Último glaciar de Venezuela
Los cálculos de los científicos de la Universidad de Los Andes es que la superficie del último glaciar en Venezuela se redujo en 99% desde el año 1910 | Foto: Inparques

El Ministerio del Ecosocialismo anunció que se compró un cargamento de mallas térmicas para proteger al último glaciar en Venezuela a comienzos de diciembre pasado. Sin embargo, todavía se desconocen los detalles de este plan que pretende desacelerar el deshielo de lo que queda del glaciar La Corona, ubicado en el Parque Nacional Sierra Nevada en el estado Mérida.

Por eso, un conjunto de asociaciones que reúne a montañistas y ambientalistas de Mérida pidió en una carta abierta que se presenten “los estudios y procedimientos que antecedieron a esa decisión de llevar adelante este proyecto”.

La misiva firmada por los integrantes de la Comisión Reorganizadora de la Asociación Merideña de Andinismo (Corama), por ejemplo, solicita que se publiquen los estudios de impacto ambiental que justifican “la factibilidad y pertinencia” de la compra de esos 35 rollos de malla térmica de polipropileno y también que se explique el plan para “traslado, colocación, uso, mantenimiento y posterior retiro” del material en esta zona natural.

La petición va dirigida al director de la Unidad Territorial de Ecosocialismo Mérida, Toro Belisario Guerra, y también a la gerente del Instituto Nacional de Parques (Inparques) Región Mérida, Yeiverth Contreras. Se trata de dos de los entes gubernamentales involucrados en este proyecto piloto de protección del último glaciar en Venezuela, que se conoció durante la celebración de la Conferencia de las Partes (COP28) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

Derretimiento del glaciar venezolano

Venezuela está cerca de ser uno de los primeros países del mundo en perder todos sus glaciares debido al impacto del cambio climático.

El glaciar La Corona está ubicado en la cumbre del Pico Humboldt a unos 4.940 metros sobre el nivel del mar y se trata de la última masa de hielo que sobrevive tras el derretimiento del resto de los glaciares conexos en la Sierra Nevada.  

Científicos de la Universidad de Los Andes (ULA) no tienen una fecha precisa de la desaparición completa de este glaciar, pero la estimación base es que este glaciar dejará de existir antes del año 2030. Esto porque su superficie glaciar, es decir, la masa de hielo que se compacta con cada nevada, se redujo en 99% desde el año 1910.

Una forma sencilla de hacerse una idea de la reducción de este glaciar merideño es que antes su superficie permitía cubrir unas 300 canchas de fútbol, pero ahora su extensión apenas cubre cerca de cinco canchas de fútbol.

Josué Lorca, ministro de Ecosocialismo, sólo detalló que el objetivo de estas mallas térmicas “es evitar la incidencia directa de los rayos solares sobre el glaciar” y así retrasar los procesos de derretimiento “en un porcentaje muy importante”, como anunció en sus redes sociales.

Lorca no especificó cuál fue el costo o las características de espesor y material de las mallas térmicas, cuánta superficie del glaciar venezolano permitirán cubrir, ni tampoco si se hicieron estudios científicos para estimar los resultados de este plan.

Hasta ahora, la instalación de estas mallas térmicas solo se hizo en glaciares europeos con temporadas de nevadas y temperaturas diferentes a los glaciares tropicales. Algunos de los ejemplos de la instalación de estas mallas térmicas se dieron en los glaciares ubicados en Trento y en la región de Lombardía en Italia.

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