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La colorida historia de los cómics en Venezuela

SOLAZ · 21 OCTUBRE, 2022 08:19

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Verónica De Sousa A.


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En el siglo XIX, cuando la prensa escrita se popularizó a gran escala, las tiras cómicas se escondían entre sus páginas para hacer reír a cualquiera que disfrutara una satírica historia. 

Con el pasar de los años, el formato de las revistas fue el ideal para contar las aventuras de emblemáticos superhéroes o relatar los cuentos más populares de las tradiciones locales. 

En Venezuela, los cómics y la tira cómica periodística se desarrollaron para plasmar enblanco y negro la realidad del país, hace al menos 150 años

De acuerdo a un artículo del Cuarto Mundo: “las primeras expresiones locales en el país se dieron a partir del año 1843, cuando en el periódico El Promotor se hace uso intencional del dibujo con el fin de caricaturizar a personajes de la vida política nacional”.

Los primeros en el país, de producción nacional o productos de exportación, podían ser en formato digest (más pequeño que una revista convencional), encontrarse en quioscos de periódicos o en librerías locales. 

Sea cual fuera la historia o el formato, los cómics -o las comiquitas como se les conoce coloquialmente- son una serie de ilustraciones que emocionan a muchas personas sin importar su edad, sexo o profesión. 

En Solaz, te contamos las primeras expresiones artísticas venezolanas de este tipo, los caricaturistas más conocidos y la historia de la primera tienda de cómics en Venezuela. 

Caricaturas venezolanas

Si hay una característica común para los cómics es que suelen mantener por lo menos a un personaje principal y que aprovechan las bondades del dibujo para crear historias y comunicar.

Según un artículo de Cuarto Mundo, fue en 1953 cuando se comienzan a observar los esfuerzos de los ilustradores criollos, por ser parte de la cultura de los cómics a través de la sátira política. 

El portal web afirma que el Gallo Pelón podría ser considerado formalmente el primer cómic venezolano; “la revista reunía un cúmulo de autores rotativos que ilustraba seriales de acontecimientos” relacionados al país. 

“Carlos Cruz Diez con ‘Zamurito’; Jacobo Borges con ‘Rufi Sonrisa’; Humberto Muñoz con ‘El Poli Policarpio’ y ‘Bicho Bruto’; Luis Brito García con ‘El profesor venezolanito’ y la ‘Historia Inconstitucional de Venezuela’” son algunos de los artistas que menciona el artículo.

Florencio Quintero, psiquiatra y psicoanalista de profesión, pero apasionado del tema desde temprana edad, cuenta que el primer cómic que conoció fue «El Náufrago» de Jorge Blanco. 

Publicado en las páginas del extinto Diario de Caracas, fue popular durante los años ochenta y noventa al contar las vivencias de un personaje que está solo en una isla del Caribe. 

Florencio Quintero, Sergio Almendro, Alfredo Rojas y Miguel Salguero, crearon una revista especializada en cómics en el 2005 y aunque solo tienen un número en físico, todos los domingos han actualizado su blog hasta superar las 200 ediciones. 

“En esa misma época surgieron otras publicaciones como ‘Venezuela en Cómics’ y ‘Cómics: mitos urbanos’” cuenta Florencio, quien además afirma que aunque esta cultura no es tan fuerte en Venezuela, en comparación a otros país de Latinoamérica, “hay mucho talento y ganas de crecer”.

Caracas Cómics

A mediados de 1994, a Verónica Ettedgui se le ocurrió la idea de abrir una tienda de cómics en Venezuela en una época en la que “muchos artistas, sobre todo americanos, estaban haciendo cosas muy chéveres” cuenta para Solaz

En el piso 7 de la Torre Exa, en el Rosal, Verónica y su socia de ese entonces, emprendieron su tienda de cómics en inglés, que personalmente traían de Estados Unidos, en un cubículo de la oficina del padre de Ettedgui. 

“Nadie se esperaba que dos mujeres fueran las que estuviesen detrás de Caracas Cómic; además de que empezamos a traer muñecos de colección, organizábamos jornadas de cine animado e invitabamos a ilustradores con eventos en el exterior” dice Verónica. 

Lo que comenzó como una venta inocente de cómics entre universitarios, terminó convirtiéndose en un negocio rentable que gozaba de gran popularidad; incluso los fines de semana y con una agenda de eventos.

“El segundo fin de semana, luego de abrir, había no menos de 20 personas esperando para comprar y ver la película de ese día” relata Verónica, quien también es diseñadora gráfica e ilustradora. 

Cuando la tienda ya era conocida por los fanáticos de la capital, la competencia con grandes editoriales del mercado y un gran pedido de cómics europeos, que no se vendieron muy bien; hicieron que Caracas Cómics cerrara sus puertas en el 2003.

Sin embargo, Ettedgui admite sentir una gran pasión por los cómics y dice: “Si soy honesta, hasta el día de hoy me parece súper cool tener una tienda de cómics en Caracas”.

