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A un mes del deslave en Las Tejerías la tragedia deja huellas en las aulas de clases

LA HUMANIDAD · 13 NOVIEMBRE, 2022 08:35

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Albany Andara Meza | @AlbanyAndara

Foto por Mairet Chourio (@mairetchourio)

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El día que se reiniciaron las clases en Las Tejerías las maestras lloraron. Durante la tercera semana de octubre, una docena de educadores se reunieron la escuela Jacob Pérez Carvallo para modificar el cronograma del año escolar y relatar sus miedos, duelos y esperanzas tras el deslave que arrasó con medio pueblo, en Aragua, al centro norte de Venezuela. 

Pasaron once días desde la tragedia y Protección Civil todavía monitoreaba las quebradas cercanas. María Félix Delgado, la subdirectora de la institución, convino en que los colegas que necesitaran reposo debían pedirlo; en especial aquellos que perdieron casas y familiares durante el desastre. 

Algunos de los profesores podían recordar con nitidez cómo el agua se llevó por delante viviendas, autos y hasta personas; adultos y niños. Narraron las historias propias y la ajenas, dejando las lagrimas correr y advirtieron también la desaparición de la madre una alumna de sexto grado de no más de doce años a la que el barro «se la tragó», comentaron. 

«Hasta el momento, el cuerpo no ha aparecido; esa señora sigue enterrada. La niña está tranquila, pero nosotros estamos pendientes de ella», dijo María Félix a Efecto Cocuyo. Sin embargo, en medio de los episodios dolorosos, los maestros intentan mantener la «normalidad» en las aulas para noviembre de 2022, a un mes de la tragedia. 

Las Tejerías- Deslave- 4 de noviembre (Mairet Chourio)
Protección Civil continúa trabajando en Las Tejerías a un mes del deslave

La Unidad Educativa Jacob Pérez Carvallo queda al lado del ambulatorio de Las Tejerías, a pocos metros de la zona industrial, en el municipio Santos Michelena. Es un plantel protegido por una cerca y conformado por 18 salones donde 36 profesores atienden a 717 estudiantes en dos turnos, según sus registros oficiales. 

El sitio huele a humedad, pero está limpio y lleno de color. A diferencia de escuelas como Madre María de San José, en Los Jabillos, no sufrió daños importantes durante la tormenta del 8 octubre, que causó el desbordamiento de cinco quebradas en el poblado, dejó 54 muertos oficiales y perjudicó a más de 700 familias. 

«Arriba, antes de que ocurriera la tragedia, se metía mucho el agua. Luego la alcaldía vino y reacomodó la escuela. Sacaron pupitres y escritorios. Trajeron todo nuevo. También dotaron de uniformes a los niños», comentó la subdirectora, profesora Delgado. 

Las Tejerías- estudiantes- 4 de noviembre (Mairet Chourio)
En el pueblo las clases comenzaron el 19 de octubre

A pesar de que el plantel funciona con aparente efectividad, algunos niños siguen cambiando el gesto cuando truena y las educadoras no han dormido bien desde el 8 de octubre. Se quedan despiertas si empieza a caer una ligera llovizna, atentas por si tienen que correr desde sus casas o refugios temporales. 

«Ya gracias a Dios he podido dormir algo. En mi caso, nos dijeron que tenemos que desalojar la casa. Tengo niños en la misma situación y es difícil prestar acompañamiento cuando tú misma te sientes afectada», expresó la profesora Maritza Vázquez, de preescolar. 

Las Tejerías- estudiantes- 4 de noviembre (Mairet Chourio)
Las maestras intentan recibir a los estudiantes con «normalidad»

Llevar el duelo y dar clases

El deslave dejó de ser tema de conversación entre los niños en noviembre. Los docentes del Pérez Carvallo acordaron dejar que se olvidara, aunque durante semanas se dedicaron a explicar el ciclo del agua, datos sobre el clima y qué hacer en casos de desastres naturales. 

