El papa Francisco convocó a tres mujeres a participar en la reunión del Consejo de Cardenales, el mayor centro de poder en el Vaticano, con el propósito de reflexionar sobre “la dimensión femenina de la Iglesia” y el objetivo declarado por el pontífice de “desmasculinizar” esa institución.
“La Iglesia es mujer”, había dicho Francisco después de una reunión anterior del Sínodo de la Sinodalidad el pasado 30 de noviembre. “Uno de los grandes pecados que hemos cometido es masculinizar a la Iglesia”, reconoció.
En las dos últimas sesiones del Consejo de Cardenales ya habían sido invitadas a participar mujeres teólogas para ofrecer su perspectiva sobre el papel de las mujeres en la Iglesia, uno de los temas más candentes y contenciosos del actual debate de la Iglesia católica.
Aunque en esa primera fase habían participado, por primera vez, mujeres con voz y voto, esta reunión del Consejo de Cardenales es histórica porque incluye la participación de una obispa anglicana casada.
Se trata de un gesto que ha sido visto por algunos comentaristas como un guiño a quienes, dentro del catolicismo, apoyan la ordenación de mujeres.
Al mismo tiempo, hay quien señala que con esta inclusión Francisco está reconociendo, de alguna manera, la autoridad episcopal de una mujer ordenada, cuya denominación cristiana también permite el matrimonio entre sus ministros, dos cuestiones que no son posibles en la actualidad en el catolicismo.
¿Qué es el Consejo de Cardenales?
El papa Francisco creo el Consejo de Cardenales en 2013, poco después de ser elegido sumo pontífice. El grupo de altos prelados aconseja al papa en temas de gobierno y reformas eclesiásticas.
A partir de 2018, el organismo consultivo estuvo conformado por nueve cardenales, por lo que algunos se refieren a este como el C9. El número puede variar según la consideración del pontífice y hubo una ocasión cuando sólo tuvo seis miembros después de la remoción de tres cardenales.
El principal objetivo del Consejo es asesorar a Francisco en el gobierno de la iglesia. Cada miembro es libre de hacer sus propias sugerencias, pero los comentarios son orientativos y la decisión final recae sobre el pontífice.
Una de las medidas que tomaron fue la creación de una comisión especial para la protección de los menores víctimas de abusos sexuales por curas pederastas.
Además de un secretario, el actual grupo incluye a los cardenales españoles Fernando Vérgez Alzaga, presidente de la Pontificia comisión para el Estado del Vaticano, a Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal, así como al brasileño Sérgio Rocha, arzobispo de San Salvador de Bahía.
Aunque las tres mujeres convocadas a esta sesión no son oficialmente miembros del Consejo de Cardenales, dado el actual tema de discusión se prevé que su presencia continuará durante otras reuniones futuras, lo que representa un avance al lograr un puesto en la mesa de la toma de decisiones.
¿Quiénes son las tres mujeres participantes?
- Jo Bailey Wells. Es una obispa anglicana, subsecretaria general de la Comunión Anglicana que congrega 42 iglesias. Fue una de la primera generación de mujeres que fue ordenada vicaria. Está casada con otro pastor de esa iglesia protestante con el que tiene dos hijos. También ha fungido como capellana del arzobispo de Canterbury y participó en la reunión interreligiosa en Kazajistán con el papa en 2022. Wells es mejor conocida por haber declarado que “la igualdad de género es parte del plan de Dios”.
- Sor Linda Pocher. Es una monja salesiana, profesora de Cristología en la Facultad Pontificia de Ciencias Educacionales “Auxilium” en Roma. Sor Linda promueve el llamado principio Mariano, postulado por el teólogo suizo Hans Urs von Balthasar, que se refiere al “sí” total de María a Dios y que tiene prioridad sobre el principio Pretino (la estructura jerárquica). En una entrevista el pasado diciembre dijo que “la verdad es que las mujeres siempre han estado activas en la Iglesia. Sin embargo, en casi todos los contextos, se siguen encontrando más o menos formas de machismo y clericalismo”.
- Giuliva Di Berardino. Es una virgen consagrada de la diócesis de Verona y profesora de Espiritualidad. Es una experta en danza bíblica, que expresa la alabanza y adoración a Dios a través del baile. Ha escrito extensamente y sostenido varios talleres sobre la teología del cuerpo y la danza. Recientemente publicó el libro “La misericordia de la danza” en la que describe la espiritualidad de la danza de alabanza desde una base bíblica.
¿Qué busca el papa Francisco?
Después de completar una profunda reestructuración de la curia romana en 2022, el papa Francisco ha concentrado su atención sobre el tema de la mujer como parte de su agenda de reforma.
Durante las dos últimas sesiones del Consejo de Cardenales ha invitado a mujeres teólogas para conocer sus perspectivas sobre el papel femenino en la Iglesia.
El papa frecuentemente ha resaltado la dimensión femenina en la Iglesia, haciendo llamados para que más mujeres ocupen puestos directivos eclesiásticos.
En un discurso ante el Comité Teológico Internacional el 30 de noviembre del año pasado, Francisco dijo que las mujeres deberían formar parte del comité y que había la necesidad de “desmasculinizar” la Iglesia.
En el prólogo de un libro sobre el mismo tema coescrito por sor Linda Pocher, Lucia Vantini y el sacerdote Luca Castiglioni, Francisco escribió que hay que escuchar “verdaderamente a las mujeres. Los hombres escuchamos a alguien que ve la realidad desde otra perspectiva y así nos vemos llevados a revisar nuestros proyectos, nuestras prioridades”.