Venta de combustible en pimpinas aumenta en el Táchira ante escasez del hidrocarburo

Entre 20.000 y 50.000 pesos cobran en cualquier municipio del Táchira por una pimpina de 20 litros. Desde hace más de dos semanas la escasez de combustible en la entidad sigue en aumento, y quien no pueda permanecer en cola se ve obligado a repagar

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Las colas por combustible en San Cristóbal son kilométricas | Foto: Mariana Duque

San Cristóbal.- La compra de combustible se ha convertido en la única opción de los tachirenses que no pueden pasar dos y tres días en una cola a las afueras de las estaciones de servicio, porque o esperan la gasolina o trabajan.

Desde hace más de un año las dificultades para adquirir el hidrocarburo en el Táchira no cesan. A pesar de que es un mal que llegó con el paro petrolero del año 2002, por algunos meses se calmaba, pero ahora es continuo. Lo que varía es que por semanas llega menos cantidad y algunas estaciones de servicio pasan días sin recibir gandola con el insumo.

Entre 20.000 y 50.000 pesos cuesta una pimpina de 20 litros de combustible, y el tachirense que requiere moverse en su vehículo y tiene algún ingreso en moneda extranjera, recurre a esta alternativa, pues ya no tiene que viajar hasta San Antonio del Táchira para conseguir gasolina en esta presentación, en cualquier calle o avenida de San Cristóbal la encuentra.

Esperar transporte público no es una opción, pues hay líneas que desaparecieron y rutas que ya no tienen cobertura, ni siquiera una vez al día.


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El diputado de la Asamblea Nacional, Franklyn Duarte, manifestó que el pago en pesos no es sólo por la pimpina, sino también en las estaciones de servicio por un cupo para no hacer largas filas, que en el caso de los restantes 28 municipios que conforman la geografía regional, pueden ser de hasta 15 días.

“Está peor la crisis de combustible, recorrimos estaciones de servicio en donde tienen días que no llega, hablamos con usuarios que nos comentan que están comprando la pimpina de gasolina a 30, 40 y 50 mil pesos, debido a que si van a hacer la cola no pueden llegar a sus trabajos, ni a buscar su forma de subsistir, por lo que se ven obligados a repagar… ¿Cuál es el negocio de la gasolina? El Psuv que maneja el combustible en el Táchira debe darle una respuesta a los tachirenses", expresó.

Considera que encargados del combustible en la entidad se inventaron falsos positivos y operativos de descubrimiento de contrabando, para quedarse con el negocio de la gasolina y pasarla directamente a Colombia. “¿Será eso lo que está pasando? Invito a los voceros del Psuv, a los que todavía están usurpando el poder, que tienen el control, a que le den una solución a los tachirenses", añadió.

Precisó que en el mercado negro cualquier persona encuentra combustible, los litros que quiera, mientras que en las estaciones de servicio no hay, y a donde llega las colas son interminables y está controlada la venta a 40 litros.


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En la frontera empeora

La distribución de combustible en los municipios de frontera es más limitada, quienes viven en San Antonio, Ureña, los capachos y Rubio denuncian que tienen que viajar hasta San Cristóbal para acceder al hidrocarburo después de hacer días de cola, o pagar entre 20.000 y 40.000 pesos en sus localidades por una pimpina.

El exconcejal del municipio Junín, Walter Chacón, denunció que en Rubio crearon un censo para que el parque automotor del municipio pueda surtir de gasolina, lo que ha generado nuevas mafias que cobran entre 15.000 y 20.000 pesos por cada vehículo, para que las personas no tengan que pasar entre dos y tres días en cola.

“Se hacen dos colas paralelas, los que pasan y los que duran tres y cuatro días para poderse censar… Los que no tenemos chip o no tenemos censo, nos vemos obligados a comprar en el mercado negro a 30.000 o 40.000 pesos en Rubio, sabemos que en San Cristóbal pasa lo mismo. En el municipio Junín es prácticamente imposible surtir de gasolina, ya que existían siete estaciones de servicio y el régimen en los últimos siete años eliminó cuatro, llevó una para el transporte público y otra para la colectividad en general. Junín cuenta con 180 mil habitantes y tenemos solamente dos estaciones de servicio, contraladas por los hampones de la alcaldía", explicó.

Una situación similar, pero sin censo, viven en la localidad de Capacho. José Gregorio Roa, dirigente político de Copei en la zona, manifestó que no pueden acceder al combustible en una estación de servicio normal, pues las colas son interminables y pasan muchos días para llegar el hidrocarburo.

“Nos toca en el mercado negro comprar pimpinas que oscilan entre 20.000 y 40.000 pesos, porque las colas son inmensas, porque lamentablemente los funcionarios que se encuentran en esas bombas prefieren llenarse los bolsillos que ayudar al pueblo", dijo.

Denunció que quedarse tres y cuatro días en las colas es un riesgo, pues el hampa común pasa robando las pertenencias de los usuarios. “Tenemos que trasladarnos a San Cristóbal donde también es fuerte la cola, pero minimiza al lado de los municipios fronterizos", añadió.

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