreso de material genético resistente a la enfermedad desde Israel, Francia y Honduras. Ya estamos recibiendo desde Francia y próximamente van a seguir llegando materiales desde esos países, que son los autorizados, para que podamos ir haciendo un cambio generacional en cuanto a las variedades de musáceas sin que esto signifique perder la calidad de los frutos que hoy consumimos», dijo el director de Salud Vegetal del Insai.

Funcionarios del Insai se reunieron este febrero con funcionarios de Colombia y en Cúcuta y establecieron un puesto unificado de mando para trabajar en conjunto | Foto: @icacolombia
Funcionarios del Insai se reunieron este febrero con funcionarios de Colombia y en Cúcuta y establecieron un puesto unificado de mando para trabajar en conjunto | Foto: @icacolombia

El Insai publicó la declaración de emergencia fitosanitaria el pasado 19 de enero de 2023. De acuerdo con Montilla, tras su divulgación comenzaron a crear grupos interdisciplinarios en Barinas, Portuguesa y Yaracuy y otros estados para continuar el proceso de formación a técnicos y productores.

A juicio de Juan Nava, es necesario difundir más información sobre el hongo del banano, para que llegue a los productores, trabajadores, cuerpos de seguridad y población general.

«Viendo lo importante que es el plátano en todo el país, no vemos una propaganda en televisión explicando brevemente la situación y cuáles son las medidas de bioseguridad en las fincas. Al no haber información, el hongo sigue avanzando», destaca Nava.

8️⃣ ¿Qué deben hacer los productores?

La principal acción que deben hacer los productores es tomar medidas de bioseguridad en sus cultivos. Estas son algunas recomendaciones de los expertos consultados, el Insai y el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA):

🟢 Formar a su personal sobre las medidas de bioseguridad.

🟢 Instalar rodaluvios y pediluvios: puntos de desinfección para cauchos y calzados, para la entrada a las fincas y a los lotes de producción. Esta desinfección debe hacerse con amonio cuaternario de quinta generación o superior.

🟢 Evitar compartir obreros entre fincas. Controlar el ingreso de personas, vehículos, herramientas, equipos o material vegetal a su finca.

🟢 Es preferible suministrar calzado propio de la finca a visitantes y trabajadores y ropa de trabajo para uso exclusivo en la finca.

🟢 Usar herramientas propias de la finca o unidad de producción y desinfectarlas. Evitar que salgan de las fincas o que los trabajadores traigan sus propias herramientas.

🟢 Evitar la entrada de animales (como perros, gallinas, cerdos, becerros).

🟢 No arrojar plantas a los canales de riego, drenajes o ríos.

🟢 Controlar la maleza.

🟢 Si sospecha que el hongo está en su cultivo, notificar ante alguna de las 23 oficinas regionales del Insai en el país, o ante las oficinas del Ministerio de Agricultura y Tierras. También pueden comunicarse con asociaciones de productores para hacer el reporte en conjunto.

Para más información, consulte el programa de prevención, manejo y control y el plan de contingencia publicados por el Insai.

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