Más de 7 millones de venezolanos y venezolanas han salido del país en años recientes, pero el apoyo en los países receptores es cada vez más complicado como consecuencia de la pandemia y la subida de precios de alimentos, fertilizantes y energía por la guerra en Ucrania, según voceros.
En ese contexto, entre el 16 y el 17 de marzo de 2023 se realizó en Bruselas (Bélgica) la Conferencia Internacional de Solidaridad con los Refugiados y Migrantes Venezolanos y sus países y comunidades de acogida. ¿En qué consistió y qué se acordó? Estas son 4 claves:
Se trató de un evento organizado en conjunto entre la Unión Europea (UE) y Canadá, en colaboración con la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V).
Su objetivo principal es visibilizar la situación de los migrantes y refugiados venezolanos y continuar ayudando a los países de acogida en América Latina y el Caribe, para que la crisis venezolana no desaparezca de la agenda internacional y así contribuir a movilizar la asistencia financiera necesaria.
Participaron representantes de gobiernos de los países de acogida, estados miembros de la UE y otros países donantes, organizaciones internacionales, agencias de la ONU, donantes, el sector privado y la sociedad civil, personas refugiadas y migrantes.
Ya se habían realizado ediciones de la conferencia en 2020 y 2021.
Al finalizar la conferencia este 17 de marzo, la comunidad internacional comprometió en total 807 millones de euros bajo el concepto de ayuda humanitaria para los refugiados y migrantes venezolanos.
Según anunció el comisario europeo de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic, 496 millones de euros serán subvenciones y 311 millones serán préstamos.
De ese total, Canadá aseguró que ayudará con 58,55 millones de dólares canadienses para respaldar la integración a largo plazo de los refugiados y los migrantes en las comunidades que los acogen.
La Unión Europea también anunció que aportará 75 millones de euros en concepto de ayuda humanitaria para los refugiados y migrantes venezolanos, con énfasis en la asistencia alimentaria, la salud, el alojamiento, la protección, la educación y la asistencia jurídica, entre otros ámbitos de intervención.
Estados Unidos, por su parte, prometió 171 millones de dólares, mientras que España aportará más de 20 millones de euros en 2023.
Ana María Díez, la presidenta de la Coalición por Venezuela, la organización que reúne a la sociedad civil venezolana, pidió destinar el 20 % del dinero que se recaude en esta conferencia a las organizaciones lideradas por los refugiados que se han creado en el resto de países de América Latina, reseñó la agencia EFE.
También pidió que los refugiados puedan participar en las venideras elecciones presidenciales de 2024.
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Días previos a la realización de la conferencia, la administración de Nicolás Maduro rechazó la Conferencia Internacional de Solidaridad con los Refugiados y Migrantes Venezolanos y aseguró que se trataba de un evento «hostil» para Venezuela.
En un comunicado, el gobierno afirmó que era «un espectáculo que solo sirve a los intereses mercantiles de algunos de sus participantes», a quienes señalaron de administrar los recursos «de manera opaca y sin ninguna rendición efectiva».
Además, el gobierno aseguró que las cifras de migrantes están manipuladas y desapegadas al rigor científico por la «politización de organismos internacionales».
Eduardo Stein, representante especial conjunto de Acnur y la OIM para los refugiados y migrantes de Venezuela, destacó que las dos líneas principales que trabajan en las comunidades de acogida es la regularización del estatus y la integración socioeconómica de los venezolanos.
El director general de la OIM, António Vitorino, aseguró que las contribuciones deben traducirse en socorro para salvar vidas, así como en un mayor apoyo a la integración socioeconómica y a las comunidades y países receptores que están al límite de sus posibilidades.
En Ecuador, según la viceministra de Movilidad Humana, Silvia Espíndola, aspiran a regularizar el estatus de 500.000 venezolanos en tres fases. En el caso de Perú, falta regularizar el estatus de más de la mitad de los refugiados venezolanos.
«Debemos continuar trabajando juntos para proveer apoyo, protección y oportunidades para esta población. Recordemos que esta es una crisis regional que requiere una respuesta colectiva», dijo Harjit S. Sajjan, ministro de Desarrollo Internacional de Canadá y ministro responsable del Organismo Canadiense de Desarrollo Económico del Pacífico.
