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Tres meses de espera se convirtieron en seis años: este 1 de junio de 2023 Venezuela suma un año más de inactividad del Sistema de Procura de Órganos y Tejidos (Spot), el programa que permitía que en el país se realizaran trasplantes a partir de donantes fallecidos. 

Según la Organización Nacional de Trasplante de Venezuela (Ontv), coordinadora del programa hasta su traspaso a la Fundación Venezolana de Donaciones y Trasplantes de Órganos, Tejidos y Células (Fundavene) en el año 2014, los correctivos que debieron aplicarse en los tres meses siguientes al 1 de junio de 2017, cuando se paralizó el programa, aún son «tarea pendiente». 

De acuerdo estimaciones realizadas por la Ontv, basadas en el funcionamiento histórico del Spot, por lo menos 1.300 personas (10 % de ellas niños, niñas o adolescentes) hubieran podido beneficiarse y recibir un trasplante si el programa no hubiera sido suspendido. 

Aunque Fundavene, adscrita al Ministerio de Salud, informó en redes sociales la reanudación de la formación de Coordinadores Hospitalarios de Trasplantes, para hacer seguimiento a posibles donantes, aún necesitan capacitar más personal y cumplir más requisitos para reactivar los trasplantes de donante cadáver. 

«Los hospitales tienen que mejorar muchísimo sus condiciones generales. Además hay que reactivar los equipos quirúrgicos, porque los cirujanos también tienen que formarse y reentrenarse, y el Estado debe asegurar el suministro de los inmunosupresores y el financiamiento», dice Anabela Arminio, jefa del servicio de Nefrología y Trasplante Renal del Hospital Universitario de Caracas (HUC, Clínico) y asesora médica de la Ontv.

Solo en el Clínico todavía hay un «largo camino por recorrer» antes de poder volver a hablar de trasplantes, según Arminio: no hay laboratorios, también hay fallas con el banco de sangre y con el área de radiología. 

Solo donante vivo

Ante la ausencia de la procura de órganos y tejidos, y múltiples llamados de organizaciones no gubernamentales, pacientes y sociedad civil, la administración de Nicolás Maduro anunció en noviembre de 2021 un Plan Nacional de Trasplante Renal, enfocado en la realización de operaciones de donante vivo. 

Para junio de 2023, los esfuerzos se han concentrado en la Clínica Popular de El Paraíso, el Hospital Militar de Caracas y el Hospital Coromoto en Maracaibo, estado Zulia. 

De acuerdo con registros de la Ontv, en El Paraíso han realizado aproximadamente 40 trasplantes de riñón, mientras que en el Hospital Coromoto realizaron dos. La cifra de operaciones en el Hospital Militar de Caracas es incierta tanto para la Ontv como para la organización Amigos Trasplantados de Venezuela. 

Aunque la Ontv aplaude estos esfuerzos, afirma que son insuficientes para la gran cantidad de personas que no tienen un donante vivo, según lo establecido en la Ley Sobre Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células en seres Humanos, y que dependen de un donante fallecido. 

A nivel público, solo un hospital hace trasplantes pediátricos. En el marco del Plan Nacional, el equipo del hospital de niños J.M. de los Ríos en Caracas realizó un trasplante de riñón de donante vivo a un adolescente en noviembre de 2022. Sin embargo, no han podido trasplantar más desde entonces. 

Belén Arteaga, nefróloga y jefa del servicio de Nefrología del hospital de niños, resalta que una de las razones es que los tiempos de espera en pacientes pediátricos son más largos debido a las causas de su enfermedad renal, pues en su mayoría son patologías urológicas que deben ser corregidas mediante cirugías antes del trasplante. Pero también enfrentan otro tipo de obstáculos ajenos a su condición como pacientes.

«Hemos tenido problemas a nivel de banco de sangre por los donantes, porque tenemos un incremento de pacientes contaminados con hepatitis, sobre todo con hepatitis C. Esto conlleva a que hay que colocarles tratamiento, que afortunadamente actualmente lo hay, pero hay que esperar que cumplan el tratamiento y que eso se negativice para poder entrar nuevamente a ser candidatos a trasplante», añade Arteaga. 

Preparación e inmunosupresores

La suspensión de la procura de órganos deja a más niños, niñas y adolescentes sin opciones: algunos de ellos están aptos para trasplantes, pero no tienen donante. Algunos consiguen un donante probable, pero luego los estudios arrojan que la persona no califica. 

Mientras tanto, evalúan a los pacientes que tienen. Este año, en el J.M. de los Ríos estaban preparando a dos pacientes para trasplantes. Uno de ellos espera los exámenes de su madre para verificar si califica o no como donante viva. Si todo sale bien, pronto pudiera someterse al trasplante. En el caso del segundo paciente, el estudio de su madre mostró que tiene alteraciones anatómicas que no le permiten ser su donante. 

«Estamos trabajando con todos los que tenemos en diálisis, adelantando en los estudios para ir progresando y tratar de regularizarnos un poco con los trasplantes», expresa la especialista.

Desde la Ontv y Amigos Trasplantados de Venezuela llaman a las autoridades a reactivar por completo el programa de trasplantes en todas sus modalidades, además de asegurar una adecuada diálisis y entrega de inmunosupresores de inducción y mantenimiento, necesarios para que la persona que se sometió a trasplante no rechace el órgano recibido.

«A principios de año hubo escasez y eso ocasionó que algunos pacientes tuvieran emergencias. Nos llamaron y tuvimos que atender esas emergencias. Hay algunos pacientes que están agradecidos porque consiguieron el trasplante, pero están angustiados por la incertidumbre de que haya o no haya inmunosupresores», destaca Reymer Villamizar, director y fundador de Amigos Trasplantados de Venezuela.