Al cambio climático se le suele etiquetar como el desafío más importante en la agenda del planeta, en especial porque sus consecuencias son diferentes en cada país. Por eso, Efecto Cocuyo asumió el reto de contar sus impactos en Venezuela desde hace un año. Hoy, en el Día Mundial del Ambiente, esta sección celebra su primer aniversario.
“En Efecto Cocuyo entendemos que el cambio climático es determinante y su cobertura la asumimos como una causa. Necesitamos un planeta vivible. Venezuela como exportador de petróleo y con un Arco Minero en la Amazonía venezolana tiene grandes compromisos ambientales, al igual que la protección de sus costas, ríos y llanuras. Nuestro propósito es hacer conciencia sobre un proceso que pudiera sonarle algo distante a la población venezolana”, aseguró Josefina Ruggiero, directora de contenidos del medio.
El cambio climático en Venezuela está muy lejos de esas imágenes del deshielo y los osos polares. Sus efectos son palpables en los cambios de los patrones de las lluvias, la duración de las sequías y en el aumento de las temperaturas promedio de las principales ciudades.
Estas variaciones ya comienzan a dejar consecuencias, por ejemplo, en los cultivos de maíz y arroz. Los agricultores venezolanos tuvieron que posponer la siembra del maíz en estados como Portuguesa a causa de las fuertes lluvias caídas en mayo pasado. Mientras que la producción de arroz se vio afectada en 2018 y 2019, justo por el incremento de la temperatura en los estados agrícolas venezolanos.
Los avances del “Segundo Reporte Académico de Cambio Climático” hecho por la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales (Acfiman) hablan también de cómo el cambio climático puede influir hasta en “la probabilidad, frecuencia y escala” de la crisis migratoria venezolana durante los próximos años.
Sin embargo, Venezuela todavía no cuenta con un “Plan Nacional de Adaptación de Cambio Climático”. Esta guía no solo es un compromiso internacional de todos los países firmantes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, sino que también es importante para priorizar las medidas claves para lidiar con estas variaciones climáticas.
“En Venezuela se desconocen las políticas públicas y los datos oficiales alrededor del cambio climático y eso nos obliga a trabajar con mucha rigurosidad. En este primer año, hemos comenzado a documentar, registrar y contar los efectos del fenómeno en nuestro país. Lo hemos hecho de la mano de voces expertas que nos han permitido también conocer esa capa del país que se mantiene en pie, a pesar de todas las dificultades. Nos llena de orgullo saber que contribuimos a la memoria de los derechos ambientales, una tarea que llevan adelante las periodistas Margaret López y Rosmina Suárez”, detalló Ruggiero.
El plan de Efecto Cocuyo es enfocarse en continuar la tarea de ampliar la difusión de las investigaciones científicas alrededor del tema y, a la vez, presentar a quiénes realizan actividades destinadas a que Venezuela pueda mitigar y adaptarse al cambio climático durante este segundo año.
“Nuestra sección de cambio climático se entiende también como un reconocimiento a todas esas personas, mujeres y hombres, que suman esfuerzos en estudiar, investigar y aportar sobre un tema que no está en las conversaciones diarias y mucho menos en la agenda de las autoridades, a pesar de que contradictoriamente afecta las vidas de todas y todos”, apuntó la directora de contenidos.
Otro de los proyectos para la sección es trascender a la habitual «sala de redacción» para acompañar y potenciar a las comunidades en su proceso de formación ambiental. La meta es que el aprendizaje pueda darse en un ambiente más cercano e informal y que se visibilicen las iniciativas vecinales venezolanas que adelantan sus propias acciones de adaptación al cambio climático.
Foto principal: Mairet Chourio
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“En Efecto Cocuyo entendemos que el cambio climático es determinante y su cobertura la asumimos como una causa. Necesitamos un planeta vivible. Venezuela como exportador de petróleo y con un Arco Minero en la Amazonía venezolana tiene grandes compromisos ambientales, al igual que la protección de sus costas, ríos y llanuras. Nuestro propósito es hacer conciencia sobre un proceso que pudiera sonarle algo distante a la población venezolana”, aseguró Josefina Ruggiero, directora de contenidos del medio.
El cambio climático en Venezuela está muy lejos de esas imágenes del deshielo y los osos polares. Sus efectos son palpables en los cambios de los patrones de las lluvias, la duración de las sequías y en el aumento de las temperaturas promedio de las principales ciudades.
Estas variaciones ya comienzan a dejar consecuencias, por ejemplo, en los cultivos de maíz y arroz. Los agricultores venezolanos tuvieron que posponer la siembra del maíz en estados como Portuguesa a causa de las fuertes lluvias caídas en mayo pasado. Mientras que la producción de arroz se vio afectada en 2018 y 2019, justo por el incremento de la temperatura en los estados agrícolas venezolanos.
Los avances del “Segundo Reporte Académico de Cambio Climático” hecho por la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales (Acfiman) hablan también de cómo el cambio climático puede influir hasta en “la probabilidad, frecuencia y escala” de la crisis migratoria venezolana durante los próximos años.
Sin embargo, Venezuela todavía no cuenta con un “Plan Nacional de Adaptación de Cambio Climático”. Esta guía no solo es un compromiso internacional de todos los países firmantes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, sino que también es importante para priorizar las medidas claves para lidiar con estas variaciones climáticas.
“En Venezuela se desconocen las políticas públicas y los datos oficiales alrededor del cambio climático y eso nos obliga a trabajar con mucha rigurosidad. En este primer año, hemos comenzado a documentar, registrar y contar los efectos del fenómeno en nuestro país. Lo hemos hecho de la mano de voces expertas que nos han permitido también conocer esa capa del país que se mantiene en pie, a pesar de todas las dificultades. Nos llena de orgullo saber que contribuimos a la memoria de los derechos ambientales, una tarea que llevan adelante las periodistas Margaret López y Rosmina Suárez”, detalló Ruggiero.
El plan de Efecto Cocuyo es enfocarse en continuar la tarea de ampliar la difusión de las investigaciones científicas alrededor del tema y, a la vez, presentar a quiénes realizan actividades destinadas a que Venezuela pueda mitigar y adaptarse al cambio climático durante este segundo año.
“Nuestra sección de cambio climático se entiende también como un reconocimiento a todas esas personas, mujeres y hombres, que suman esfuerzos en estudiar, investigar y aportar sobre un tema que no está en las conversaciones diarias y mucho menos en la agenda de las autoridades, a pesar de que contradictoriamente afecta las vidas de todas y todos”, apuntó la directora de contenidos.
Otro de los proyectos para la sección es trascender a la habitual «sala de redacción» para acompañar y potenciar a las comunidades en su proceso de formación ambiental. La meta es que el aprendizaje pueda darse en un ambiente más cercano e informal y que se visibilicen las iniciativas vecinales venezolanas que adelantan sus propias acciones de adaptación al cambio climático.
Foto principal: Mairet Chourio