La tarde de este domingo 8 de enero simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro, quienes se mantienen en las calles exigiendo un golpe militar que deponga al actual presidente Luiz Inácio “Lula” Da Silva, tomaron en simultáneo las sedes de los poderes públicos ubicados en Brasilia, capital del país amazónico.
Tras semanas sostenidas de protestas y amenazas de que impedirían el ascenso al poder de Lula los manifestantes que apoyan radicalmente a Jair Bolsonaro, se enfrentaron a la policía, la desbordaron y lograron ingresar a las sedes de los poderes públicos en Brasil.
Imágenes del asalto: Simpatizantes de Bolsonaro en Brasil invaden sede del Ejecutivo y piden intervención militar
La zona más afectada por la entrada de manifestantes fue el palacio presidencial de Planalto donde cientos de bolsonaristas vestidos con camisas verdes y amarillas causaron destrozos en el mobiliario del edificio —diseñado por el premio Pritzker Oscar Niemeyer—, rompieron ventanas y pidieron a los militares que dieran un golpe de Estado para deponer a Lula.
Durante el asalto los manifestantes atacaron a periodistas y policías que se encontraban resguardando el lugar.
Para las 3 de la tarde se conoció que los bolsonaristas habían invadido y vandalizado las sedes del Palacio de Planalto, además del Congreso Nacional y la Corte Suprema. En los tres edificios rompieron los vidrios y causaron daños en el interior de las sedes de los edificios.
El ministro de Justicia de Brasil, Flávio Dino, dijo que “no prevalecerá” la voluntad de los radicales y que se están enviado refuerzos policiales para desalojarlos de los edificios de los poderes del Estado.
El presidente Lula Da Silva se dirige al país y lee un decreto en el que anuncia la intervención por parte del gobierno federal del área de seguridad de Brasilia y la destitución de su secretario. El secretario de Seguridad de Brasilia, Anderson Torres, fue ministro de Justicia en el Gobierno de Bolsonaro.
La medida, que estará vigente hasta el próximo 31 de enero, implica que las fuerzas de seguridad de Brasilia estarán bajo control directo del Gobierno federal.
Los detalles del discurso: Lula decreta intervención de la seguridad pública de Brasilia tras asalto de bolsonaristas a poderes públicos
Durante su discurso, Lula prometió un castigo ejemplar para quienes participaron en las acciones violentas en contra de los poderes públicos de ese país. El mandatario amazónico condenó los hechos de violencia y señaló a Bolsonaro como el responsable de las acciones de los manifestantes.
El mandatario progresista calificó de «barbarie» los graves altercados vividos hoy en la capital brasileña por parte de radicales de la extrema derecha que exigen una «intervención» militar que devuelva al poder al exgobernante Jair Bolsonaro, quien se encuentra en Estados Unidos.
Las fuerzas de seguridad entraron este domingo el control de las sedes del Congreso, la Presidencia y la Corte Suprema de Brasil, tras ser invadidos y vandalizados por cientos de seguidores radicales del exmandatario Jair Bolsonaro, en Brasilia.
Agentes antidisturbios cargaron contra los manifestantes golpistas con gases lacrimógenos y establecieron un perímetro alrededor de la plaza de los Tres Poderes, donde se encuentran los edificios que albergan los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Miles de partidarios de extrema derecha, simpatizantes de Bolsonaro, provocaron el caos en la capital brasileña al entrar de forma violenta y destrozar parcialmente el Supremo, el Parlamento y el Palacio de Planalto, sede del Gobierno.
A medida que avanzaba la tarde, gobiernos de Latinoamérica, Norteamérica y Europa se manifestaron en contra de las acciones violentas que se registraron en la capital de Brasil.
Por lo menos 32 países pidieron al unísono el respeto al orden democrático en Brasil y condenaron la violencia acaecida.
También llevamos: Condena internacional tras asalto a poderes públicos en Brasil
Quien sí ha guardado silencio es el expresidente Jair Bolsonaro, quien se encuentra en Estados Unidos, y que ha sido grabado en supermercados y en calles del estado de Florida caminando.
Para la noche del domingo habían unas 150 personas detenidas por los actos de violencia, de ellos un grupo de 30 personas fue detenida dentro del edificio del Ejecutivo. La policía local retomó el control de todos los edificios invadidos.
Las fuerzas de seguridad recuperaron el control de las sedes del Congreso, la Presidencia y la Corte Suprema de Brasil, tras ser invadidos y vandalizados por cientos de seguidores radicales del exmandatario Jair Bolsonaro, en Brasilia.