«Los niños saben qué pasó y alguno que otro comenta. Pero yo me acuerdo solo de que pegaba muchos gritos para que sacaran a mis nietos de la casa aquella vez, no quiero también hacerlos recordar sus propias vivencias ni que vuelvan a pasar por ese trance», indicó Vázquez.

Antes del 8 de octubre, la palabra «terapia» no encajaba en el vocabulario habitual de los habitantes de Las Tejerías; ahora los educadores la consideran, pero algunas creen no tener el tiempo para ello. Los padres tampoco llevan a los niños a atenderse, aunque el Colegio de Psicólogos de Aragua prestó atención gratuita durante el mes pasado y aún hay organizaciones, como Psicólogos sin Fronteras, que están dispuestos a ayudar vía telefónica. 

«Tienen demasiadas cosas en la cabeza todavía. Tenemos una maestra que perdió a su hijo y otra que perdió a su hermano. Muchas no sabemos cuántos amigos perdimos», dijo Delgado. 

Las Tejerías- estudiantes- 4 de noviembre (Mairet Chourio)

De la plantilla de maestros y maestras del Jacob Pérez Carvallo, 36 en total, entre 5 o 7 se encuentran fuertemente afectados según testimonios de los directivos. Una educadora pidió un reposo por una quincena. 

«Yo tuve pérdida de un hermano. Él vino de visita el viernes y fue a afeitarse. En el camino se consiguió al compadre fueron a su casa y resulta que hasta ahí llegó el desastre. Yo ni siquiera me tomé los 15 días de reposo. Me afecta más estar en la casa encerrada», explicó Delgado. 

Lee más en: Pueblo de huellas y ambulantes: Las Tejerías a un mes del deslave

Lucy no quiere ir a la escuela

Dalia Contreras* teme que la vean hablando con la prensa, porque cree que si denuncia algo públicamente puede perder la oportunidad de que el Estado le adjudique una casa. Ha visto como a varios de sus vecinos les ofrecieron viviendas en estados a más de 300 kilómetros de distancia y solo puede esperar tener la misma suerte.

“Parece una lotería”, afirma. “Yo me estoy quedando con una madrina, porque no quiero ir a refugios; tengo puras niñas y es difícil estar en esos sitios. Están más seguras en casa de gente conocida; pero eso es un problema, porque le están dando prioridad a gente en refugios”, explicó Contreras.

De todas sus hijas, la que más le preocupa es Lucy*, la menor; tiene 8 años, está en segundo grado y ya no quiere acudir a la escuela mientras haya nubes negras en el cielo. La niña todavía se acuerda del agua entrando por todas partes, en su modesta casa de Castor Nieves Ríos, un caserío del que solo quedan ruinas.

Las Tejerías- estudiantes- 4 de noviembre (Mairet Chourio)

“La asusta la lluvia. Dice que se quiere ir a un sitio donde solo haga sol, donde no llueva nunca. Le digo que un sitio así no existe, pero no me cree. Solo me pide que nos vayamos, que no la mande a la escuela, que no quiere mojarse”, explica Dalia.

No hay registros de cuántos niños en Las Tejerías permanecen afectados psicológicamente. No obstante, el padre José David Ortega, párroco en la iglesia Nuestra Señora del Carmen, insiste en que hay más de 500 personas que requieren terapia para superar las pérdidas y que los menores de edad deben ser los primeros atendidos en esta área.

Las Tejerías- estudiantes- 4 de noviembre (Mairet Chourio)

“Atendimos el día martes a los niños entre 0 y 5 años para un programa que se va a montar dentro de la parroquia con la gente de Cáritas Venezuela. Atendimos a 176 niños”, indicó el sacerdote. Comentó también que en todas las escuelas de Las Tejerías hay al menos un maestro o estudiante perjudicado de forma directa o indirecta por el deslave.

El Estado recuperó la infraestructura de por lo menos 27 escuelas en el pueblo, según informó el mandatario Nicolás Maduro a finales de octubre. No obstante, no hay planes conocidos de atención psicológica ni inserción de especialistas en estos planteles para noviembre de 2022.

*Los nombres de los entrevistados fueron cambiados para resguardar su identidad.

