Un grupo de 51 extrabajadores de la aerolínea Copa Airlines exigen respeto a sus derechos laborales, la restitución de su prestaciones salariales y una disculpa por parte de la compañía, luego de que entre julio y octubre de 2020, la empresa finalizó contratos de los trabajadores, pese al decreto de emergencia por la pandemia de COVID-19. 

La empresa les ofreció presentar renuncias voluntarias con la promesa de que sus puestos de trabajos serían garantizados una vez acabada la emergencia de la pandemia.

Los afectados fueron inicialmente informados de que no serían reincorporados a sus puestos debido a una decisión tomada por la presidencia de la empresa en Panamá. Ellos denuncian a la empresa por incumplimiento de acuerdos y tácticas dilatorias.

Testimonios de los afectados confirman que: 1) el acuerdo fue hecho de boca más no había un documento que respaldara la promesa de restituir los puestos de trabajos, 2) la negociación se realizó fuera del sitio de trabajo, en este caso el Hotel Eurobuilding, para evitar aglomeraciones de los trabajadores, 3) fue realizada por uno de los gerentes de Copa Airlines junto a un grupo de abogados y 4) un grupo no aceptó la oferta, debido a la falta de información en el acuerdo. 

“La empresa les dijo que esto era una medida coyuntural para que ayudaran a la empresa los meses que iban a estar sin toda la frecuencia de vuelos, pero que apenas se reactivan las actividades, ellos iban a ser incorporados. Esto nunca ocurrió”, señaló María Alejandra Sevilla, trabajadora con más de 18 años de servicio en Copa Airlines.

Durante cuatro años los empleados obligados a dejar sus cargos se vieron envueltos en una serie de situaciones que, no solo les impidieron trabajar para otras aerolíneas, también los desmoralizaron y obligaron a aplicar nuevas estrategias para paliar la situación de vulnerabilidad en la que quedaron.

Un conflicto que escaló

Jazmin, de 46 años de edad, es una de las trabajadoras que se vio obligada a dejar su puesto como Asistente de Pasajero, tras trabajar 12 años en la aerolínea, que no solo le abrió un camino profesional, también la estabilidad económica para proteger y cuidar a sus tres hijos. 

En octubre de 2020, los trabajadores firmaron su salida de la empresa bajo condiciones desfavorables, aprovechando que los tribunales estaban cerrados debido a la pandemia. «Nos negociaron una parte de nuestras prestaciones con el abogado. No pagaron las prestaciones completas, se aprovecharon de que todo estaba cerrado», lamentó Jazmín.

La licenciada en Turismo, con experiencia en atención al cliente, idiomas avanzados, funcionamiento de aerolínea y resolución de conflictos, lo que más lamenta de finalizar su carrera en Copa Airlines fue la reacción de la compañía al impedir que los denunciantes no sean contemplados para trabajar en otras compañías aéreas. 

“Durante las entrevistas de trabajo a las que iba me rechazaban; la razón porque vengo de Copa Airlines”, señaló la exempleada de la aerolínea.

La situación fue en escalada al comprender que las amenazas hechas por la compañía aérea eran ciertas. “Ellos me lo advirtieron, que no nos metamos con la compañía, porque era una aerolínea muy grande”. 

Junto a Jazmin, otros trabajadores no han podido conseguir trabajos con aerolíneas del país, para ellos los departamentos de recursos humanos fueron avisados por la denuncia que aún se mantiene en proceso dentro de los tribunales laborales del país. 

Para Jazmin, las malas referencias proporcionadas por Copa han dificultado que consigan nuevos empleos en otras aerolíneas, a pesar de su vasta experiencia. «Nos dicen que no quieren a nadie de Copa, nos tienen marcados», explicó, añadiendo que ha sido humillante para ella y otros compañeros.

Ni llamadas ni diálogo 

Los trabajadores consultaron con la empresa por qué no fueron llamados luego de que culminó la pandemia, cuándo serían llamados, con la gerencia, y con Roberto Pulido, gerente general para Venezuela. Allí se les informó que por decisión de la presidencia de Panamá, Pedro Heilbron, no volverían a la empresa y no cumplirían el acuerdo. 

El conflicto se agravó cuando los trabajadores, después de más de 30 días sin ser reincorporados y tras haber entregado sus renuncias bajo la promesa de reactivación, se vieron desamparados. «No podían ellos ampararse ante la Inspectoría porque les han transcurrido 30 días. Razón por la cual contrataron los servicios de abogados especialistas en materia laboral, a los fines de por lo menos demandar la enorme diferencia de prestaciones sociales».

El proceso en tribunales 

En 2021, el grupo llegó a los tribunales laborales, para denunciar la situación. Obtuvieron victorias tanto en primera como en segunda instancia. Las sentencias condenaron a la empresa a pagar las diferencias en prestaciones sociales y beneficios socioeconómicos, que la compañía intentó eludir mediante diversas tácticas dilatorias.

La empresa no ha cumplido con las sentencias, apelando y presentando recursos para evitar el pago ordenado por los tribunales.

En octubre de 2023, la empresa solicitó una mesa de trabajo con la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela, alegando su intención de pagar a los trabajadores. Sin embargo, durante más de seis meses de reuniones, la empresa no presentó propuestas concretas, utilizando este tiempo para desmotivar a los trabajadores a continuar con sus demandas.

«Exijo que nos paguen nuestras prestaciones completas y respeten nuestro trabajo. A mis 42 años, me siento desechada en esta sociedad. Solo queremos una disculpa pública y que se haga valer nuestro esfuerzo», demandó Jazmin junto a otros 50 exempleados de Copa Airline.

Para Rosa Sciancalepore, de 48 años, junto a otros 50 exempleados de Copa Airlines, la continúa en los tribunales, buscando el reconocimiento de sus derechos y la reparación del daño sufrido. El desenlace de este conflicto será crucial para establecer precedentes en la defensa de los derechos laborales en Venezuela. «Creo que es momento que nos den una disculpa por todo esta situación que no solo ha sido larga, también completamente agotadora. Es nuestro derecho».

</div>