La planificación estratégica es uno de los términos que más se repiten dentro de las compañías. Esto se debe a su importancia, ya que tiene como objetivo formular justamente la estrategia que va a seguir la empresa, marcar el horizonte. Para tener todo ordenado y esquematizado, una buena idea es utilizar un diagrama de Gantt online como estructura.
Lo usual es basarse en algunos resultados que se buscan conseguir, pero en muchas oportunidades el proceso que emprenderán tendrá cambios en el camino. Es clave saber qué se debe pensar en el mediano y largo plazo. Esa visión para el futuro es la que puede enseñar un norte.
En este artículo vamos a repasar algunos conceptos claves y también delinear las etapas de una planificación estratégica, que puede ser el corazón de una empresa. Muchas veces al tratar de crecer y ser más productivos se tiene una mirada cortoplacista, pero lo cierto es que es importante mantener un orden y que todos estén alineados con lo que busca la compañía.
Un estudio de OnStrategy señala que casi el 90% de ejecutivos que fueron encuestados, manifestaron que le dedican menos de 60 minutos al mes a revisar la estrategia de la empresa. Además, solo el 5% de los trabajadores entienden lo que busca la compañía en la que laboran. Es por eso que es tan importante elaborar estos planes para lograr las metas.
Aquí hay que revisar con paciencia lo que pasa alrededor de la compañía. Si la industria está en un momento de crecimiento, si es que existe una gran competencia dentro de ese sector. Hay que ver cuáles son las oportunidades reales, pero también tener en cuenta los riesgos con los que la empresa se puede encontrar en el camino.
Hay que saber dónde está parado exactamente uno. No se trata tampoco solamente de que los ejecutivos se sienten a conversar. Es importante tener el feedback y saber lo que piensan los trabajadores de todas las áreas, también la opinión de los consumidores. Saber si es que hay brand awareness, con qué palabras o elementos se asocia más a la marca.
Este diagnóstico, servirá para ver el futuro. Esto significa conocer las fortalezas que tiene la compañía, pero también los puntos débiles. Es desarrollar un FODA, donde se sacan conclusiones también de las oportunidades y las amenazas que pueden ocurrir en el camino. Esa exploración es necesaria y es un ejercicio saludable que se hace en las empresas exitosas.
Aquí entra a tallar la misión, visión y los valores de la empresa. Algunas compañías no le dedican tanto tiempo a ello y eso es un grave error. La primera trata sobre la identidad, su razón de ser. La segunda es lo aspiracional, pensar en una década o dos y saber cómo les gustaría que esté la empresa. Finalmente, los valores tienen que ver mucho con la cultura dentro de la organización.
Al tener claro eso, ya se puede pensar en los objetivos de la empresa, cuáles van a ser las acciones que se necesita tomar, también los recursos con los que se cuenta. Tras analizar el contexto y el entorno, que era el primer paso, es el momento de realizar algunas preguntas que pueden parecer introspectivas, pero que darán ayudarán a vislumbrar el futuro.
Por ejemplo, si es que las iniciativas que se busca tomar van a tener impacto dentro de la misión o la visión, además de posicionarse mejor. También jerarquizar cuáles son las decisiones más urgentes, qué es lo que se debe realizar para lograr las metas, cuáles van a ser los elementos de medición. Cómo se va a saber si algo está funcionando o no. Los KPI, que son indicadores claves de desempeño, ayuda a saber si una acción tiene resultado.
Este es el paso decisivo dentro de la planificación estratégica. Crear un plan de acciones para lograr los objetivos que se han trazado luego de poner en una balanza la misión, visión y valores de la compañía. Aquí es vital tener un cronograma, determinar las áreas responsables y cómo va a ser la comunicación interna entre los equipos.
Por eso un diagrama de Gantt puede brindar el orden requerido. Además que este ayuda a monitorear de una manera efectiva, ya que al ser un esquema se puede visualizar si algo está funcionando o debe ser modificado. Eso sí, hay que ser conscientes de que algunas tareas van a ser tomadas como prioridad, por encima de otras que quedarán en un segundo plano.
Tras terminar el diseño del plan, es momento de ejecutar las acciones que se han dispuesto. Implementar lo que se decidió, qué personas se harán responsables de algunos procesos donde el seguimiento será vital. Por ejemplo, en las empresas lo normal es que cada trimestre se haga una revisión para ver cuánto se ha avanzado según lo que se presupuestó.
Si es que el KPI se ha cumplido o si es que algunas acciones se deben modificar y adaptar al contexto. Por eso es importante ese tipo de revisiones. Se puede cambiar el rumbo si es que se ve que no está yendo para el lugar correcto. Luego, cada año se hace una revisión más exhaustiva donde se puede ver qué tanto se avanzó en la visión de largo plazo. Puede ser que la misión y visión deban cambiar un poco. Todo es modificable. Lo importante es adaptarse.
Luego de revisar cómo se realiza una planificación estratégica en una compañía, de repente es el momento perfecto de convocar a esa reunión esperada. Es importante tener resultados inmediatos dentro de las organizaciones, pero lo que puede hacer la diferencia es justamente la visión a futuro.