Te contamos: Policía de Brasil recupera control de edificios de poderes públicos asaltados por bolsonaristas
Agentes antidisturbios cargaron contra los manifestantes golpistas con gases lacrimógenos y establecieron un perímetro alrededor de la plaza de los Tres Poderes, donde se encuentran los edificios que albergan los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Se espera la llegada del presidente Lula Da Silva a Brasilia y que realice una visita a los inmuebles públicos que fueron asaltados.
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La tarde de este domingo 8 de enero simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro, quienes se mantienen en las calles exigiendo un golpe militar que deponga al actual presidente Luiz Inácio “Lula” Da Silva, tomaron en simultáneo las sedes de los poderes públicos ubicados en Brasilia, capital del país amazónico.
Tras semanas sostenidas de protestas y amenazas de que impedirían el ascenso al poder de Lula los manifestantes que apoyan radicalmente a Jair Bolsonaro, se enfrentaron a la policía, la desbordaron y lograron ingresar a las sedes de los poderes públicos en Brasil.
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La zona más afectada por la entrada de manifestantes fue el palacio presidencial de Planalto donde cientos de bolsonaristas vestidos con camisas verdes y amarillas causaron destrozos en el mobiliario del edificio —diseñado por el premio Pritzker Oscar Niemeyer—, rompieron ventanas y pidieron a los militares que dieran un golpe de Estado para deponer a Lula.
Durante el asalto los manifestantes atacaron a periodistas y policías que se encontraban resguardando el lugar.
Para las 3 de la tarde se conoció que los bolsonaristas habían invadido y vandalizado las sedes del Palacio de Planalto, además del Congreso Nacional y la Corte Suprema. En los tres edificios rompieron los vidrios y causaron daños en el interior de las sedes de los edificios.
El ministro de Justicia de Brasil, Flávio Dino, dijo que “no prevalecerá” la voluntad de los radicales y que se están enviado refuerzos policiales para desalojarlos de los edificios de los poderes del Estado.
El presidente Lula Da Silva se dirige al país y lee un decreto en el que anuncia la intervención por parte del gobierno federal del área de seguridad de Brasilia y la destitución de su secretario. El secretario de Seguridad de Brasilia, Anderson Torres, fue ministro de Justicia en el Gobierno de Bolsonaro.
La medida, que estará vigente hasta el próximo 31 de enero, implica que las fuerzas de seguridad de Brasilia estarán bajo control directo del Gobierno federal.
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Durante su discurso, Lula prometió un castigo ejemplar para quienes participaron en las acciones violentas en contra de los poderes públicos de ese país. El mandatario amazónico condenó los hechos de violencia y señaló a Bolsonaro como el responsable de las acciones de los manifestantes.
El mandatario progresista calificó de «barbarie» los graves altercados vividos hoy en la capital brasileña por parte de radicales de la extrema derecha que exigen una «intervención» militar que devuelva al poder al exgobernante Jair Bolsonaro, quien se encuentra en Estados Unidos.
Las fuerzas de seguridad entraron este domingo el control de las sedes del Congreso, la Presidencia y la Corte Suprema de Brasil, tras ser invadidos y vandalizados por cientos de seguidores radicales del exmandatario Jair Bolsonaro, en Brasilia.
Agentes antidisturbios cargaron contra los manifestantes golpistas con gases lacrimógenos y establecieron un perímetro alrededor de la plaza de los Tres Poderes, donde se encuentran los edificios que albergan los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Miles de partidarios de extrema derecha, simpatizantes de Bolsonaro, provocaron el caos en la capital brasileña al entrar de forma violenta y destrozar parcialmente el Supremo, el Parlamento y el Palacio de Planalto, sede del Gobierno.
A medida que avanzaba la tarde, gobiernos de Latinoamérica, Norteamérica y Europa se manifestaron en contra de las acciones violentas que se registraron en la capital de Brasil.
Por lo menos 32 países pidieron al unísono el respeto al orden democrático en Brasil y condenaron la violencia acaecida.
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Las fuerzas de seguridad recuperaron el control de las sedes del Congreso, la Presidencia y la Corte Suprema de Brasil, tras ser invadidos y vandalizados por cientos de seguidores radicales del exmandatario Jair Bolsonaro, en Brasilia.
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Agentes antidisturbios cargaron contra los manifestantes golpistas con gases lacrimógenos y establecieron un perímetro alrededor de la plaza de los Tres Poderes, donde se encuentran los edificios que albergan los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Se espera la llegada del presidente Lula Da Silva a Brasilia y que realice una visita a los inmuebles públicos que fueron asaltados.