La audiencia se llevó a cabo en las instalaciones de la Dgcim y no le permitieron defensa privada
Fue trasladado al Rode I

El teniente coronel Igbert José Marín Chaparro ya cumplió seis años prisión y, lejos de la posibilidad de optar a una libertad condicional en octubre próximo, le imputaron nuevos cargos que agravan su situación.

El pasado 2 de marzo cumplió el sexto año de su detención, y su familia y defensoras de derechos humanos denuncian la injusticia cometida contra Marín Chaparro.

En un video que publicó la hermana del militar, en el que sale junto a sus padres, reiteraron sus críticas por las condiciones de reclusión en las que se encuentra el teniente coronel.

En la publicación en la red social X, su hermana informa que en octubre próximo el preso político podría haber optado por la libertad condicional, pero en días recientes Marín Chaparro se encontró repentinamente con nuevas acusaciones, esta vez con penas que podrían sumar hasta 30 años de prisión.

Estas acusaciones se presentaron durante una audiencia nocturna en la sede de la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim), donde se le impuso un defensor público, con lo que le negaron así la posibilidad de una defensa privada.

Al teniente coronel lo acusaron de participar en el caso «La Viñeta», basándose en evidencias que su familia califica como dañadas y amañadas.

La hermana negó tajantemente estas acusaciones, al argumentar que es absurda la idea de que, desde una cárcel de máxima seguridad como los calabozos de la Dgcim, podría orquestarse acciones de este tipo.

Marín Chaparro está en Rodeo I

El calvario de Marín Chaparro no termina allí. Después de su traslado a la cárcel del Rodeo I, ubicada en el estado Miranda, el pasado 19 de febrero, se enfrenta a condiciones infrahumanas.

La denuncia sostiene que el preso político lo despojaron de sus pertenencias y tiene prohibición de recibir insumos básicos. Señalaron que está encerrado en una celda insalubre que apenas cuenta con una letrina y carece de agua potable.

A Marín Chaparro se le niega el acceso al sol y las porciones de comida que recibe no cubren sus necesidades básicas. También la comunicación con sus hijos le ha sido negada.

«Estas condiciones demuestran la vulneración de los derechos humanos que ha sufrido desde el mismo momento de su arbitraria detención», lamentó su familia.

«Las torturas psicológicas a las que está siendo sometido también afectan profundamente a nuestra familia, manteniéndonos en un estado de preocupación permanente».

Añadieron que solo lo vieron dos veces en el Rodeo I, pero cada visita fue solo de 20 minutos. “Para llegar a ese lugar fui encapuchada en parte del trayecto por funcionarios que en todo momento cubrieron sus rostros”, dijo.

Agregó que el funcionario ha perdido peso y recientemente tuvo una crisis hipertensiva.

Quién es Marín Chaparro

Igbert Marín Chaparro fue apresado el 2 de marzo de 2018, junto a otros oficiales en su mayoría comandantes de diferentes batallones del Ejército, acusados de conspirar contra el gobierno de Nicolás Maduro. Fue imputado por instigación a la rebelión, con una condena de seis años de cárcel.

Desde su aprehensión el efectivo castrense se encuentra recluido en los sótanos de la Dgcim en Boleíta, al este de Caracas. Se ha advertido que -en general- la Dgcim no reúne las condiciones para funcionar como cárcel.

Marín Chaparro ha realizado dos huelgas  de hambre desde que fue detenido. La protesta más reciente la realizó el 28 de enero del año pasado; el militar levantó la huelga después de pasar 67 días sin comer.

Uno de los motivos de esta huelga fue porque se le había impedido realizar las actividades deportivas a las que estaba acostumbrado. “Ellos normalmente salían media hora y jugaban básquet y eso se lo habían quitado, esa fue una de las razones por las que realizó la huelga de hambre”, dice Migliorini.

Stefanía Migliorini, abogada del preso político, en una entrevista realizada anteriormente por Efecto Cocuyo, informó que la celda donde estaba recluido Marín Chaparro en la Dgcim queda en la zona llamada Casa de los Sueños, y la rendija de ventilación que tiene la misma da con el estacionamiento de la sede castrense.

“Todo el smog se le mete dentro de su celda”, declaró la abogada.

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