El fiscal que investiga el secuestro y asesinato del teniente Ronald Ojeda Moreno en Chile, Héctor Barros, dijo que dos de los autores del crimen se encuentran en Venezuela, por lo que pidió apoyo a las autoridades del país para dar con su captura.
En declaraciones que ofreció a periodistas este viernes, 12 de abril, reiteró que fue un hecho cuyos responsables son miembros del Tren de Aragua, pero a diferencia de otros tipos de secuestros, el del militar, quien tenía asilo político en el país sudamericano, no tuvo fines extorsivos.
«Hasta el momento hemos establecido que esto no fue un autosecuestro, que no fue un secuestro extorsivo, que esto fue organizado por el Tren de Aragua, con una organización extranjera en contexto de crimen organizado», explicó Barros a los medios chilenos.
Asimismo solicitó el apoyo de Venezuela, a pesar de que esta misma semana el canciller del país, Yván Gil, aseguró desde Cúcuta (Colombia) que la megabanda es «una ficción creada por la mediática internacional«, lo que motivó al gobierno de Gabriel Boric a llama a consultas a su embajador en Caracas, Jaime Gazmuri.
«Pedimos asistencia penal internacional a Venezuela que nos puedan ayudar a la detención de los dos ciudadanos de esa nacionalidad que están en Venezuela», aseguró Barros.
Gobierno de Chile prestará apoyo a la Fiscalía
En declaraciones que destaca el canal Tele 13 de Chile, la ministra del Interior de ese país, Carolina Tohá, explicó que a partir de estos avances prestarán el apoyo necesario que requiera el Ministerio Público en las solicitudes que realizó el fiscal Barros.
«En la próxima fase, los aspectos internacionales de esta investigación van a tomar un rol determinante. Como Gobierno vamos a poner todos los instrumentos que tenemos a disposición al servicio de este esfuerzo de hacer justicia en este caso», expresó Tohá sobre el asesinato de Ronald Ojeda Moreno.
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Qué pasó con Ronald Ojeda Moreno
Al militar venezolano, al que el Ministerio de Defensa degradó y expulsó de sus filas en enero pasado tras involucrarlo en la llamada operación «Brazalete blanco», lo secuestraron el 21 de febrero de su residencia en Santiago de Chile. Al edificio donde residía llegaron hombres fuertemente armados, que haciéndose pasar como policías chilenos, se lo llevaron a la fuerza.
Nueve días después, el 1 de marzo, lo encontraron muerto y enterrado en una comuna a las afueras de la capital chilena. Aunque no tenía signos de haber recibido disparos, el informe forense concluyó que había fallecido por «asfixia mecánica posicional».
Desde un primer momento, el Ministerio Público de Chile asoció el crimen al Tren de Aragua. Por el hecho sólo hay un adolescente de 17 años, de nacionalidad venezolana, preso.
Este jueves, un reportaje de CHV Noticias adelantó que el secuestro y asesinato se planificó y organizó desde Venezuela. Lo afirmaron al obtener avances de la investigación de Barros sobre el homicidio.