LA HUMANIDAD · 13 NOVIEMBRE, 2022

A un mes del deslave en Las Tejerías la tragedia deja huellas en las aulas de clases

Texto por Albany Andara Meza | @AlbanyAndara
Foto por Mairet Chourio (@mairetchourio)

El día que se reiniciaron las clases en Las Tejerías las maestras lloraron. Durante la tercera semana de octubre, una docena de educadores se reunieron la escuela Jacob Pérez Carvallo para modificar el cronograma del año escolar y relatar sus miedos, duelos y esperanzas tras el deslave que arrasó con medio pueblo, en Aragua, al centro norte de Venezuela. 

Pasaron once días desde la tragedia y Protección Civil todavía monitoreaba las quebradas cercanas. María Félix Delgado, la subdirectora de la institución, convino en que los colegas que necesitaran reposo debían pedirlo; en especial aquellos que perdieron casas y familiares durante el desastre. 

Algunos de los profesores podían recordar con nitidez cómo el agua se llevó por delante viviendas, autos y hasta personas; adultos y niños. Narraron las historias propias y la ajenas, dejando las lagrimas correr y advirtieron también la desaparición de la madre una alumna de sexto grado de no más de doce años a la que el barro «se la tragó», comentaron. 

«Hasta el momento, el cuerpo no ha aparecido; esa señora sigue enterrada. La niña está tranquila, pero nosotros estamos pendientes de ella», dijo María Félix a Efecto Cocuyo. Sin embargo, en medio de los episodios dolorosos, los maestros intentan mantener la «normalidad» en las aulas para noviembre de 2022, a un mes de la tragedia. 

Las Tejerías- Deslave- 4 de noviembre (Mairet Chourio)
Protección Civil continúa trabajando en Las Tejerías a un mes del deslave

La Unidad Educativa Jacob Pérez Carvallo queda al lado del ambulatorio de Las Tejerías, a pocos metros de la zona industrial, en el municipio Santos Michelena. Es un plantel protegido por una cerca y conformado por 18 salones donde 36 profesores atienden a 717 estudiantes en dos turnos, según sus registros oficiales. 

El sitio huele a humedad, pero está limpio y lleno de color. A diferencia de escuelas como Madre María de San José, en Los Jabillos, no sufrió daños importantes durante la tormenta del 8 octubre, que causó el desbordamiento de cinco quebradas en el poblado, dejó 54 muertos oficiales y perjudicó a más de 700 familias. 

«Arriba, antes de que ocurriera la tragedia, se metía mucho el agua. Luego la alcaldía vino y reacomodó la escuela. Sacaron pupitres y escritorios. Trajeron todo nuevo. También dotaron de uniformes a los niños», comentó la subdirectora, profesora Delgado. 

Las Tejerías- estudiantes- 4 de noviembre (Mairet Chourio)
En el pueblo las clases comenzaron el 19 de octubre

A pesar de que el plantel funciona con aparente efectividad, algunos niños siguen cambiando el gesto cuando truena y las educadoras no han dormido bien desde el 8 de octubre. Se quedan despiertas si empieza a caer una ligera llovizna, atentas por si tienen que correr desde sus casas o refugios temporales. 

«Ya gracias a Dios he podido dormir algo. En mi caso, nos dijeron que tenemos que desalojar la casa. Tengo niños en la misma situación y es difícil prestar acompañamiento cuando tú misma te sientes afectada», expresó la profesora Maritza Vázquez, de preescolar. 

Las Tejerías- estudiantes- 4 de noviembre (Mairet Chourio)
Las maestras intentan recibir a los estudiantes con «normalidad»

Llevar el duelo y dar clases

El deslave dejó de ser tema de conversación entre los niños en noviembre. Los docentes del Pérez Carvallo acordaron dejar que se olvidara, aunque durante semanas se dedicaron a explicar el ciclo del agua, datos sobre el clima y qué hacer en casos de desastres naturales. 