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La planificación estratégica es uno de los términos que más se repiten dentro de las compañías. Esto se debe a su importancia, ya que tiene como objetivo formular justamente la estrategia que va a seguir la empresa, marcar el horizonte. Para tener todo ordenado y esquematizado, una buena idea es utilizar un diagrama de Gantt online como estructura.
Lo usual es basarse en algunos resultados que se buscan conseguir, pero en muchas oportunidades el proceso que emprenderán tendrá cambios en el camino. Es clave saber qué se debe pensar en el mediano y largo plazo. Esa visión para el futuro es la que puede enseñar un norte.
En este artículo vamos a repasar algunos conceptos claves y también delinear las etapas de una planificación estratégica, que puede ser el corazón de una empresa. Muchas veces al tratar de crecer y ser más productivos se tiene una mirada cortoplacista, pero lo cierto es que es importante mantener un orden y que todos estén alineados con lo que busca la compañía.
Un estudio de OnStrategy señala que casi el 90% de ejecutivos que fueron encuestados, manifestaron que le dedican menos de 60 minutos al mes a revisar la estrategia de la empresa. Además, solo el 5% de los trabajadores entienden lo que busca la compañía en la que laboran. Es por eso que es tan importante elaborar estos planes para lograr las metas.
Aquí hay que revisar con paciencia lo que pasa alrededor de la compañía. Si la industria está en un momento de crecimiento, si es que existe una gran competencia dentro de ese sector. Hay que ver cuáles son las oportunidades reales, pero también tener en cuenta los riesgos con los que la empresa se puede encontrar en el camino.
Hay que saber dónde está parado exactamente uno. No se trata tampoco solamente de que los ejecutivos se sienten a conversar. Es importante tener el feedback y saber lo que piensan los trabajadores de todas las áreas, también la opinión de los consumidores. Saber si es que hay brand awareness, con qué palabras o elementos se asocia más a la marca.
Este diagnóstico, servirá para ver el futuro. Esto significa conocer las fortalezas que tiene la compañía, pero también los puntos débiles. Es desarrollar un FODA, donde se sacan conclusiones también de las oportunidades y las amenazas que pueden ocurrir en el camino. Esa exploración es necesaria y es un ejercicio saludable que se hace en las empresas exitosas.
Aquí entra a tallar la misión, visión y los valores de la empresa. Algunas compañías no le dedican tanto tiempo a ello y eso es un grave error. La primera trata sobre la identidad, su razón de ser. La segunda es lo aspiracional, pensar en una década o dos y saber cómo les gustaría que esté la empresa. Finalmente, los valores tienen que ver mucho con la cultura dentro de la organización.
Al tener claro eso, ya se puede pensar en los objetivos de la empresa, cuáles van a ser las acciones que se necesita tomar, también los recursos con los que se cuenta. Tras analizar el contexto y el entorno, que era el primer paso, es el momento de realizar algunas preguntas que pueden parecer introspectivas, pero que darán ayudarán a vislumbrar el futuro.
Por ejemplo, si es que las iniciativas que se busca tomar van a tener impacto dentro de la misión o la visión, además de posicionarse mejor. También jerarquizar cuáles son las decisiones más urgentes, qué es lo que se debe realizar para lograr las metas, cuáles van a ser los elementos de medición. Cómo se va a saber si algo está funcionando o no. Los KPI, que son indicadores claves de desempeño, ayuda a saber si una acción tiene resultado.
Este es el paso decisivo dentro de la planificación estratégica. Crear un plan de acciones para lograr los objetivos que se han trazado luego de poner en una balanza la misión, visión y valores de la compañía. Aquí es vital tener un cronograma, determinar las áreas responsables y cómo va a ser la comunicación interna entre los equipos.
Por eso un diagrama de Gantt puede brindar el orden requerido. Además que este ayuda a monitorear de una manera efectiva, ya que al ser un esquema se puede visualizar si algo está funcionando o debe ser modificado. Eso sí, hay que ser conscientes de que algunas tareas van a ser tomadas como prioridad, por encima de otras que quedarán en un segundo plano.
Tras terminar el diseño del plan, es momento de ejecutar las acciones que se han dispuesto. Implementar lo que se decidió, qué personas se harán responsables de algunos procesos donde el seguimiento será vital. Por ejemplo, en las empresas lo normal es que cada trimestre se haga una revisión para ver cuánto se ha avanzado según lo que se presupuestó.
Si es que el KPI se ha cumplido o si es que algunas acciones se deben modificar y adaptar al contexto. Por eso es importante ese tipo de revisiones. Se puede cambiar el rumbo si es que se ve que no está yendo para el lugar correcto. Luego, cada año se hace una revisión más exhaustiva donde se puede ver qué tanto se avanzó en la visión de largo plazo. Puede ser que la misión y visión deban cambiar un poco. Todo es modificable. Lo importante es adaptarse.
Luego de revisar cómo se realiza una planificación estratégica en una compañía, de repente es el momento perfecto de convocar a esa reunión esperada. Es importante tener resultados inmediatos dentro de las organizaciones, pero lo que puede hacer la diferencia es justamente la visión a futuro.