SOLAZ · 21 OCTUBRE, 2022

La colorida historia de los cómics en Venezuela

Texto por Verónica De Sousa A.

En el siglo XIX, cuando la prensa escrita se popularizó a gran escala, las tiras cómicas se escondían entre sus páginas para hacer reír a cualquiera que disfrutara una satírica historia. 

Con el pasar de los años, el formato de las revistas fue el ideal para contar las aventuras de emblemáticos superhéroes o relatar los cuentos más populares de las tradiciones locales. 

En Venezuela, los cómics y la tira cómica periodística se desarrollaron para plasmar enblanco y negro la realidad del país, hace al menos 150 años

De acuerdo a un artículo del Cuarto Mundo: “las primeras expresiones locales en el país se dieron a partir del año 1843, cuando en el periódico El Promotor se hace uso intencional del dibujo con el fin de caricaturizar a personajes de la vida política nacional”.

Los primeros en el país, de producción nacional o productos de exportación, podían ser en formato digest (más pequeño que una revista convencional), encontrarse en quioscos de periódicos o en librerías locales. 

Sea cual fuera la historia o el formato, los cómics -o las comiquitas como se les conoce coloquialmente- son una serie de ilustraciones que emocionan a muchas personas sin importar su edad, sexo o profesión. 

En Solaz, te contamos las primeras expresiones artísticas venezolanas de este tipo, los caricaturistas más conocidos y la historia de la primera tienda de cómics en Venezuela. 

Caricaturas venezolanas

Si hay una característica común para los cómics es que suelen mantener por lo menos a un personaje principal y que aprovechan las bondades del dibujo para crear historias y comunicar.

Según un artículo de Cuarto Mundo, fue en 1953 cuando se comienzan a observar los esfuerzos de los ilustradores criollos, por ser parte de la cultura de los cómics a través de la sátira política. 

El portal web afirma que el Gallo Pelón podría ser considerado formalmente el primer cómic venezolano; “la revista reunía un cúmulo de autores rotativos que ilustraba seriales de acontecimientos” relacionados al país. 

“Carlos Cruz Diez con ‘Zamurito’; Jacobo Borges con ‘Rufi Sonrisa’; Humberto Muñoz con ‘El Poli Policarpio’ y ‘Bicho Bruto’; Luis Brito García con ‘El profesor venezolanito’ y la ‘Historia Inconstitucional de Venezuela’” son algunos de los artistas que menciona el artículo.

Florencio Quintero, psiquiatra y psicoanalista de profesión, pero apasionado del tema desde temprana edad, cuenta que el primer cómic que conoció fue «El Náufrago» de Jorge Blanco. 

Publicado en las páginas del extinto Diario de Caracas, fue popular durante los años ochenta y noventa al contar las vivencias de un personaje que está solo en una isla del Caribe. 

Florencio Quintero, Sergio Almendro, Alfredo Rojas y Miguel Salguero, crearon una revista especializada en cómics en el 2005 y aunque solo tienen un número en físico, todos los domingos han actualizado su blog hasta superar las 200 ediciones. 

“En esa misma época surgieron otras publicaciones como ‘Venezuela en Cómics’ y ‘Cómics: mitos urbanos’” cuenta Florencio, quien además afirma que aunque esta cultura no es tan fuerte en Venezuela, en comparación a otros país de Latinoamérica, “hay mucho talento y ganas de crecer”.

Caracas Cómics

A mediados de 1994, a Verónica Ettedgui se le ocurrió la idea de abrir una tienda de cómics en Venezuela en una época en la que “muchos artistas, sobre todo americanos, estaban haciendo cosas muy chéveres” cuenta para Solaz

En el piso 7 de la Torre Exa, en el Rosal, Verónica y su socia de ese entonces, emprendieron su tienda de cómics en inglés, que personalmente traían de Estados Unidos, en un cubículo de la oficina del padre de Ettedgui. 

“Nadie se esperaba que dos mujeres fueran las que estuviesen detrás de Caracas Cómic; además de que empezamos a traer muñecos de colección, organizábamos jornadas de cine animado e invitabamos a ilustradores con eventos en el exterior” dice Verónica. 

Lo que comenzó como una venta inocente de cómics entre universitarios, terminó convirtiéndose en un negocio rentable que gozaba de gran popularidad; incluso los fines de semana y con una agenda de eventos.

“El segundo fin de semana, luego de abrir, había no menos de 20 personas esperando para comprar y ver la película de ese día” relata Verónica, quien también es diseñadora gráfica e ilustradora. 

Cuando la tienda ya era conocida por los fanáticos de la capital, la competencia con grandes editoriales del mercado y un gran pedido de cómics europeos, que no se vendieron muy bien; hicieron que Caracas Cómics cerrara sus puertas en el 2003.

Sin embargo, Ettedgui admite sentir una gran pasión por los cómics y dice: “Si soy honesta, hasta el día de hoy me parece súper cool tener una tienda de cómics en Caracas”.

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