«Los niños saben qué pasó y alguno que otro comenta. Pero yo me acuerdo solo de que pegaba muchos gritos para que sacaran a mis nietos de la casa aquella vez, no quiero también hacerlos recordar sus propias vivencias ni que vuelvan a pasar por ese trance», indicó Vázquez.

Antes del 8 de octubre, la palabra «terapia» no encajaba en el vocabulario habitual de los habitantes de Las Tejerías; ahora los educadores la consideran, pero algunas creen no tener el tiempo para ello. Los padres tampoco llevan a los niños a atenderse, aunque el Colegio de Psicólogos de Aragua prestó atención gratuita durante el mes pasado y aún hay organizaciones, como Psicólogos sin Fronteras, que están dispuestos a ayudar vía telefónica. 

«Tienen demasiadas cosas en la cabeza todavía. Tenemos una maestra que perdió a su hijo y otra que perdió a su hermano. Muchas no sabemos cuántos amigos perdimos», dijo Delgado. 

Las Tejerías- estudiantes- 4 de noviembre (Mairet Chourio)

De la plantilla de maestros y maestras del Jacob Pérez Carvallo, 36 en total, entre 5 o 7 se encuentran fuertemente afectados según testimonios de los directivos. Una educadora pidió un reposo por una quincena. 

«Yo tuve pérdida de un hermano. Él vino de visita el viernes y fue a afeitarse. En el camino se consiguió al compadre fueron a su casa y resulta que hasta ahí llegó el desastre. Yo ni siquiera me tomé los 15 días de reposo. Me afecta más estar en la casa encerrada», explicó Delgado. 

Lee más en: Pueblo de huellas y ambulantes: Las Tejerías a un mes del deslave

Lucy no quiere ir a la escuela

Dalia Contreras* teme que la vean hablando con la prensa, porque cree que si denuncia algo públicamente puede perder la oportunidad de que el Estado le adjudique una casa. Ha visto como a varios de sus vecinos les ofrecieron viviendas en estados a más de 300 kilómetros de distancia y solo puede esperar tener la misma suerte.

“Parece una lotería”, afirma. “Yo me estoy quedando con una madrina, porque no quiero ir a refugios; tengo puras niñas y es difícil estar en esos sitios. Están más seguras en casa de gente conocida; pero eso es un problema, porque le están dando prioridad a gente en refugios”, explicó Contreras.

De todas sus hijas, la que más le preocupa es Lucy*, la menor; tiene 8 años, está en segundo grado y ya no quiere acudir a la escuela mientras haya nubes negras en el cielo. La niña todavía se acuerda del agua entrando por todas partes, en su modesta casa de Castor Nieves Ríos, un caserío del que solo quedan ruinas.

Las Tejerías- estudiantes- 4 de noviembre (Mairet Chourio)

“La asusta la lluvia. Dice que se quiere ir a un sitio donde solo haga sol, donde no llueva nunca. Le digo que un sitio así no existe, pero no me cree. Solo me pide que nos vayamos, que no la mande a la escuela, que no quiere mojarse”, explica Dalia.

No hay registros de cuántos niños en Las Tejerías permanecen afectados psicológicamente. No obstante, el padre José David Ortega, párroco en la iglesia Nuestra Señora del Carmen, insiste en que hay más de 500 personas que requieren terapia para superar las pérdidas y que los menores de edad deben ser los primeros atendidos en esta área.

Las Tejerías- estudiantes- 4 de noviembre (Mairet Chourio)

“Atendimos el día martes a los niños entre 0 y 5 años para un programa que se va a montar dentro de la parroquia con la gente de Cáritas Venezuela. Atendimos a 176 niños”, indicó el sacerdote. Comentó también que en todas las escuelas de Las Tejerías hay al menos un maestro o estudiante perjudicado de forma directa o indirecta por el deslave.

El Estado recuperó la infraestructura de por lo menos 27 escuelas en el pueblo, según informó el mandatario Nicolás Maduro a finales de octubre. No obstante, no hay planes conocidos de atención psicológica ni inserción de especialistas en estos planteles para noviembre de 2022.

*Los nombres de los entrevistados fueron cambiados para resguardar su identidad.

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