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Roger Federer se despide del tenis con derrota y mucha emotividad

DEPORTES · 23 SEPTIEMBRE, 2022 19:48

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Manuel Tomillo C. | @ManuelTomilloC


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Llegó la noche que muchos fanáticos del tenis moderno no querían que llegara: el rey del deporte blanco, Roger Federer, le dijo adiós a las canchas este viernes 23 de septiembre.

Aunque su último partido tampoco fue lo que sus fans esperaban, pues se despidió con una derrota en partido de dobles junto al español Rafael Nadal, Federer supo hacer emocionar, como siempre, a todos los que lo vieron desde el O2 Arena de Londres y a través de la televisión en todo el mundo.

Federer se despidió de su carrera profesional con derrota ante los estadounidenses Jack Sock y Frances Tiafoe (4-6, 7-6 (2) y 11-9), junto a Nadal y en el torneo que creó, la Laver Cup.

El suizo puso punto y final a 24 años de carrera dejando atrás 20 títulos de Grand Slam, 103 torneos ganados, 310 semanas como número uno y con de los estilos de juegos más elegantes y vistosos de la historia.

Federer, acompañado por su familia y escoltado por su amigo Nadal, puso el broche final a su trayectoria deportiva en la ciudad donde se coronó con ocho Wimbledon, más que ningún otro hombre en la historia.

La derrota de la pareja ‘Fedal’ deja a Europa empatada a dos tras la disputa del primer día de competición en la Laver Cup.

Emotivo juego para Federer

el O2 agotó las 20.000 entradas disponibles para celebrar el adiós del suizo. Mientras la grada se cubría de azul y rojo, los colores de Europa y del Resto del Mundo en la Laver, amanecieron las primeras lágrimas. Lynette, madre del genio y transmisora de su revés a una mano, derramó el primer llanto de la noche. No sería el único.

Los mensajes se descubrían: «No te vayas». «No te retires nunca». «El tenis no será lo mismo sin ti». La melancolía, la tristeza, el amor a un tenista único se fundían en un escenario bucólico en el que lo que menos importaba era el resultado.

Como maestro de ceremonias estuvo Edberg, ídolo de juventud de Federer y al que conoció cuando aún era recogepelotas en Suiza, Laver presidía la grada, Bjorn Borg, cuyos retos quedaron destruidos por Federer, le observaba desde el banquillo, John McEnroe casi deseaba que sus pupilos no ganaran, Djokovic les daba consejos entre cambio y cambio, y al lado de Federer, con una sonrisa pícara, aparecía Nadal.

El balear, villano de la carrera de Federer y causante de algunas de sus peores tardes, fue el apoyo necesario para que esta despedida Federer no la hiciera solo. Su amigo y compañero de mil batallas voló desde Manacor, donde espera el nacimiento de su primer hijo, solo para que, cuando Federer necesitase una mano amiga, se encontrara la de Nadal.

En un partido con un ritmo irregular, con un Federer alejado de su tenis competitivo y un Sock y Tiafoe conscientes de su papel secundario en toda esta historia, Nadal, al que bombardearon a pelotas, tiró del carro de la legendaria dupla. El resultado era una anécdota y terminó en derrota de Nadal y Federer, que no jugaba desde hacía 14 meses.

Desde que Federer, con 13 años, dejó a un lado el fútbol para centrarse en el tenis, hasta este 23 de septiembre en Londres han pasado mil historias, cientos y cientos de imágenes que han compuesto el imaginario tenístico de toda una generación y de todos aquellos que crecieron creyendo que podían imitar los tiros imposibles de un chico de Basilea que arreaba derechas y dibujaba reveses como si dios le hubiera concedido un don especial para ello.

Imagen

Federer, cuya primera raqueta estaba hecha de madera, terminó abrazando uno por uno a los miembros de su equipo, entre los que se encontraban miembros imprescindibles de su carrera, como Andy Murray, Djokovic, Nadal y Borg, uno de sus ídolos de su infancia.

Muy emocionado, el suizo terminó a lágrima viva en la pista de Londres y coreado con un continuo «¡Roger, Roger!.

