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Ronny Rodríguez Rosas | @ronnyrodriguez
Foto por EVTV OnlineOrganizaciones de la Compañía de Jesús y la Red Clamor llamaron a los países con migrantes y refugiados venezolanos a cumplir con la protección a estas personas.
«Llamamos a los Estados a ratificar sus compromisos de protección de derechos humanos de las personas refugiadas y forzadas a migrar. Igualmente, pedimos enfocar sus acciones en respuestas que permitan la regularización, integración y el acceso a derechos humanos en los países receptores de manera que las personas puedan contribuir en y con las comunidades de acogida desde el desarrollo de sus proyectos de vida», dijeron este 15 de marzo en un comunicado.
El pronunciamiento se produce a propósito de la Conferencia Internacional de Donantes en Solidaridad con los Refugiados y Migrantes Venezolanos, que realizarán el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la Unión Europea y el Gobierno de Canadá en Bruselas.
A estos países pidieron que se atienda también la situación de emergencia humanitaria compleja venezolana, al ser la responsable de que más de 7 millones de venezolanas y venezolanos salieran del país en los últimos años, mayormente a países de América Latina, y en menor grado a Estados Unidos y Europa.
«Insistimos en la solidaridad, la acogida, la hospitalidad y la reconciliación como principios que permiten reconocer y potencializar los aspectos positivos de la migración, y para contrarrestar la discriminación y la xenofobia», expresaron.
En el texto recordaron que en Venezuela 19,7 millones de personas necesitan de asistencia humanitaria, pero en 2022 la atención llegó apenas a 5,2 millones de nacionales venezolanos.
Pusieron el foco en la migración hacia Estados Unidos, a través de la peligrosa selva del Darién, durante el año pasado. Según cifras de Panamá, 150.327 personas de nacionalidad venezolana hicieron ese viaje al país del norte.
Incrementar la respuesta en Venezuela, especialmente para personas desplazadas internas,
retornadas, población indígenas y víctimas de trata de personas.
Ante esto pidieron:
Las organizaciones de la Compañía de Jesús mostraron su preocupación por decisiones de gobiernos que ante el incremento de los flujos migratorios optan por militarizar sus fronteras como respuesta a la contención de la llegada de personas migrantes.
«»Las políticas migratorias y el requerimiento de visados establecen condiciones muy difíciles de cumplir que conllevan a la irregularidad migratoria», dijeron sobre estas barreras que imponen a la migración venezolana para impedirle llegar a naciones receptoras.
Pidieron que se respeta la Declaración de Cartagena, el Pacto Internacional de Migración y se estudien iniciativas como la colombiana con el Estatuto de Protección Temporal de 10 años para la población venezolana.
Estas fueron sus recomendaciones:
Fortalecer los sistemas de protección internacional para su plena aplicación con garantía del debido
proceso, incluyendo el respeto de la definición ampliada de la Declaración de Cartagena, adoptada por
gran parte de los países receptores.
También solicitaron coordinación integral entre los países y gobiernos, mejores respuestas y cumplir metas que se plantea la conferencia, pero también condicionar a los estados al respeto y protección de derechos humanos de la población migrante.
El documento lo firman Alboan, Canadian Jesuits International, Entreculturas, Federación Internacional Fe y Alegría, Global Ignatian Advocacy Network (GIAN) of Migration, Jesuit Refugee Service, Magis Americas, Red CLAMOR y Red Jesuita con Migrantes.
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Organizaciones de la Compañía de Jesús y la Red Clamor llamaron a los países con migrantes y refugiados venezolanos a cumplir con la protección a estas personas.
«Llamamos a los Estados a ratificar sus compromisos de protección de derechos humanos de las personas refugiadas y forzadas a migrar. Igualmente, pedimos enfocar sus acciones en respuestas que permitan la regularización, integración y el acceso a derechos humanos en los países receptores de manera que las personas puedan contribuir en y con las comunidades de acogida desde el desarrollo de sus proyectos de vida», dijeron este 15 de marzo en un comunicado.
El pronunciamiento se produce a propósito de la Conferencia Internacional de Donantes en Solidaridad con los Refugiados y Migrantes Venezolanos, que realizarán el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la Unión Europea y el Gobierno de Canadá en Bruselas.
A estos países pidieron que se atienda también la situación de emergencia humanitaria compleja venezolana, al ser la responsable de que más de 7 millones de venezolanas y venezolanos salieran del país en los últimos años, mayormente a países de América Latina, y en menor grado a Estados Unidos y Europa.
«Insistimos en la solidaridad, la acogida, la hospitalidad y la reconciliación como principios que permiten reconocer y potencializar los aspectos positivos de la migración, y para contrarrestar la discriminación y la xenofobia», expresaron.
En el texto recordaron que en Venezuela 19,7 millones de personas necesitan de asistencia humanitaria, pero en 2022 la atención llegó apenas a 5,2 millones de nacionales venezolanos.
Pusieron el foco en la migración hacia Estados Unidos, a través de la peligrosa selva del Darién, durante el año pasado. Según cifras de Panamá, 150.327 personas de nacionalidad venezolana hicieron ese viaje al país del norte.
Incrementar la respuesta en Venezuela, especialmente para personas desplazadas internas,
retornadas, población indígenas y víctimas de trata de personas.
Ante esto pidieron:
Las organizaciones de la Compañía de Jesús mostraron su preocupación por decisiones de gobiernos que ante el incremento de los flujos migratorios optan por militarizar sus fronteras como respuesta a la contención de la llegada de personas migrantes.
«»Las políticas migratorias y el requerimiento de visados establecen condiciones muy difíciles de cumplir que conllevan a la irregularidad migratoria», dijeron sobre estas barreras que imponen a la migración venezolana para impedirle llegar a naciones receptoras.
Pidieron que se respeta la Declaración de Cartagena, el Pacto Internacional de Migración y se estudien iniciativas como la colombiana con el Estatuto de Protección Temporal de 10 años para la población venezolana.
Estas fueron sus recomendaciones:
Fortalecer los sistemas de protección internacional para su plena aplicación con garantía del debido
proceso, incluyendo el respeto de la definición ampliada de la Declaración de Cartagena, adoptada por
gran parte de los países receptores.
También solicitaron coordinación integral entre los países y gobiernos, mejores respuestas y cumplir metas que se plantea la conferencia, pero también condicionar a los estados al respeto y protección de derechos humanos de la población migrante.
El documento lo firman Alboan, Canadian Jesuits International, Entreculturas, Federación Internacional Fe y Alegría, Global Ignatian Advocacy Network (GIAN) of Migration, Jesuit Refugee Service, Magis Americas, Red CLAMOR y Red Jesuita con Migrantes.