Amazonía venezolana
La comunidad uwottüja inició con sus guardias territoriales en el año 2020 | Foto: Madelen Simó

“Lo que tenga que pasar, pasará. (Pero) sin tierras, desaparecemos. Por eso, defendemos nuestros territorios”, fueron parte de las palabras que dejó grabadas Virgilio Trujillo Arana, líder de la Organización Guardianes Territoriales Indígenas Ayose Huyunami de la comunidad uwottüja, en un video antes de que fuera asesinado por defender a la Amazonía venezolana.

El caso de Trujillo Arana es uno de los cuatros asesinatos a defensores del ambiente ocurridos en Venezuela durante el año 2022, de acuerdo con el informe más reciente de la organización internacional Global Witness, cuyo título es “Siempre en pie. Personas defensoras de la tierra y el medioambiente al frente de la crisis climática”.

Wilmer Rodríguez Pérez, Divier Rodríguez Pérez y Jesús Dadure González son las otras personas cuyos asesinatos también están involucrados con la defensa de territorios en la Amazonía venezolana durante el año pasado.

Estos cuatros casos venezolanos hicieron parte de los 39 asesinatos en la Amazonía, un área que es reconocida por jugar un rol clave en la lucha contra el cambio climático por sus amplios bosques y también por guardar una enorme biodiversidad.

El detonante de la minería ilegal

El factor común de los cuatro asesinatos venezolanos es que se trataba de personas de las comunidades indígenas que alzaron su voz por oponerse a la minería ilegal y los grupos delictivos que actúan alrededor del río Orinoco Medio.

Se trata de una zona que si bien no está incluida en la demarcación oficial del Arco Minero del Orinoco también es un sitio con fuerte conflictividad entre quienes defienden a la naturaleza y quienes buscan oro, diamantes y coltán.

“Los estudios han demostrado una y otra vez que los pueblos indígenas son los mejores custodios de los bosques y, por tanto, son imprescindibles en la mitigación de la crisis climática. Sin embargo, en países como Brasil, Perú y Venezuela los están asediando, precisamente, por llevar a cabo esa labor”, resaltó Laura Furones Fragoso, asesora principal de la campaña de las personas defensoras de la tierra y el ambiente de Global Witness, en una presentación especial para la prensa.

Desde que Global Witness empezó con su seguimiento y documentación de los casos de asesinatos de defensores ambientales en el año 2012, ya se reportan 21 casos diferentes en Venezuela.  

Esta cifra incluye a casos emblemáticos como el líder indígena yukpa Sabino Romero, que se presume fue mandado a asesinar por un grupo de ganaderos de Machiques (Zulia) en el año 2013 y también a un creciente afluente de personas en los estados de Bolívar y Amazonas, que conforman la Amazonía venezolana, y que se enfrentan a la ampliación de las zonas mineras.

América Latina a la cabeza   

Venezuela ocupó el sexto lugar en el reporte de Global Witness. Colombia, en cambio, fue el país que ocupó el primer puesto entre el total de 177 asesinatos de defensores ambientales, que pudieron ser documentados por la organización internacional en todo el mundo durante el año pasado.

Un tercio de los defensores ambientales asesinados pertenecían a las comunidades indígenas | Gráfico: Global Witness

Al menos, 60 defensores ambientales fueron asesinados en el país vecino durante 2022. Esta cifra representa casi el doble de personas fallecidas en la defensa de sus tierras, en comparación con los 33 defensores ambientales asesinados en el año 2021.

Entre los datos más resaltantes se encuentra que 88% de los asesinatos de defensores ambientales durante el año pasado se reportaron en América Latina. Brasil (34), México (31) y Honduras (14) fueron otros de los países latinoamericanos que destacaron por su poca protección de quienes defienden a la naturaleza y los derechos humanos.

Por eso, Global Witness llamó a que los Estados y las empresas privadas trabajen en el “fortalecimiento de los derechos sobre la tierra de las comunidades indígenas y tradicionales”, que es uno de los compromisos del Acuerdo de París firmado en el año 2015.