Con información de EFE, Espn y otros portales deportivos

 

DEPORTES · 23 SEPTIEMBRE, 2022

Roger Federer se despide del tenis con derrota y mucha emotividad

Texto por Manuel Tomillo C. | @ManuelTomilloC

Llegó la noche que muchos fanáticos del tenis moderno no querían que llegara: el rey del deporte blanco, Roger Federer, le dijo adiós a las canchas este viernes 23 de septiembre.

Aunque su último partido tampoco fue lo que sus fans esperaban, pues se despidió con una derrota en partido de dobles junto al español Rafael Nadal, Federer supo hacer emocionar, como siempre, a todos los que lo vieron desde el O2 Arena de Londres y a través de la televisión en todo el mundo.

Federer se despidió de su carrera profesional con derrota ante los estadounidenses Jack Sock y Frances Tiafoe (4-6, 7-6 (2) y 11-9), junto a Nadal y en el torneo que creó, la Laver Cup.

El suizo puso punto y final a 24 años de carrera dejando atrás 20 títulos de Grand Slam, 103 torneos ganados, 310 semanas como número uno y con de los estilos de juegos más elegantes y vistosos de la historia.

Federer, acompañado por su familia y escoltado por su amigo Nadal, puso el broche final a su trayectoria deportiva en la ciudad donde se coronó con ocho Wimbledon, más que ningún otro hombre en la historia.

La derrota de la pareja ‘Fedal’ deja a Europa empatada a dos tras la disputa del primer día de competición en la Laver Cup.

Emotivo juego para Federer

el O2 agotó las 20.000 entradas disponibles para celebrar el adiós del suizo. Mientras la grada se cubría de azul y rojo, los colores de Europa y del Resto del Mundo en la Laver, amanecieron las primeras lágrimas. Lynette, madre del genio y transmisora de su revés a una mano, derramó el primer llanto de la noche. No sería el único.

Los mensajes se descubrían: «No te vayas». «No te retires nunca». «El tenis no será lo mismo sin ti». La melancolía, la tristeza, el amor a un tenista único se fundían en un escenario bucólico en el que lo que menos importaba era el resultado.

Como maestro de ceremonias estuvo Edberg, ídolo de juventud de Federer y al que conoció cuando aún era recogepelotas en Suiza, Laver presidía la grada, Bjorn Borg, cuyos retos quedaron destruidos por Federer, le observaba desde el banquillo, John McEnroe casi deseaba que sus pupilos no ganaran, Djokovic les daba consejos entre cambio y cambio, y al lado de Federer, con una sonrisa pícara, aparecía Nadal.

El balear, villano de la carrera de Federer y causante de algunas de sus peores tardes, fue el apoyo necesario para que esta despedida Federer no la hiciera solo. Su amigo y compañero de mil batallas voló desde Manacor, donde espera el nacimiento de su primer hijo, solo para que, cuando Federer necesitase una mano amiga, se encontrara la de Nadal.

En un partido con un ritmo irregular, con un Federer alejado de su tenis competitivo y un Sock y Tiafoe conscientes de su papel secundario en toda esta historia, Nadal, al que bombardearon a pelotas, tiró del carro de la legendaria dupla. El resultado era una anécdota y terminó en derrota de Nadal y Federer, que no jugaba desde hacía 14 meses.

Desde que Federer, con 13 años, dejó a un lado el fútbol para centrarse en el tenis, hasta este 23 de septiembre en Londres han pasado mil historias, cientos y cientos de imágenes que han compuesto el imaginario tenístico de toda una generación y de todos aquellos que crecieron creyendo que podían imitar los tiros imposibles de un chico de Basilea que arreaba derechas y dibujaba reveses como si dios le hubiera concedido un don especial para ello.

Imagen

Federer, cuya primera raqueta estaba hecha de madera, terminó abrazando uno por uno a los miembros de su equipo, entre los que se encontraban miembros imprescindibles de su carrera, como Andy Murray, Djokovic, Nadal y Borg, uno de sus ídolos de su infancia.

Muy emocionado, el suizo terminó a lágrima viva en la pista de Londres y coreado con un continuo «¡Roger, Roger!.

Con información de EFE, Espn y otros portales deportivos

 

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