Los 1.240 obreros de la Corporación de Servicios Municipales de Libertador reciben un pago de 500 bolívares por hora diurna de trabajo, lo que equivale a un salario promedio de 28.000 bolívares semanales y 112.000 bolívares al mes. Un monto que les alcanza para comprar un kilo de queso, dos canillas y medio cartón de huevos.
Los trabajadores de esta corporación, perteneciente a la alcaldía de Caracas, dicen que los pagos retrasados, con salarios desfasados e irrespeto a todo lo establecido en la contratación colectiva sucede desde 2016. Denuncian que no reciben respuesta ante las quejas que han planteado internamente en la institución, por lo que decidieron tomar el camino de la protesta.
Enrique González, uno de los trabajadores del ente municipal, indicó que tienen problemas con las horas de sobretiempo y vacaciones mal calculadas; falta de pago de bonos pendiente, retraso en los aumentos estipulados, ausencia de HCM, y humillaciones físicas y verbales a los trabajadores. “Una vez al mes deberían darnos una caja de alimentos y le sacan cosas o no la entregan a tiempo. Nos dicen que nos van a atender y nos dejan esperando. Estamos cansados del abuso, del maltrato y de la falta de respeto", dijo González.
Estos empleados, encargados de labores como destape, pintura, herrería, desmalezado, barrido, atención a espacios públicos, recolección de desechos y mantenimiento, responsabilizan a la directiva actual de la corporación de lo que denominan una crisis en el organismo. Reportan hechos de corrupción relacionados con los recursos que deben ser destinados a los trabajadores.
Juan de la Cruz Mesa, otro empleado de este ente, explicó que se trata de una labor de 24 horas, pues los empleados de esta instancia están disponibles todo el día y quienes tienen jornadas nocturnas cobran 650 bolívares por cada hora. “Estamos cansados de los abusos patronales, del maltrato y de no ser escuchados", indicó el obrero.
Muchos de los empleados de la Corporación de Servicio de Libertador aseguran ser parte de la empresa desde su fundación en 1994, y ahora que tienen más de 20 años de servicio ininterrumpido, piden a la Alcaldía de Libertador considerar su dedicación y mejorar las condiciones de trabajo, así como la restitución de los beneficios antes consagrados.
Otros empleados, que se niegan a dar sus nombres por miedo a represalias, advierten que desde 2016 no obtienen recibos de sus pagos para conocer los descuentos y los abonos que les hacen. Sin embargo, puntualizan que su reclamo es por el pago de primas como la de antigüedad y mérito, por hijos, por fines de semana trabajados, por movilización y por alimento.
“No nos vamos a dejar chantajear"
Los empleados son enfáticos al asegurar que su reclamo no tiene tono político, pero busca evitar la corrupción de la que dicen ser testigos dentro de este organismo municipal. “Ninguna Institución debe ser dirigida por corruptos y hacemos un llamado al presidente Nicolás Maduro para que acabe con esa corrupción que él nos pide que denunciemos", indicó José Pineda, un padre de familia que fue despedido de la corporación hace mes y medio por ayudar a sus compañeros de trabajo en la organización de unas elecciones sindicales.
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Pineda fue echado a pesar de que tienen cuatro hijos menores de edad, lo que calificó como un irrespeto a la Ley del Trabajo. “Queremos saber dónde está el Estado de justicia, cuando los dirigentes que tenemos en los organismos están disfrazados y con la moral en los bolsillos", acotó el trabajador.
Los trabajadores de la Corporación de Servicios de Caracas habían convocado para este miércoles, 2 de octubre, una marcha desde Puente Llaguno hasta Miraflores para manifestar su descontento por estas irregularidades, pero se encontraron con un contingente antimotín de la Guardia Nacional y de la Policía Nacional que les impidió movilizarse.
“Decidimos movernos la sede de la corporación en Plaza Venezuela y aquí nos esperaban con unas cajas Clap para manipularnos", dijo Pineda mientras que algunos funcionarios movilizaban las cajas de comida hacía una camioneta en la que llevarían parte de este suministro a Coche para entregar a otro grupo de empleados que también pesaba sumarse a la protesta, según confirmaron los trabajadores.
Los dirigentes del grupo de obreros aseguraron que mantendrán su queja pública hasta tanto la corporación cumpla con sus compromisos y reivindique la labor de quienes se encargan de mantener la ciudad, pues se autodenominan como “la cara visible del trabajo de la alcaldía de Caracas".
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