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En ese contexto, entre el 16 y el 17 de marzo de 2023 se realizó en Bruselas (Bélgica) la Conferencia Internacional de Solidaridad con los Refugiados y Migrantes Venezolanos y sus países y comunidades de acogida. ¿En qué consistió y qué se acordó? Estas son 4 claves:
Se trató de un evento organizado en conjunto entre la Unión Europea (UE) y Canadá, en colaboración con la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V).
Su objetivo principal es visibilizar la situación de los migrantes y refugiados venezolanos y continuar ayudando a los países de acogida en América Latina y el Caribe, para que la crisis venezolana no desaparezca de la agenda internacional y así contribuir a movilizar la asistencia financiera necesaria.
Participaron representantes de gobiernos de los países de acogida, estados miembros de la UE y otros países donantes, organizaciones internacionales, agencias de la ONU, donantes, el sector privado y la sociedad civil, personas refugiadas y migrantes.
Ya se habían realizado ediciones de la conferencia en 2020 y 2021.
Al finalizar la conferencia este 17 de marzo, la comunidad internacional comprometió en total 807 millones de euros bajo el concepto de ayuda humanitaria para los refugiados y migrantes venezolanos.
Según anunció el comisario europeo de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic, 496 millones de euros serán subvenciones y 311 millones serán préstamos.
De ese total, Canadá aseguró que ayudará con 58,55 millones de dólares canadienses para respaldar la integración a largo plazo de los refugiados y los migrantes en las comunidades que los acogen.
La Unión Europea también anunció que aportará 75 millones de euros en concepto de ayuda humanitaria para los refugiados y migrantes venezolanos, con énfasis en la asistencia alimentaria, la salud, el alojamiento, la protección, la educación y la asistencia jurídica, entre otros ámbitos de intervención.
Estados Unidos, por su parte, prometió 171 millones de dólares, mientras que España aportará más de 20 millones de euros en 2023.
Ana María Díez, la presidenta de la Coalición por Venezuela, la organización que reúne a la sociedad civil venezolana, pidió destinar el 20 % del dinero que se recaude en esta conferencia a las organizaciones lideradas por los refugiados que se han creado en el resto de países de América Latina, reseñó la agencia EFE.
También pidió que los refugiados puedan participar en las venideras elecciones presidenciales de 2024.
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Días previos a la realización de la conferencia, la administración de Nicolás Maduro rechazó la Conferencia Internacional de Solidaridad con los Refugiados y Migrantes Venezolanos y aseguró que se trataba de un evento «hostil» para Venezuela.
En un comunicado, el gobierno afirmó que era «un espectáculo que solo sirve a los intereses mercantiles de algunos de sus participantes», a quienes señalaron de administrar los recursos «de manera opaca y sin ninguna rendición efectiva».
Además, el gobierno aseguró que las cifras de migrantes están manipuladas y desapegadas al rigor científico por la «politización de organismos internacionales».
Eduardo Stein, representante especial conjunto de Acnur y la OIM para los refugiados y migrantes de Venezuela, destacó que las dos líneas principales que trabajan en las comunidades de acogida es la regularización del estatus y la integración socioeconómica de los venezolanos.
El director general de la OIM, António Vitorino, aseguró que las contribuciones deben traducirse en socorro para salvar vidas, así como en un mayor apoyo a la integración socioeconómica y a las comunidades y países receptores que están al límite de sus posibilidades.
En Ecuador, según la viceministra de Movilidad Humana, Silvia Espíndola, aspiran a regularizar el estatus de 500.000 venezolanos en tres fases. En el caso de Perú, falta regularizar el estatus de más de la mitad de los refugiados venezolanos.
«Debemos continuar trabajando juntos para proveer apoyo, protección y oportunidades para esta población. Recordemos que esta es una crisis regional que requiere una respuesta colectiva», dijo Harjit S. Sajjan, ministro de Desarrollo Internacional de Canadá y ministro responsable del Organismo Canadiense de Desarrollo Económico del Pacífico.