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Tras meses de protestas de trabajadores del sector público por salios dignos, el gobierno de Nicolás Maduro solo anunció este 1 de mayo que los bonos de alimentación y de «guerra económica»pasarán a ser de 40 dólares y 20 dólares respectivamente, pero pidió «resistir» hasta que pueda incrementar el salario mínimo, que se mantendrá en 130 bolívares (5,2 dólares al cambio oficial).

De esta forma el cesta ticket pasará a 990 bolívares (actualmente son solo 45 bolívares) y el bono de guerra a 495 bolívares. Maduro prometió que los montos serán revisados mensualmente para «indexarlos» a la tasa del dólar del Banco Central de Venezuela y no se deterioren con el aumento del dólar.

Bono de guerra no aumenta, ahora será menor

Actualmente el bono de guerra es de 1.100 bolívares para los trabajadores activos y 790 bolívares para los jubilados y pensionados, por lo que el anuncio de 20$ para este «beneficio» no representa un incremento sino una reducción. Maduro habló de un «equilibrio» entre ambas bonificaciones para «redondear» a 60 dólares los ingresos, que al ser bonos no tienen incidencia en el salario ni en las prestaciones sociales de las y los trabajadores.

Además, los pensionados no reciben cesta ticket mientras que los jubilados depende de la institución para la cual prestaron servicios.

«Ahora tenemos qué resistir, resistir con fuerza. Habrá indexación mensual de manera permanente para que no se deterioren (los bonos) con el cambio del valor del dólar» dijo ante la marcha de simpatizantes que llegó a la plaza O´Leary en el Silencio, desde Cantv en Colegio de Ingenieros.

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Fondo nacional para prestaciones sociales

Dos marchas, una organizada por gremios y sindicatos para exigir salarios dignos y otra del chavismo en respaldo a las políticas de Maduro, antecedieron el anuncio.

Pese a las diferencias, ambos sectores esperaban que el anuncio presidencial sobre aumento del salario mínimo se concretara al final de la tarde en medio del discurso de Maduro, que respondió con estos dos ajustes a una serie de propuestas de la Central Bolivariana de Trabajadores (CBST).

Maduro indicó que también aprobó: 

.- Reforma tributaria vía Asamblea Nacional para que los que ganan más paguen más, una especie de impuesto a las grandes ganancias.

.- Fondo nacional de prestaciones sociales que se alimentará de lo que produzcan «50 pozos». Prometió que se producirían 100 mil barriles diarios de crudo para dicho fondo.

.- Banco digital para dar sustento al fondo de prestaciones sociales que se tiene previsto inicie operaciones en agosto.

.– Comisión Nacional de alto nivel que revise las convenciones colectivas del trabajo de la administración pública para entrar a una nueva etapa y recuperar el ingreso real de los trabajadores.

Pidió recuperar infraestructura del IVSS y el Inces

Otros anuncios, con los que Maduro respondió a la central bolivariana fueron:

.- Apalancar financieramente el sistema de cajas de ahorro como mecanismo para la recreación, el turismo y el deporte laboral.

.- Rescate del IVSS y del Ipasme junto a la infraestructura de la salud. Pidió a las Brigadas Comunitarias Militares para la Educación y la Salud (Bricolimes) recuperar dicha infraestructura.

.- El Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces) volverá a depender del Ministerio del Trabajo (actualmente está adscrito al Ministerio de Educación).

El presidente de la CBST, Wills Rangel, habló antes de Maduro para presentarle las propuestas de la «base trabajadora, sostenibles en el tiempo», que el gobernante terminó aprobando.

En cuanto al salario mínimo, Rangel solo le mencionó a Maduro que la clase trabajadora tenía la «ilusión» de un mejor ingreso.