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Al menos 11 migrantes venezolanos, 22 ecuatorianos y 16 haitianos viajaban  en el autobús que cayó este miércoles por un precipicio en Gualaca, provincia de Chiriquí, en Panamá y que deja hasta ahora 40 fallecidos y decenas de heridos, varios de gravedad.

El reporte ofrecido este jueves por las autoridades del Servicio Nacional de Migración Panamá indica que también viajaban en el autobús migrantes de Brasil (6), Camerún (2), Cuba (2), Colombia (5), Eritea (1) y Nigeria (1).

En la unidad siniestrada se contabilizan 30 hombres y 16 mujeres,  además de 12 niños y 8 niñas. De los migrantes venezolanos, siete eran hombres, una mujer y tres niños, reseña este jueves La Estrella de Panamá.

Data genética 

Sin embargo, las autoridades panameñas aún no han dado un reporte oficial completo con los nombres y edades de los fallecidos y de los heridos pues según el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses  se requiere información genética para identificar a las víctimas del accidente, lo que según ellos «tomará tiempo».

“El estado de los cuerpos y la falta de datos ante-mortem dificultan las experticias, especialmente en lo concerniente a la identificación, ya que se va a necesitar información de los países de origen de los migrantes para obtener registros papiloscópicos u odontológicos y muestras de los familiares para cotejo genéticos con fines de identificación”, dijo el Instituto en un comunicado difundido este jueves.

Advierten los forenses, que «mientras tanto, los cadáveres serán conservados con la debida dignidad que los estándares internacionales establecen».

Citando al director del Instituto Forense, José Planchar, medios panameños informaron que «hubo que conseguir un contenedor refrigerado con capacidad para 60 cadáveres”, como parte de un plan de emergencia para atender a los cuerpos.

Flujo controlado

La madrugada de este miércoles 66 migrantes viajaban en el autobús  5B-54 por la carretera troncal que conduce al albergue de migrantes de Gualaca, último punto que tocan los viajeros en Panamá antes de salir hacia Costa Rica en el marco de la operación estatal “flujo controlado”.

El chofer se pasó de la entrada y cuando intentó girar la unidad colisionó con otra que estaba estacionada a un lado y después cayó por un barranco.

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«El autobús quedó sin techo, destrozado, con los asientos regados en el piso en el lugar del accidente», reseña Efe , al  referir que los cuerpos, muchos de ellos desmembrados, fueron llevados a la Morgue Judicial de David, en Chiriquí, en zona fronteriza con Costa Rica.

Por su parte, Néstor Cubilla, secretario de comunicación del Sindicato de Transporte Darienita, aseguró que las condiciones de los buses que brindan servicio de transporte a migrantes son óptimas.

“Somos una prestataria de transporte, no somos una empresa privada”, dijo Cubilla en entrevista a Telemetro Reporta. Señaló que los conductores de esta ruta, llevan más de 13 años prestando servicio en el traslado de personas en la zona.

«El conductor del bus, Orlando, que en paz descanse, era un conductor que tenía más de 30 años en este negocio, tanto de transporte como de transporte de camiones y había realizado más de 14 viajes al albergue de Gualaca, no sabemos qué pasó y el compañero pierde la vida junto a los migrantes que iban ahí», dijo.

Sin embargo, la Fiscal Superior de  Chiriquí, Melissa Navarro, reveló que la Fiscalía Regional inició una investigación por delito contra la vida e integridad personal, luego del accidente. «Nuestro personal se mantiene en el área recabando indicios» dijo la Fiscal Navarro en la cuenta de Twitter de la Procuraduría General de la Nación.

Papa Francisco se une al duelo

El papa Francisco envió sus condolencias a los familiares y amigos de los fallecidos y heridos , expresando  «tristeza» por lo ocurrido.