Vista del primer jagüey comunitario en Miralejos, municipio Mara del estado Zulia, para uso agrícola. Foto: Rosmina Suárez Piña

Con 2.370 km2, la Guajira venezolana es un municipio indígena ubicado al norte del estado Zulia, con poco más de 67 mil habitantes -entre indígenas Wayúu y Añú- que comparte frontera con Colombia.

Es una zona que vive altas temperaturas y pocas precipitaciones. Allí, la falta de agua es un problema desde 2017, cuando la principal planta potabilizadora “El Brillante” quedó fuera de servicio y, hasta la fecha, no ha sido reparada.

Por eso, la población no recibe agua por tubería y debe recorrer hasta 15 kilómetros entre las carreteras de tierra caliente para llegar a los jagüeyes, estanques que almacenan agua de lluvia que luego es utilizada con fines agrícolas y en el hogar.

Sin embargo, la falta de lluvias en esta región de clima árido ha dejado los jagüeyes secos o con “agua empozada” que algunos ciudadanos se arriesgan a usar incluso para consumirla. Mientras que otros habitantes van hasta Maicao (Colombia) a comprar agua empacada en bolsas para tomar.

Este año, se prevé que la sequía sea más grave: la temporada de agricultura, el medio de vida esencial, coincide con la llegada del fenómeno El Niño, entre julio y diciembre. La Guajira, según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), tendría una sequía “más intensificada”.

Por ello, la institución inició en octubre de 2023 el proyecto “Acciones anticipatorias ante los impactos de la sequía agrícola en la Guajira venezolana” con el objetivo de mitigar los estragos del fenómeno meteorológico en dos zonas con mayor vulnerabilidad ante la sequía: el municipio Mara y la Guajira.

La iniciativa está financiada por el Gobierno de Suecia y tiene la meta de rehabilitar 30 pozos y 30 jagüeyes para ambos municipios zulianos.

Comienza a salir agua en Mara

El primer jagüey comunitario del proyecto está ubicado en la comunidad Miralejos, en el municipio Mara. Allí, según las autoridades locales, al menos 479 habitantes del pueblo indígena Wayúu serán beneficiados y, además, “verán agua por primera vez en meses”.

“Es un pozo de 42 metros que favorecerá a 137 familias de la comunidad de Miralejos, donde ya hemos tenido un abordaje en el área agrícola. Hay disponibles 391 hectáreas, 532 ovinos y caprinos para la atención que tendremos en mejoramiento genético, la vacunación antiaftosa, la construcción de este jagüey y 1.800 metros de tubería. Es un esfuerzo hermoso de la gente de la FAO y la alcaldía, sobre todo respetando la identidad del pueblo Wayúu”, comenta Luis Caldera, alcalde de Mara.

Para llevar a cabo la rehabilitación de los pozos en Mara, la FAO debe contar con la Alcaldía de Mara, Hidrolago, el Ministerio de Pueblos Indígenas y “la autorización del presidente Nicolás Maduro”, resalta Caldera.

Hay que hacer foco en la Guajira, insiste la FAO

Cada año, en octubre, la FAO conmemora el Día Mundial de la Alimentación. En 2023, la organización eligió centrar la fecha para concientizar sobre el acceso al agua como recurso vital con el lema “El agua es vida”, eligiendo a Mara y Guajira como los lugares centrales del plan, enmarcado también en en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.

“Pienso que el mejor y más oportuno lugar para celebrar este día es la Guajira y Mara, pues son las zonas más afectadas por la limitación de agua en el país. En general, Venezuela es un país bendito con el agua, hay muchas tierras y recursos, pero hay zonas específicas como Zulia (Mara y Guajira) que son muy secas y hay que tener especial atención con estos lugares. Por eso la FAO, con los alcaldes y otras organizaciones, tratamos de apoyar lo más que podemos”, explica Alexis Bonte, representante de la FAO en Venezuela, a Efecto Cocuyo.

El 4 de julio de 2023 la Organización Meteorológica Mundial (OMM) anunció el comienzo del fenómeno El Niño, con probabilidad de 93 % de que hasta 2026 haya por lo menos un año con las temperaturas más altas jamás registradas.

Para Venezuela traería menos lluvia y sequía. Más específicamente en la Guajira, según proyecciones del Instituto de Investigación para el Clima de la Universidad de Columbia, citadas por la FAO, habrá entre 50 % y 70 % menos lluvia, además de temperaturas por encima de lo normal, lo que contribuirá a intensificar la sequía en esas zonas del norte del Zulia y afectar el ganado y los alimentos que se cultivan en esta zona, como yuca, maíz, auyama, plátano entre otros.

Solo en la Guajira, una pipa o tanque de agua puede costar entre 7.000 y 12.000 pesos colombianos que deben pagarse en esa moneda o dólares, pues los bolívares no son recibidos. Muchas familias no tienen cómo costear ese precio y emprenden recorridos bajo el sol en busca de agua mientras esperan que, en algún momento, llueva.

Además, tanto en Mara como en Guajira, las comunidades son también afectadas por apagones de hasta 48 horas, mala vialidad y señal telefónica inestable.

Entre los objetivos del proyecto, la FAO prevé que “los hogares vulnerables que dependen de la agricultura y ganadería mejoren su gestión del agua para fortalecer sus capacidades de producción en un contexto de sequía y proteger su principal medio de vida”.

Asimismo, habrá procesos formativos en oficios agrícolas y entregas de kits para la captación, almacenamiento y reciclaje de agua, además de insumos necesarios para las actividades agrícolas que, de acuerdo con la FAO, beneficiarán a unos 4.167 hogares de Mara y la Guajira.

La idea es que los pozos y jagüeyes estén listos para la recolección de agua de lluvia, pero antes de las precipitaciones o alguna posible inundación.

“Este año será un año muy difícil, con temperaturas mayores al promedio, por eso hay que tener una atención muy particular con Guajira, que es la razón del proyecto; revisar los pozos y jagüeyes antes de diciembre, para estar preparados antes del pico de El Niño”, destaca Bonte.

Periodista. Atraída por contar historias de ciencia y ambiente. Miembro de la tercera cohorte de la Red de Periodistas Climáticos de la Universidad de Oxford y el Reuters Institute.